tag:blogger.com,1999:blog-56646267647788191942024-03-19T00:56:06.842-03:007:50 a RetiroLaboratorio de ideasFernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.comBlogger814125tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-24967089346285183312024-03-11T11:03:00.000-03:002024-03-11T11:03:50.798-03:00(Not) my generation<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjY5ACFGYUQU9cOaztRbnHwGqwqpE6QwS54V9FhVdQRc1E6M_cv4l4pn2NZVGsWs7COKoR2Gl1yrAAgGja1D6U-wSR1KQemDx77VkChVyU1zsXWp_uiAsPWi1jWCVVemI0Q4FTeyESZpxboR7Cp3g2Su1mBPhi9GNxcFJGcbZxuiOKW-3e-M5mf3uI7g/s1599/courtoisie.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjY5ACFGYUQU9cOaztRbnHwGqwqpE6QwS54V9FhVdQRc1E6M_cv4l4pn2NZVGsWs7COKoR2Gl1yrAAgGja1D6U-wSR1KQemDx77VkChVyU1zsXWp_uiAsPWi1jWCVVemI0Q4FTeyESZpxboR7Cp3g2Su1mBPhi9GNxcFJGcbZxuiOKW-3e-M5mf3uI7g/s320/courtoisie.jpg" width="180" /></a></div><br /> <p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Cuando finalmente
encontré una librera que me dijera qué leer de narrativa uruguaya actual, y no
Levrero o Mairal, me terminó dando cuatro o cinco libros, entre los que elegí
Irse yendo (2022), de Leonor Courtoisie (Montevideo, 1990), que no defraudó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Irse yendo me
pareció una muy interesante novela. Es una novela desestructurada, de esas que
van y vienen y ni empiezan ni terminan pero quizás sí. Muchas veces, ese tipo
de novelas me dejan pensando que faltó más trabajo, sentarse, pensar,
reescribir, pero este no es el caso. Me parece que Irse yendo funciona así,
armado con textos muy pequeños, apenas párrafos a veces, que van y vienen en el
tiempo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">La narradora es
una actriz y escritora uruguaya de 30 años que trata de darle sentido a la cosa
escribiendo: “de ninguna manera estaba en mis planes tener treinta años y
seguir viviendo en esta casa. La vida se fue dando así, digamos que la vida me
fue pasando por encima y me fui quedando. Dejarse estar también es un deporte y
debería ser considerado como tal” (p. 87). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Quizás para
entender un poco esto, la narradora rememora su historia, la historia de su
familia, mientras todo se cae abajo: su casa, el árbol de su casa, las obras en
las que trabaja, su familia, su barrio que se gentrifica. Para eso vuelve una y
otra vez a los mismos momentos vitales, por ejemplo, el de la casa anterior en
la que vivía su familia, antes de que su padre lo perdiera por la crisis y la
merca: “Ese video es de la casa de la hipoteca, la casa del banco, la casa del
remate, la casa donde el perro mató al gato. Me cuesta hablar de esa casa. Me
cuesta hablar de las casas que tuve que abandonar. Me cuestan los fragmentos
que tuve que ir dejando tirados por ahí porque no eran míos. Me cuesta cargar
con los restos de los cuerpos.” (p. 35). El volver a lo mismo se potencia con
el recurso de la repetición, repetición de los mismos sintagmas en los mismos y
en distintos párrafos, lo cual subraya me parece esa manera que tiene la
memoria de estructurarse sobre un conjunto limitado de situaciones y momentos
sobre los que volvemos una y otra vez. Eso me parece que está muy bien.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">También está muy
bien el estilo, la forma. Sobre todo me gusta que varía, que puede escribir
estas oraciones muy cortas con sintagmas repetidos, o después despacharse con
una oración entera de estilo más poético, cortando frases, eliminando signos de
puntuación, etc.: “La arenga a lo lejos cualquier vehículo y los tabacos a medio
fumar rendidos baldosa junto a los puchos pitados hasta el filtro del afán y
las petacas de grapamiel sobrevolando abejas el tedio y la desesperanza tras
ver pasar montones pero nunca el indicado” (p. 38). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Finalmente, hay
una crudeza en la descripción de los vínculos, de la madre, de los hermanos y
la familia extendida, sobre todo de los varones: “Todos los hombres de mi
familia son putos o ausentes y los que no están ausentes son violentos” (p.
45). La única excepción es la abuela muerta, donde sí vemos reconocimiento (“La
familia murió en el instante en que mi abuela dejó de respirar. Ella era la que
se encargaba de unir a la familia en la casa”, p. 36) y hasta ternura (cuando
muere la abuela, esconde “una bolsa de pañuelos en una caja cerrada para preservar
su olor” p. 50). Es en esta crudeza, en esta ausencia total de romantización,
que encuentro a Courtoisie hermanada, digamos así, con algunas escritoras de su
edad de este lado del charco (pienso en <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2020/02/sabiduria.html">Olivia Gallo</a> y en <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2017/11/una-manera-distinta-de-entender-la-vida.html">Maga Echebarne</a>,
también en <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2019/09/inminencia-del-mal.html">Schweblin</a>). Me deprime un poco esta generación, debo admitir, esta
nueva generación perdida sin una Primera Guerra Mundial, pero igual disfruté
esta lectura como disfruté leer a Olivia y Maga en su momento.<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-77523274482023985212024-03-05T07:53:00.001-03:002024-03-05T07:53:54.141-03:00El arte de caminar<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3adM9V6OlYVWQd6e8qERaAh77dgOgeNaouR03BcXQdI0ZnQ9WTm81ATGc9fBHTVdv_RkfWkJGpAT3ZZp-Elx-D2hP8b3R_UTUW9ZtGGYvHcAoIPdCAlVkzvCgvl7VYcMe5rk-qzZd8Z6Cwn3NVQ2DuKGlM-ARt8SvxhY1prn-LZSwQnXTCu1CM8QHg/s1599/cRISTOFF.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3adM9V6OlYVWQd6e8qERaAh77dgOgeNaouR03BcXQdI0ZnQ9WTm81ATGc9fBHTVdv_RkfWkJGpAT3ZZp-Elx-D2hP8b3R_UTUW9ZtGGYvHcAoIPdCAlVkzvCgvl7VYcMe5rk-qzZd8Z6Cwn3NVQ2DuKGlM-ARt8SvxhY1prn-LZSwQnXTCu1CM8QHg/s320/cRISTOFF.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p></p><p class="MsoNormal">Leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bajo influencia</i>,
de María Sonia Cristoff. No había leído antes a Cristoff, y me la encontré un
día que fui en busca de otra cosa a la Boutique del Libro de San Isidro. En
verdad, intuí que la chica que me atendía sabía de libros y le pregunté sobre
alguna escritora argentina contemporánea que me pudiera recomendar, y que no
fuera las que ya leí y no me gustaron (Enríquez, Schweblin, todas las de
moda, básicamente). Me recomendó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bajo
influencia</i>, leí el primer párrafo y dije sí, esto puede andar, y lo compré
como regalo de navidad para esposa, que lo disfrutó mucho. Y yo también lo
disfruté, y esto habla de nuevo de <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2024/02/libros-libreros-y-artistas.html">lo que hablaba con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pobre Crisp</i></a>, sobre la importancia de un buen librero, o una buena
librera, claro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">(Siento que escribo más libre estos posteos, como si me
hubiera dado cuenta de que no importa nada, que puedo decir lo que quiera, que
igual nadie lee. Y que si leen, igual no me quieren ni me van a querer porque
diga o no diga que fui a Rizoma en José Ignacio o a La Boutique del Libro de
San Isidro. Creo que me liberó <a href="https://estebanschmidt.substack.com/p/sustantivistas-contra-adjetivistas">Esteban Schmidt cuando escribió que </a>a veces “se
ve tentado a recomendar [a potenciales escritores como yo] que hagan monerías,
estupideces, para poder entrar en circulación”. Y me di cuenta de que, si no
llego a hacer las monerías, sí trato de esconder a veces un poco aquello que me
hace impublicable (soy cheto, de derecha, etc.), para ver si tengo más suerte,
pero en verdad me cabe el “tampoco te la vas a coger” de Twitter. Esto es, que
haga lo que haga no me van a querer, que no hay lugar para mí acá. Y está bien,
es lo que es, get on with it like a good boy. Nada, pensaba esto al escribir de
Crisp y ahora volví a pensarlo y dije ma sí, lo meto entre paréntesis).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Bajo influencia relata la desaparición de Tonia, una
escritora y traductora de 35 años, acostumbrada a vivir sola y un poco aislada,
después de encontrarse y trabar una extraña relación con Cecilio. Lo raro es
que la relación se da casi exclusivamente caminando, y a partir de ciertas caminatas
juntos, Tonia cae por alguna razón bajo la influencia de Cecilio, que decide
hacer de sus caminatas una obra de arte, una serie de performances, en gran
medida para poder decirle a su madre, con quien vive, que está haciendo algo de
su vida, que es un artissssssta. Tonia entra en esa relación sin entender muy
bien por qué y traicionando un poco su forma de vida: “Cualquier cosa que
amenazara entonces su disciplina cotidiana amenazaba también su vida entera, o
al menos la ponía en las fauces de sus tres grandes temores: la pobreza, la
dependencia y la convivencia.” (p. 29) Pero “Cada cual tiene sus principios
férreos que traicionar” (p. 30). <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El libro está narrado por una amiga de Tonia. En la primera
sección, “La conversación”, la amiga conversa con la madre de Tonia, que busca
entender qué puede haber pasado con su hija. El formato de diálogo narrado,
para ponerle un nombre, me pareció muy bien logrado. Una segunda parte, mínima,
casi un separador, se titula “Intervalo”. Y la tercera parte, “La indagación”,
es la búsqueda de Tonia por la amiga a pedido de la madre. Ahí nos adentramos
en la búsqueda artística de Cecilio, quien le pide ayuda a la cultísima Tonia
pero tiende a desoír sus consejos, y termina emulando a <a href="https://francisalys.com/">un artista (que existeen el mundo real) llamado Francis Alys</a>, a lo que Tonia responde preguntando “si
había escuchado hablar de un tal Pierre Menard” (p. 94). Toda la descripción de
la búsqueda artística de Cecilio termina en una crítica irónica al mundo del
arte -que llega a su cénit en la escena del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vernissage</i>
de Cecilio- y en una idea de qué es lo que podría haber pasado con Tonia, o de
que no importa tanto, porque Tonia siempre estaba anunciando que podría
“evaporarse sin explicaciones y sin tragedia” (p. 150) y porque quizás no sea
muy sensato que los que se quedan se queden pensando “que los actos de los
otros nos están dedicados” (p. 185).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Todo esto se lee muy bien, porque la prosa de Cristoff tiene
su musiquita que nos lleva, aún cuando la trama no sea necesariamente tan
atrapante. Lo único que me frenó, además de que lo leí en un período sin mucho
tiempo, de muchas ocupaciones, y tardé en leerlo más de lo que debería y
prestándole seguramente menos atención de la necesaria, es que la edición tiene
demasiados pequeños errores y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">typos</i>,
algo que en otro momento no hubiera señalado pero bueno, creo que voy a ser un
poco más franco acá. Pero eso no impidió que Bajo influencia haya sido una
lectura muy agradable e intersante.</p><br /><p></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-54036498377070352462024-02-26T20:14:00.000-03:002024-02-26T20:14:31.033-03:00Libros, libreros y artistas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqMkNH5WEBCCLzztQr0_NEOXWvnySOJpo9eZi54AI3il_Rwu9etxCKm4NWmdYuOSvQ-N5FqRbS73SmXuJ2aqRdhAnZj-Woj6gRQlsPfj1hQSJa3zRLLNfs9Y-9boxSNybDiOkizyDwjHpAEvaf8nhgM4bIRiGtD1qiMStWDS2hgdKh6mGyd96dGgEteA/s1599/de%20waal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqMkNH5WEBCCLzztQr0_NEOXWvnySOJpo9eZi54AI3il_Rwu9etxCKm4NWmdYuOSvQ-N5FqRbS73SmXuJ2aqRdhAnZj-Woj6gRQlsPfj1hQSJa3zRLLNfs9Y-9boxSNybDiOkizyDwjHpAEvaf8nhgM4bIRiGtD1qiMStWDS2hgdKh6mGyd96dGgEteA/s320/de%20waal.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"">Estuve unas
semanas en Punta del Este, República Oriental del Uruguay, y visité algunas
librerías en busca de algo para leer. No es que no tuviera libros, había
llevado desde casa; pero me dije estoy en Uruguay, qué habrá por acá, y recordé
un verano enloquecido con <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/01/oscuridad.html">Mario Levrero (hace poco releí la trilogía involuntaria)</a>, así que cuando fuimos a pasear por Gorlero, y mi hija del medio
pidió ir a ver libros, aproveché y pregunté a la vendedora qué me podía
recomendar de narrativa uruguaya contemporánea, de algún joven notable. Lo
mismo hice dos veces más y la decepción fue total. Como en muchas librerías
argentinas, y sobre todo en las de cadenas, claro, no te atienden libreros sino
personal que podría estar afiliado al sindicato de Cavalieri; que lo mismo
podría estar vendiendo libros que artículos de tocador o de bazar. En una
ocasión mi pregunta fue respondida sólo con una mirada perdida; en otra me
recomendaron a Levrero (pero se murió hace casi veinte años, respondí) y en
otra me recomendaron a Pedro Mairal, que tiene un costado del Uruguay, pero de
la orilla occidental. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"">Un día fuimos a una librería nueva en José
Ignacio, <a href="https://rizomalajuanita.com/la-juanita.php">Rizoma</a>, que es también hotel y café y que es muy bello o bella y ahí sí había
gente que sabía de libros, y de lo que ocurría en el mundo literario de aquella
y esta orilla del río inmóvil (recuerdo que me mencionaron a <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2020/02/sabiduria.html">Olivia Gallo</a>, por
ejemplo). Me llevé dos o tres libros (de los cuales escribiré en algunas
semanas seguramente) y me regalaron una cosita bella: <i>Pobre Crisp. Algunos
tiestos y fragmentos</i>, de Edmund De Waal, en una edición bilingüe hecha por la
librería con traducción de Rosario Lázaro Igoa y en colaboración con otra
librería, la <a href="https://johnsandoe.com/">John Sandoe</a>, de Londres, y en un papel hermoso.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Pobre Crisp es un
libro muy pequeño, hecho de retazos, de fragmentos. <a href="https://www.edmunddewaal.com/">De Waal es un artista y escritor</a>, pero sobre todo un alfarero, y el alfarero siempre se queda con pedazos,
tiestos, fragmentos. No es extraño que la primera oración sea “Más vasijas
rotas. / More broken pots.” (p. 4/19). De Waal nos cuenta de eso, de cómo se
rompen las cosas, de cuánto cuesta hacerlas sin que se rompan y de cómo se rompen después. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"">Lo hace,
primero, contando de su oficio y sus comienzos como alfarero. Luego lo hace con
la breve historia de Nicholas Crisp, un alfarero </span>muy poco eficaz muerto en 1774; Wedgwood, uno de los grandes alfareros de su tiempo dice: “Crisp -pobre
Crisp- me atormenta Continuamente -siempre persiguiendo- ¡a punto de
alcanzarla, pero nunca en posesión de su materia favorita! Hay una buena
cantidad de lecciones en la vida del pobre Hombre. / Crisp - poor Crisp-
haunts my imagination Continually - Ever pursuing - Just upon the point of
overtaking, but never in possession of his favourite subject! There are a good
many lessons in the poor Man’s life.” (p. 9/23)</p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Luego De Waal lo
cuenta a través de la historia de una serie de platos de cerámica de Meissen
que él tiene. Los platos fueron producidos alrededor de 1760 y formaron parte de
una gran colección de una familia judía hasta que fue confiscada tras la
Kristallnacht. Gran parte de la colección fue
destruida en los bombardeos de Dresden, lo que quedó fue apropiado
por Alemania Oriental y luego devuelto a los Klemperer en 1991, quienes
donaron parte de ella. Cuenta luego cómo los platos fueron no restaurados sino
reparados con laca dorada con el arte japonés del <i>kintsugi</i>. En este tipo de
reparación lo roto queda al descubierto, la historia no es borrada. “No se puede restaurar. Restaurar es borrar. /
You cannot restore. To restore is to efface.” (p. 11/26). Y, finalmente, De
Waal lo cuenta con la escritura, usando a Walser, a quien no leí, hablando de
escribir como unir fragmentos, con la idea del artesano, que mete una palabra y
luego la otra y va uniendo cosas, tejiendo, armando. Lo puede hacer corto o
largo, rápido o lento. Pero “Lo que importa es el ir a trabajar y lo que llevás
contigo. / It is the going to work that matters and what you take with you.”
(p. 12/27). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">La vida y el arte
están hechos de fragmentos. De cosas rotas o que se rompen. “Las vasijas se
rompen, han de romperse. Las personas se rompen. / Vessels break, are to be
broken. People break.” (p. 14/29). </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">La literatura, a veces, puede volver a
armar, no restaurar, pero sí a rearmar, incluso a reparar. Y las librerías de
verdad, como Rizoma y como <a href="https://eternacadencia.com.ar/">Eterna Cadencia</a> o tantas más en Buenos AIres, son más que espacios del comercio minorista. Las librerías de verdad,
donde hay libreros y no vendedores de salamines, con todo respeto al que se especializa
en chacinados, que es una categoría importante en mi vida, son lugares especiales donde se busca que circule esa artesanía,
donde se guardan esos fragmentos como en una caja de cristal, o una caja de
cerámica traslúcida, como la que nos muestra De Waal al final.</span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-46693399268108180912024-02-19T09:53:00.002-03:002024-02-19T09:53:58.167-03:00Si esto no es el fútbol<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGlDRUhYlHHYCxgSkhdZyUL_SXnQTfb-4xrW8DPYUDoA6kjhKxNPVsUXkeZyvXvA9F2l8kOTvDjOcTUhJMZq09n5fHoTM1fB_MMCfMIKr4dO4b2bjb48W5Te6arbJlJedXZ4R4gOSs63GUQwBQl5dPMXo8aKxJG8rO5RAqQ-NJoOgoD8ZBgsHSo_MgQ/s4272/IMG_4194.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2848" data-original-width="4272" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGlDRUhYlHHYCxgSkhdZyUL_SXnQTfb-4xrW8DPYUDoA6kjhKxNPVsUXkeZyvXvA9F2l8kOTvDjOcTUhJMZq09n5fHoTM1fB_MMCfMIKr4dO4b2bjb48W5Te6arbJlJedXZ4R4gOSs63GUQwBQl5dPMXo8aKxJG8rO5RAqQ-NJoOgoD8ZBgsHSo_MgQ/s320/IMG_4194.JPG" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"">Porque soy
fanático del fútbol inglés, y no de la Premier y no de ayer, quise ver la serie
de Ryan Reynolds sobre Wrexham, una pequeña ciudad y club de fútbol en el norte
de Gales. </span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">Welcome to Wrexham</i><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"">, que así
se llama la serie, se da por Star+ y me pareció mala. Igual la vi toda porque
estaba de vacaciones y porque los episodios son cortos y porque me sigue
gustando el fútbol y porque soy, todavía, bastante superyóico con mis consumos
culturales. Un boludo, bah. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Welcome
to Wrexham</span></i><span face=""Lucida Sans","sans-serif""> es
mala porque parece escrita por un equipo de relacionistas públicos. Esto no es
un ataque a los relacionistas públicos (hey, hasta fui uno de ellos sort of por
un buen trecho de eso que ya ni da siquiera llamar “mi carrera”). Simplemente
se trata de que prefiero que mis consumos culturales sean consumos culturales,
y no el intento de alguien por convencerme de algo, que para eso está la
publicidad rodeando a los consumos culturales, o algunos de ellos, y a muchas
otras cosas, claro. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Welcome to Wrexham</i>
parece hecho por el relacionista público de Reynolds, queriendo mostrar todo lo
bueno que es y cómo quiere hacer lo mejor para el club y la comunidad. Entonces
tenemos un episodio sobre lo que hacen para la comunidad con esto y con lo
otro, y meten algunas minorities, en un episodio me hablan de todo lo que
hicieron por los hinchas con discapacidades y en otro del autismo (ligando al
hijo de un jugador con una hincha), y nos muestran a distintos tipos de hinchas
y a la comunidad, y la importancia del fútbol femenino, y etc. Pero no es
fútbol. O sólo de costado. O un poco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Welcome
to Wrexham</span></i><span face=""Lucida Sans","sans-serif""> me
molestó, además, porque es muy sobre Ryan (y un poco menos de Rob, el amiguito
que juega muy bien su papel de sidekick, de minor celebrity amiga de la big
celebrity). El título, después de un rato, parece que es en verdad que la gente
de Wrexham le están dando a Ryan y Rob la bienvenida a Wrexham: qué buenos que
son que vinieron para salvarnos. Pero hay algo que me irrita más. Y es que este
pibe, este neófito total, de pronto tiene un club de fútbol, lo compra, y no
tiene la más puta idea de lo que es el fútbol. Aprende a sufrir fútbol siendo
dueño de un club, a los 40 o algo así. Eso no da, está mal. Uno tiene que
sufrir de chico en los tablones, con su papá, y después hacerse millonario y
comprar un club de fútbol. Pero además, un poco pasa a ser una gran publicidad
del fútbol para gringos, una explicación, un tell don’t show, vía el simpático
de Ryan (quien, aunque odié la serie, me sigue pareciendo simpatiquísimo, no lo
puedo evitar), y el título podría pasar a ser “Welcome to soccer, ehem,
football, Ryan”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Si esto no es el
fútbol, el fútbol dónde está, me preguntarán, y se los responderé. No creo que
pueda haber mejor consumo cultural sobre el fútbol que la bellísima novela
Fever Pitch, de Nick Hornby (nota mental: releerla pronto, ya). Y en el mundo
series, la del Leeds de Bielsa está muy bien, sobre todo porque tiene las dos
partes, la debacle y la redención. Pero la mejor serie de fútbol que vi, y
acepto de mis fieles lectores, ustedes dos que andan por ahí, recomendaciones,
la mejor, lejos, es Sunderland ‘Til I Die. Un club de verdad, hinchas de verdad
y fracaso mucho fracaso, que es lo que pasa siempre al final. Y me acabo de enterar, después de escribir esto y antes de publicarlo, que ya está la tercera temporada. En Netflix.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Por lo menos así /
leo veo / yo. <o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-58278218980453350412024-01-30T11:37:00.000-03:002024-02-05T10:25:49.436-03:00Contar todo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrsPwi4UvYXYykaC8kq927SVAvOOcC5sMugQe5IHcz6c5WsoiQnFRiF0TEeJvlJXZKXk_jFcy9vMtZTO15ZUDYRESeeczVzmgNRm5N6jJJTn1p3wdxJWBuckW8GL2iWYsLX1_xpVrolWTNkok1VNOZDQtrFyaEoJ-0KW4acAk99CcUqs4YunIeT0KxxQ/s1600/joy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrsPwi4UvYXYykaC8kq927SVAvOOcC5sMugQe5IHcz6c5WsoiQnFRiF0TEeJvlJXZKXk_jFcy9vMtZTO15ZUDYRESeeczVzmgNRm5N6jJJTn1p3wdxJWBuckW8GL2iWYsLX1_xpVrolWTNkok1VNOZDQtrFyaEoJ-0KW4acAk99CcUqs4YunIeT0KxxQ/s320/joy.jpg" width="240" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alguien a quien contarle todo</i>, de Joana
D’Alesio, @rejoychu en Twitter y amiga en la vida real, que confirma una vez
más que en La Crujía están pasando cosas buenas. El libro es, según la
contratapa, “un libro de relatos entrelazados que funciona como una novela
rota” y no está mal, me parece, la descripción. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">La narradora de
los relatos o de la novela es una mujer joven con una hija, un poco neurótica,
que nos va contando lo que le pasa como madre, como mujer, como esposa, como
hija, como hermana y como amiga, siempre mirándose un poco de costado, como
dudando de sí misma, y esa vocecita que se mira y mira al costado y nos cuenta,
con humor, lo que le pasa, se me hizo cercana. Por ejemplo, cuando su amiga
llora por una pelea menor con la pareja, mientras la narradora está con una
preocupación mucho mayor, tiene tiempo para pensar cómo lloran las dos: “Juli
cuando llora es más linda todavía que cuando no llora. Sus ojos verdes se
vuelven más brillantes. (...) Me da envidia, yo cuando lloro parezco un
boxeador medio viejo que acaba de perder la última pelea de su vida, ella en
cambio es como una doncella que perdió su conejo blanco.” (p. 30).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Como novela rota,
el libro habla de dos grandes duelos, el de la pareja y el de la madre, y de
cómo la mujer va a tener que seguir adelante sin esa persona a quien contarle
todo. En ese momento, se lee casi como una declaración de amor a la madre: “La
odio por haberse muerto antes de tiempo, ¿a quién le voy a contar esto? ¿Con
quién voy a hablar de las cosas si no es con ella? Mamá es la única que
entendería esta bronca que siento ahora, tengo un agujero en el pecho lleno de
lava, me arde.” (p. 71) Pero al final del día todas esas cosas que atraviesa la
narradora, eso de pensarse como madre, como mujer, como esposa, como hija, como
hermana y como amiga, cuando ya no se procesa hablando con la madre se
procesará hablando con sí misma, como ha hecho siempre, con esa vocecita
curiosa y cercana que cautiva a lo largo del libro (y, por qué no,
escribiendo).<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-23956349071447646172024-01-29T22:18:00.000-03:002024-01-29T22:18:04.311-03:00Tragedia moderna<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEksdhsASahLz3Stw1zCRu34rjdckmQ-7HXDxVzxEtDuT-DxmkE05ovOBMDka2jPTCunkLogW7fnf2Gdy5H2JmihEwkJTQhRG_j_O44SXhXLL8DwymsgVysxVkOcXPru_96ttL6XRRz48kXRUUzpupIWFFbbS6R7nSd7c1GZyiG8M-Hf0VAw6-LfAnUg/s225/smiley.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEksdhsASahLz3Stw1zCRu34rjdckmQ-7HXDxVzxEtDuT-DxmkE05ovOBMDka2jPTCunkLogW7fnf2Gdy5H2JmihEwkJTQhRG_j_O44SXhXLL8DwymsgVysxVkOcXPru_96ttL6XRRz48kXRUUzpupIWFFbbS6R7nSd7c1GZyiG8M-Hf0VAw6-LfAnUg/s1600/smiley.jpeg" width="225" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí <i>A Thousand
Acres</i>, novela de Jane Smiley ganadora del Pulitzer de 1992 y el National Book
Critics Circle Award de 1991. La novela no me volvió loco, pero tiene cosas muy
buenas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><i>A Thousand Acres</i>
relata la caída de una familia, los Cook de Zebulon County, Iowa. Los Cook eran
una familia importante en el condado, habían logrado en tres generaciones
amasar la considerable superficie de mil acres (poco más de 400 hectáreas), el
tamaño máximo que se consideraba en esa época y lugar que podía atender una
familia dedicada a eso. Lo habían logrado a partir de una ética de trabajo,
esfuerzo y ascetismo, la ética protestante de los inmigrantes del Norte de
Europa instalados en el Midwest. “Era como si tuviéramos un catequismo: ¿qué es
un granjero? Un granjero es un hombre que alimenta al mundo. ¿Cuál es el primer
deber de un granjero? Producir más comida. ¿Cuál es el segundo deber de un
granjero? Comprar más tierra. ¿Cuáles son las señales de una buena granja?
Campos limpios, edificios bien pintados, desayuno a las seis, cero deudas, nada
de agua estancada. ¿Cómo sabrás al conocerlo que estás frente a un buen
granjero? No te pedirá ningún favor.” (p. 45). Lo mejor del libro es justamente
eso, cómo describe hasta el detalle ese mundo rural, esa forma de vida, ese
tipo de comunidades. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Pero el libro va
un poco más adentro, a una familia en particular. Y detrás de esa ética de
trabajo Smiley relata un drama mayor. Larry Cook es el padre de tres hijas
(Ginny, Rose y Caroline) y al comienzo de la novela, en 1979, decide retirarse
y entregarle la granja a sus hijas y yernos. Más allá de los detalles, y sin
querer contar más de lo debido, allí comienzan los problemas que llevarán a la
caída de la familia, pero en verdad se van develando secretos guardados por
décadas; secretos que muestran que detrás de esa ética de trabajo se escondían
verdades oscuras de las que no se podía hablar, en parte, porque esas
comunidades viven de las apariencias. Y una forma de vida de subordinación
total para la mujer, desde ya. La novela se convierte así en un drama familiar
que no me parece brillantemente contado, ni por el vuelo del lenguaje ni por la
profundidad de la narradora, que es la mayor de las hijas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><a href="https://teachersinstitute.yale.edu/curriculum/units/2001/4/01.04.06/3"><i>A Thousand Acres</i>
es obviamente una reposición de <i>King Lear</i></a> (aunque aclaro que digo "obviamente" pero yo sólo me doy cuenta de esto cuando me lo dicen): el padre de tres mujeres decide
entregarles su reino y a partir de ahí viene la caída. De hecho, hasta los
nombres dan la pauta: Lear es Larry, Goneril y Regan son Ginny y Rose, Cordelia
es Caroline, etc. Pero la moralidad está corrida: la historia básica de Lear,
donde el rey tiene una falla trágica pero no es necesariamente un demonio, una
hija es “buena” y otras dos “malas”, se va corriendo y el “mal” parece ser
mucho más esa forma de vida que uno u otro personaje. Y ahí tampoco me convence
mucho la cosa, porque aunque pueda ser cierto que esa forma de vida rural pueda
engendrar dramas como el de los Cook, no me convence lo que me trata de decir
la narradora, y tampoco veo la profundidad emocional de personajes atrapados en
esa olla de presión.<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-35053153086124169552024-01-22T09:10:00.002-03:002024-01-22T09:10:22.353-03:00Increíblemente triste<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguX2y-kGxgSqRsBbBE2Xkr0cMVTK6ls__DeVzWAyHnzDqS-G_qjs0k-HDI5TBt9jGMSQZW2nNZR0eg6aurZpPSWNifG6Ym9WS-TQ5vvCORMZv3iMklPSqGauH1ma0Z7AjJp6SwmfEoVoKAsXs78VXrIXlTqNalTVPpOVv2QiuwnHZ5oyCr45hhKIDTgQ/s391/oskar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="391" data-original-width="255" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguX2y-kGxgSqRsBbBE2Xkr0cMVTK6ls__DeVzWAyHnzDqS-G_qjs0k-HDI5TBt9jGMSQZW2nNZR0eg6aurZpPSWNifG6Ym9WS-TQ5vvCORMZv3iMklPSqGauH1ma0Z7AjJp6SwmfEoVoKAsXs78VXrIXlTqNalTVPpOVv2QiuwnHZ5oyCr45hhKIDTgQ/s320/oskar.jpg" width="209" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">Hoy a la mañana me desperté temprano, antes de que sonara la alarma, y me quedé en la cama leyendo <i>Extremely
Loud and Incredibly Close</i>, de Jonathan Safran Foer. Al rato estaba
llorando. Leía y lloraba, pasando las páginas del Kindle con el dedo que secaba
las lágrimas, pensando qué lindo que es que un libro te pueda movilizar así,
pensando qué hijo de puta este Jonathan que me lo hace de nuevo porque si no
llegué a las lágrimas con <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2017/06/somos-memoria.html"><i>Everything is
Illuminated</i> </a>estuve cerca, pensando en ese chico y su padre y su abuelo,
porque el libro, aunque sea sobre el 11 de septiembre y sobre el duelo y el
dolor es, para mí, antes que nada, sobre padres e hijos, y <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/06/un-mes.html">pensando en mi viejo</a>, claro.</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Extremely Loud and Incredibly
Close</i> es la historia de Oskar Schell, un niño de nueve años que para mí
tiene rasgos del espectro (aunque no hay nada definitivo al respecto en la
novela y <a href="https://medium.com/@IreneSchultz/the-extremely-incredible-spectrum-31dfbb3ff674#id_token=eyJhbGciOiJSUzI1NiIsImtpZCI6IjkxNDEzY2Y0ZmEwY2I5MmEzYzNmNWEwNTQ1MDkxMzJjNDc2NjA5MzciLCJ0eXAiOiJKV1QifQ.eyJpc3MiOiJodHRwczovL2FjY291bnRzLmdvb2dsZS5jb20iLCJuYmYiOjE3MDQ4MDcxNzUsImF1ZCI6IjIxNjI5NjAzNTgzNC1rMWs2cWUwNjBzMnRwMmEyamFtNGxqZGNtczAwc3R0Zy5hcHBzLmdvb2dsZXVzZXJjb250ZW50LmNvbSIsInN1YiI6IjExMTMyNDk2MzgyOTk1MDk1NjI4NyIsImVtYWlsIjoiZnNhbnRpbGxhbjE3QGdtYWlsLmNvbSIsImVtYWlsX3ZlcmlmaWVkIjp0cnVlLCJhenAiOiIyMTYyOTYwMzU4MzQtazFrNnFlMDYwczJ0cDJhMmphbTRsamRjbXMwMHN0dGcuYXBwcy5nb29nbGV1c2VyY29udGVudC5jb20iLCJuYW1lIjoiRmVybmFuZG8gU2FudGlsbGFuIiwicGljdHVyZSI6Imh0dHBzOi8vbGgzLmdvb2dsZXVzZXJjb250ZW50LmNvbS9hL0FDZzhvY0lQMGRqSTRqUzlEa2J1YzVjQWcwMlhXYXJISDJ4dzlPR25ENFBFM3I5MWdRPXM5Ni1jIiwiZ2l2ZW5fbmFtZSI6IkZlcm5hbmRvIiwiZmFtaWx5X25hbWUiOiJTYW50aWxsYW4iLCJpYXQiOjE3MDQ4MDc0NzUsImV4cCI6MTcwNDgxMTA3NSwianRpIjoiYWRlN2YzMGIwOTdmZmNkNjBmZjVmNGM0ZDBlNDQzOTlhYTAwOWU4YSJ9.ClQSAsOsPRgEBAFDA1zgRL7hruFnXZWVkKexKcbDOKBbQ3h7rFBzoJ3ByvyNzBaQHjbDvqPWqD0Cg1plEicgAYS-gZhr-L9eComV8u6rHsBiAY4b0fAab4EpVZ-xo72Z8AyQF0txTkz_PJ8KfgXJIuC_yYgBAv_OL2Migfwm0V0MRVqD9PgoRTXkXaNpysG-ULhS7XfnRvxxiUEKQMGX-8-uAxjZ8CAMsaJLbpKEozqk8pGGoyyV347jdyxz6j-OvUylbBYRD0MEsoxJQAb1zUttb0nrAUZ7-PhSOkK2mC5OkfESq1h8jXgAGy30vUw-hh4vsNZYip4SY6hnrzPGXQ">según este blog </a>Foer dice que no y yo soy un normativizador feo malo
caca por pensarlo). Más importante, Oskar está pasándola muy mal porque hace un
año su padre murió en las torres gemelas en los ataques terroristas del 11 de
septiembre de 2001. Ese día, Oskar había llegado a la casa de la escuela y
había escuchado, así chiquito como era, los mensajes que había grabado en el
contestador su padre desde la torre. Al año, cuando conocemos a Oskar, el niño
encuentra una llave que supone que pertenecía al padre y comienza la búsqueda del
candado correspondiente por toda Nueva York. (Pienso ahora cuán masculino el
tema de buscar donde meter eso que tiene él ahí). Buscando el candado para su
llave, Oskar está buscando más bien otra cosa, claro; está buscando aceptar la
muerte de su padre, está buscando aceptar que su madre puede tener un “amigo”, está buscando encontrar
la manera de seguir adelante sin su papá.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">La novela también va hacia atrás, relatando parte de la historia
familiar: del padre de Oskar y, sobre todo, de sus abuelos paternos. Sus
abuelos son sobrevivientes de los bombardeos a Dresden en la Segunda Guerra
Mundial, en los que no sobrevivió la hermana de la abuela, que era la novia del
abuelo, y que estaba embarazada. (Dresden en la literatura es <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2013/09/al-matadero.html">Slaughterhouse-Five</a></i> de Vonnegut, claro). Aunque el narrador principal de la novela es
el propio Oskar, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Extremely Loud...</i>,
como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Everything is Illuminated</i>, se
construye con distintos tipos de textos o distintos narradores. En este caso con la narración de Oskar y con cartas que la abuela le escribe a
Oskar y el abuelo al padre de Oskar. Hay también un texto totalmente distinto de los demás,
que Oskar elige compartir con su clase en la escuela: una entrevista de una
madre japonesa sobreviviente de una de las bombas atómicas que relata cómo
murió su hija ese día. Ese texto, la decisión de Oskar de elegir compartir ese
texto, subraya el tema del duelo, y del duelo por un padre o hijo y por un
hecho extraordinario: madre-hija en la bomba atómica de Nagasaki, novio-novia e
hijo no nacido en el gran bombardeo de Dresden, padre-hijo e hijo-padre en las
torres gemelas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">Sea como sea, la búsqueda de Oskar, con las limitaciones del caso
porque es un niño muy chico que está muy solo, y por las limitaciones propias
por ser de alguna manera neurodiverso, te rompe el corazón. La novela ha sido
criticada por ser un poco artificiosa (el abuelo en Dresden, el padre en las
torres gemelas) pero cualquiera que te haga sentir sólo con palabritas algo así
como lo que sentí yo merece un reconocimiento; alguien que me mueva como me
movió Foer a seguir leyendo porque quería seguir acompañando al bueno de Oskar
en su proceso es algo especial. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">Terminé el libro así, leyendo en el Kindle tempranísimo, con los ojos
rojos, y al rato me llegó el mail de todas las mañanas que me manda el New York
Times con la palabra del día. “Patrilineal”, decía, “Relating to or based on
relationship to the father or descent through the male line”. “Patrilineal.
Relativo a o basado en la relación al padre o la descendencia a través de la
línea masculina.”</p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcNijNfGSSOxEyIY2oZy_zDGyqd2mgX1dm2LzYSpDE9RpmobWSakMH97eK7v1ChxyS1sxagpt__HtLQ7NTBqxQ2kKBha-Li1CAUHWbwe5TLX0Lv1-o9Vf3wCK7PhzIkbcuRMQXS-DCI4rPZ_uxrvi5wIq1rsudOdX5gCJpkA__QiL35vWVTFJPaoG-gQ/s1290/SharedScreenshot.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="652" data-original-width="1290" height="162" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcNijNfGSSOxEyIY2oZy_zDGyqd2mgX1dm2LzYSpDE9RpmobWSakMH97eK7v1ChxyS1sxagpt__HtLQ7NTBqxQ2kKBha-Li1CAUHWbwe5TLX0Lv1-o9Vf3wCK7PhzIkbcuRMQXS-DCI4rPZ_uxrvi5wIq1rsudOdX5gCJpkA__QiL35vWVTFJPaoG-gQ/s320/SharedScreenshot.jpg" width="320" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><br /></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-51649066051686831262024-01-08T09:52:00.001-03:002024-01-15T09:29:57.157-03:00Desnudo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmR3ZidytKtLuF2muffdfCqyQ-CXF0Ab5-s-Z7og8maXya2Ase5rEGtXE_8W5E7yeWc4URrIRTco7M3jtng2uiU4pn_Rtvt3qYTbssgiDnWE9vm9GTPIvwNupWDoUPomu3TOGCryRwPzJsAgUsWSe3H4BqleUtxxjmcY77iBxUFr13mydzqf2oKh-L7Q/s277/messud.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmR3ZidytKtLuF2muffdfCqyQ-CXF0Ab5-s-Z7og8maXya2Ase5rEGtXE_8W5E7yeWc4URrIRTco7M3jtng2uiU4pn_Rtvt3qYTbssgiDnWE9vm9GTPIvwNupWDoUPomu3TOGCryRwPzJsAgUsWSe3H4BqleUtxxjmcY77iBxUFr13mydzqf2oKh-L7Q/s1600/messud.jpg" width="182" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Emperor’s Children</i>, de Claire
Messud, y me pareció una novela extraordinaria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">En los meses
previos al 11 de septiembre de 2001, tres amigos de alrededor de 30 (Danielle,
Marina y Julius) tratan de encaminar sus vidas o aceptar que la cosa les está
costando más de lo que esperaban. Alrededor de ellos, el padre de Marina,
Murray, presenta una sombra formidable, la madre es una figura de entereza, el
sobrino de 18 (Bootie) rompe los esquemas mientras su madre sufre y un
periodista australiano juzga todo desde afuera (o adentro). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Como un soldado de
infantería, Messud dispara y se mueve, dispara y se mueve. La novela está
armada en primeras terceras sucesivas; es decir, cada capítulo sigue a un
personaje y sus pensamientos (primera persona) pero bastante desde afuera
(tercera persona). Tanto que al final no podemos decir que haya un héroe o
heroína de la novela sino por lo menos cinco personajes principales (los tres
amigos, Murray y Bootie). Y está bien, porque no hay un héroe bien construido y
un conjunto de cartones pintados alrededor, sino unos cuantos personajes bien
construidos, cada uno protagonista de su historia. Así, por momentos el libro
parece una tragedia con Murray de héroe y otras un Bildungsroman con los otros
cuatro y en el fondo es todo eso o nada de eso. De la misma manera, el título
del libro hace referencia al libro que escribe Marina (sobre los usos de la
moda infantil en la sociedad), a los amigos como hijos del imperio a punto de
ser atacado, a la hija y los amigos de Murray o al hecho de que el emperador,
todos los emperadores, están desnudos, que cada una de nuestras vidas está
condenada al fracaso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Messud teje todo
esto con una prosa densa, de muchas subordinadas, logrando una musiquita muy
especial de la que siempre querés un compás más y así va tejiendo y moviendo
hasta que todo cambia al final o, quizás, nada cambia.<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-75564206127165179282024-01-08T09:52:00.000-03:002024-01-08T09:52:02.469-03:00Lecturas 2023<p><span face=""Lucida Sans", "sans-serif"" style="text-align: justify;">Para mí, no fue el
año más auspicioso para leer: otra mudanza, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/06/un-mes.html">la muerte de mi viejo</a>, el trasfondo
electoral. En total, leí 26 libros, 16% por debajo del promedio de 31 que llevo
desde que sigo mis estadísticas de lectura (2012-2023). Hay sólo un año con menos
libros leídos (2021) y otro de 26 libros como este (2013).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Siguiendo con lo
estadístico, la mitad de los libros fueron en inglés (el promedio de 2012-2023
es de 58%) y el 77% de varones (apenas por debajo del promedio de 80%). <i>You are
still short on women</i>, Fer. Como de costumbre, el cuadrante más flojo es el de
mujeres en español, que este año sumó exactamente cero libros... Es un
problema, pero las escritoras argentinas más de moda (Enríquez, Schweblin) no
me divierten. Como de costumbre, leí más ficción (77%) que no ficción (23%)
pero no ficción fue relativamente alto para lo que es habitual (no tengo la
estadística completa de esta variable).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">En cuanto al
contenido, un poco más de la mitad de los libros que leí en 2023 corresponden
de alguna manera a proyectos de lectura. Hay tres del proyecto Borges: los dos
libros que me faltaban para terminar las obras completas y el excelente <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/04/erudicion-al-servicio-del-aficionado.html"><i>Borges Profesor</i> </a>de Arias y Hadis. Con esto “cerré” el proyecto Borges; nunca se deja
de leer Borges, claro, pero no creo que lo haga mucho en los próximos años. Con
<a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/12/la-construccion-de-un-imperio.html"><i>From Colony to Superpower</i></a> de George Herring cerré lo que me faltaba del
proyecto de la Oxford History de EE.UU.; ahora hay que esperar que se publique
el libro de Bruce Shulman, que es sobre el período que más me interesaba
inicialmente (1896-1929). Finalmente, hay diez libros dentro del proyecto de
literatura americana de los siglos XX y XXI, donde no incluyo dos libros de Lee
Child porque no creo que entren en la categoría de literatura. Abajo el listado
completo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Lo peor de 2023 es
que no leí ningún libro publicado por un amigo, salvo <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/11/jugar-en-primera.html"><i>Las grandes ligas</i></a> de
Ignacio Valiente, con quien nos escribimos cada tanto pero no nos conocemos
personalmente. A ver si se ponen las pilas los amigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">2024 pinta mejor:
el primer apunte de lectura será seguramente de <i>The Emperor’s Children</i>, de
Claire Messud, que estoy disfrutando mucho; y tengo dos o tres más que pintan
bien para enero. Veremos cómo nos va y si el mundo acompaña para tener un buen
año de lecturas. Cierro entonces deseándole eso a los tres o cuatro lectores de
este blog: que 2024 los encuentre con buenos libros y las condiciones para
leerlos con alegría. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><u><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Proyecto Borges<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">1.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Martín Arias y Martín Hadis, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/04/erudicion-al-servicio-del-aficionado.html"><i>Borges profesor</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">2.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jorge Luis Borges, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/01/el-arte-de-injuriar.html"><i>Textos cautivos</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">3.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jorge Luis Borges, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/06/el-fin.html"><i>Biblioteca Personal. Prólogos</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><u><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Proyecto
Literatura Americana<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">1.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Louis Begley, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/07/una-vida.html"><i>About Schmidt</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">2.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Louis Begley, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/08/schmidt-encuentra-un-camino.html"><i>Schmidt Delivered</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">3.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Louis Begley, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/08/schmidt-en-la-recta-final.html"><i>Schmidt Steps Back</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">4.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Evan Connell, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/07/silenciosa-desesperanza.html"><i>Mrs. Bridge</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">5.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Paula Fox, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/06/desesperar.html"><i>Desperate Characters</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">6.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mary Gordon, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/12/hasta-aca-llegue.html"><i>There Your Heart Lies</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">7.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Oscar Hijuelos, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/02/pastelon.html">Beautiful María of mySoul</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">8.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lorrie Moore, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/09/muerte-locura-belleza.html"><i>I am Homeless if This is not my Home</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">9.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Robert Penn Warren, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/07/cargas.html"><i>All the King’s Men</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">10.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>John Steinbeck, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/06/esa-tierra-monstruosa.html">Travels with Charley</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><u><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Proyecto
Cambridge History<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">1.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/12/la-construccion-de-un-imperio.html">George Herring, From Colony to Superpower</a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><u><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Otros<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">1.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lee Child, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/01/mala-suerte-problemas-verguenza-y.html">Bad Luck and Trouble</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">2.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lee Child, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/02/la-peor-por-ahora.html">Nothing to Lose</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">3.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mario Levrero, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/01/oscuridad.html">París</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">4.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pedro Mairal, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/02/la-musica-ambivalente-de-este-mundo.html">Esta historia ya no estádisponible</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">5.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Salvador Benesdra, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/05/fallar.html">El traductor</a></i>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">6.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ignacio Valiente, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/11/jugar-en-primera.html"><i>Las grandes ligas</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">7.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ian McEwan, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/04/bella-perversion.html">First Love, Last Rites</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">8.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sally Rooney, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/12/millennials.html"><i>Beautiful World, Where AreYou</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">9.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jared Diamond, Guns, Germs, and Steel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">10.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Anna Funder, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/03/cronicas-de-la-deshumanizacion.html">Stasiland</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">11.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Khalil Gibran, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/08/el-profeta.html">The Prophet</a></i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">12.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Chimamanda Ngozi Adichie, <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2023/01/mas-que-consejos-de-crianza.html">A Feminist Manifesto in Fifteen Suggestions</a></i>.<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-20290029664471246502023-12-27T09:37:00.002-03:002024-01-02T08:41:59.209-03:00Macrohistoria<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbHx-F5dQRDMyxh1X3OLuj6la4PJmx2Y7oYnHJhwhqtAJ0B37aCPoWa30JFrtN1ItGWbuC1Tj306X39PseEv3EJqMtLbIC6UaFUGrzq6D5HezHeT0wObDwZRhrY_ECbZsHKKvn6bEFHAm1YplDeCjHQv6jv5MUT3q9DpP67JHZgysoX0TPAa38HovKBg/s360/germs.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="235" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbHx-F5dQRDMyxh1X3OLuj6la4PJmx2Y7oYnHJhwhqtAJ0B37aCPoWa30JFrtN1ItGWbuC1Tj306X39PseEv3EJqMtLbIC6UaFUGrzq6D5HezHeT0wObDwZRhrY_ECbZsHKKvn6bEFHAm1YplDeCjHQv6jv5MUT3q9DpP67JHZgysoX0TPAa38HovKBg/s320/germs.jpg" width="209" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Leí “Guns, Germs, and Steel”,
clásico de la economía del desarrollo que había visto citado un montón de veces
sin haberlo encarado nunca. Es un librazo, muy bien argumentado, que te explica
a grandes trazos, un poco como <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2020/04/a-trazos-gruesos.html">Sapiens </a></i>de Harari, la macro-historia, partiendo de una pregunta básica: ¿por qué
los pueblos europeos conquistaron América, África y Oceanía? ¿Por qué fue así y
no al revés? La respuesta, dice Diamond, no está en la raza o en la cultura,
sino en la geografía; pero no en la geografía tonta (“la gente en los trópicos no
trabaja”) sino en entender que lo que puede y lo que no puede hacer el humano
está condicionado por la geografía (y lo estaba mucho más hace 500, 2.500 y
50.000 años).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">El argumento es más o menos el
siguiente. Los europeos conquistaron el mundo entre los siglos XV y XIX
básicamente porque tenían aquello que anuncia el título, armas, gérmenes y
acero. Y tenían todo eso porque tenían más población y mayor densidad de
población. La densidad genera tecnología y gérmenes, y lo de los gérmenes no es
menor: dice Diamond que se estima que las enfermedades mataron hasta 95% de la
población americana precolombina. Los europeos tuvieron el crecimiento
poblacional que permitió aquello básicamente por dos razones. Primero, porque
en Eurasia había más plantas y animales domesticables que en las Américas,
África y Oceanía. Es decir, de lo que a hoy ha sido domesticado, más estaba
disponible en Eurasia; no es que los humanos de uno u otro lugar hayan sido
mejores que otros para hacerlo, sino que tuvieron la suerte o no de tenerlos a
su disposición para jugar con ellos hasta poder controlarlos. Las plantas son
comida, mucha que se puede guardar, y los animales son proteína, son fuerza
motriz y fuente de otras cosas como lana y, también, fuente de gérmenes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">La segunda gran razón es que las
plantas, los animales, los hombres y toda la tecnología y conocimiento que
venía con ellos podían moverse más fácilmente en Eurasia que en los demás
continentes por la simple razón de tener un eje este-oeste y no norte-sur. Los
seres vivos resisten mal los cambios norte-sur (diferencias de temperaturas y
de cantidad de luz solar). Además, América y África tienen accidentes
geográficos específicos (el istmo de Panamá, desiertos, zonas tropicales con
enfermedades para las que los humanos o animales no tienen inmunidad, etc.).
Por todo esto, las civilizaciones nacidas en la Mesopotamia y en China pudieron
moverse mucho más libremente que las dos grandes civilizaciones andinas, por
ejemplo, que nunca llegaron a conectarse. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">In short, plant and animal domestication meant much more food and hence much denser human populations. The</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">resulting food surpluses, and (in some areas) the animal-based means of transporting those surpluses, were a</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">prerequisite for the development of settled, politically centralized, socially stratified, economically complex,</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">technologically innovative societies. Hence the availability of domestic plants and animals ultimately explains</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">why empires, literacy, and steel weapons developed earliest in Eurasia and later, or not at all, on other</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">continents. The military uses of horses and camels, and the killing power of animal-derived germs, complete the</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">list of major links between food production and conquest that we shall be exploring. (p. 40).</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">El libro explica todo esto con
muchísimo detalle, lo cual lo hace super claro. Por ejemplo, muchas páginas
sobre por qué los animales son o no domesticables. Y el autor se pregunta y se
responde usando todo tipo de argumentos, basándose en cuestiones biológicas,
lingüísticas y arqueológicas. Por todo esto, ese argumento que resumí en dos
párrafos se hace súper creíble. También, claro, se hace un poco largo, por lo
que a los que no son tan nerds quizás les alcance con la introducción y la
conclusión. Sobre todo, se me hicieron largos los últimos capítulos donde pone
a prueba, entre comillas, su teoría contrastándola con los conocimientos
disponibles sobre los movimientos de la humanidad en cada uno de los
continentes. Más allá de ello, un libro espectacular, que justifica ampliamente
su condición de clásico.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Original de la cita</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">"In short, plant and animal domestication meant much more food and hence much denser human populations. The resulting food surpluses, and (in some areas) the animal-based means of transporting those surpluses, were a prerequisite for the development of settled, politically centralized, socially stratified, economically complex, technologically innovative societies. Hence the availability of domestic plants and animals ultimately explains why empires, literacy, and steel weapons developed earliest in Eurasia and later, or not at all, on other continents. The military uses of horses and camels, and the killing power of animal-derived germs, complete the list of major links between food production and conquest that we shall be exploring." (p. 40).</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">"If your country has the geographic good fortune to include Argentina’s expanse of temperate-zone pampas for growing wheat and cattle, even Argentina’s notoriously bad government can’t reduce your country to poverty." (p. 8).</p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-55411857761538668802023-12-26T15:27:00.004-03:002023-12-26T15:27:51.359-03:00Tener en casa a tu papá (cuento)<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: georgia;">“¿Cuánto falta?”, preguntó Benja desde la tercera fila de
asientos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“Ocho minutos”, dijo Memo, porque eso decía Waze que faltaba
hasta la esquina donde doblamos para ir a la cancha. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“Y de ahí ocho minutos hasta el acceso, ocho hasta el
estacionamiento y ocho hasta el palco”, dije yo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Fue premonitorio: tardamos exactamente eso hasta el puente
rojo y el vallado donde controlan los permisos de estacionamiento; y ocho
minutos a paso de hombre hasta el estacionamiento. El acceso estaba obstruido
por colectivos estacionados, por gente caminando por la calle y por grupitos de
hinchas vestidos de rojo alrededor de vendedores con heladeras de telgopor. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“Qué Fernet generoso”, dijo Sole; un tipo de musculosa negra
servía el Fernet en vasos de plástico grandes, y otro abrió una botella de Coca
que explotó por el gas, salpicando a todos los muchachos de la ronda.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Estacionamos y caminamos por Alsina; pasamos un cacheo,
pasamos debajo de las vías y accedimos al predio. Después de otro cacheo usamos
las entradas magnéticas en los molinetes. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“Hoy tenemos que tocar el botín izquierdo de Bochini, con el
derecho perdimos”, dijo Benja. Unas semanas atrás, con el enano habíamos tocado
el botín derecho de la escultura del ídolo del club tratando, sin éxito, de
generar una cábala y una tradición. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“No sé, quizás tenemos que probar sin tocar al Bocha, Benja,
¿qué pensás?”, le dije. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“No, no, hoy el izquierdo, y si perdemos...” </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“¡No, Benja!”, lo interrumpí, “hoy no podemos perder, hoy no
vamos a perder”. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“No, no, ya sé”, me respondió el hijo menor de Memo, un primo
que es amigo pero que en verdad es hermano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Seguimos por el playón y entramos al estadio por la
garganta. Subimos las escaleras y caminamos paralelo al arco de los milagros,
viendo a la izquierda la pileta, verde en el final del invierno, y al llegar a
la otra garganta enfilamos para el arco de las vías. Ahí miré el reloj heredado
del viejo y puse mis manos en los bolsillos del jean. Se estaban cumpliendo los
ocho minutos de la última etapa y yo caminaba con las manos en los bolsillos,
la campera abierta, la bufanda roja sin atar, cayendo hacia cada uno de los
bolsillos donde tenía mis manos, mis zapatos un poco hacia afuera, como si
estuvieran marcando las dos menos diez. Estaba caminando en la postura típica
de mi viejo, igual a la foto que tenía detrás de su bar, en la que estaba en el
otro lugar de sus pasiones, el hipódromo. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Empezamos a bajar las escaleras y escuché a papá decir
“vengan, chicos, quédense cerca”. “Síganme”, nos dijo, y nos pasamos del piso
del palco que tenemos con Memo;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llegamos
a la planta baja y doblamos a la izquierda, “por acá”, y entramos al túnel que
lleva a la popular local. “Quiero ver cómo forma la reserva”, dijo el viejo, y
ahí sobre la pared de siempre estaba pegado un papel membretado, con los
números gordos en rojo. El equipo titular iba con Goyén; Clausen, Villaverde,
Trossero y Killer; Giusti, Marangoni, Burruchaga y Bochini; Morete y Calderón.
En la reserva jugaba un diez que prometía, Merlini. Salimos del túnel de vuelta
hacia las piletas y doblamos a la izquierda, caminamos unos metros y entramos a
la confitería que está debajo de la popular local, la de la visera icónica.
Comimos milanesas con papas fritas y papá nos dejó tomar Coca, que venía en
botella de vidrio. Después de terminar, y antes de ir a nuestras plateas, papá
le compró un gorrito tipo piluso a Memo, que desde ese día fue hincha de
Independiente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Volvimos a subir las escaleras, ahora oscuras como el
Fernet, y escuché que papá me decía “vos seguí viniendo, Negro, seguí viniendo
que veo todo con tus ojos”, y cuando salimos de las escaleras Benja me dijo
“Perro: ¿estás bien, Perro?” </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNWBn3HM-QGL0BiTDF9ab7Pnl_IDtcc0f3aRoZN0GP-dSQitov80pibhjVUs2oRM4KpclpBmVUkm5O4Jm2c4Z4A0noWGnNwp2VIuF2ZMqkBAU2FsQF8-PiwatNbA2Ot-pFjSTS9lXEsJh0z0gouvkB4VYVhCqh1f25TEkgE-CeI2XPN5siT4ryhqdMgA/s733/3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="733" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNWBn3HM-QGL0BiTDF9ab7Pnl_IDtcc0f3aRoZN0GP-dSQitov80pibhjVUs2oRM4KpclpBmVUkm5O4Jm2c4Z4A0noWGnNwp2VIuF2ZMqkBAU2FsQF8-PiwatNbA2Ot-pFjSTS9lXEsJh0z0gouvkB4VYVhCqh1f25TEkgE-CeI2XPN5siT4ryhqdMgA/s320/3.jpg" width="314" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Tenía puesto el gorrito de lana que le compré para su cumple
de ocho hace unos días y me acordé del partido contra Tigre, al final, cuando
me preguntó, después del gol para la victoria en la última jugada del partido,
con sus ojos enormes y su voz aguda, “¿estás llorando, Perro?”, y me acordé
también del mensaje de WhatsApp que le dejó hace un par de meses a mi hija, con
la misma voz inocente, diciéndole “no te preocupes, Lucre, tu abuelito ahora
está mejor porque está con Jesús”, aunque el viejo siempre tuvo, más bien,
simpatía por el diablo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">“Sí, Benja, ¿cómo no voy a estar bien? ¡Si le tocamos el
botín izquierdo al Bocha!”</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Abrí la puerta al palco y el estadio explotaba, el humo de
los fuegos artificiales salpicándonos a todos como la espuma de la botella de
Coca Cola, pero tiñendo todo de rojo.</span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-84284603634888925642023-12-04T10:19:00.000-03:002023-12-19T11:20:45.872-03:00Hasta acá llegué<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibOyorC_GFIvs4HJXFXz-21On8gzck6AwVkbW4fK-l3LKaT5-UrVrJQrf4TPyrPr-qCVy-W7JGRxiVwcf1ayhdff5jUCIBNAm5pU-pWotEbSa_wRniuQlpzd5LW7J4rAKTMDXpmOHaC-oI-vC07Sg5ixB_mJoX9co18CilOCUFs6ThrrRhSJjhSZ808A/s225/gordon.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibOyorC_GFIvs4HJXFXz-21On8gzck6AwVkbW4fK-l3LKaT5-UrVrJQrf4TPyrPr-qCVy-W7JGRxiVwcf1ayhdff5jUCIBNAm5pU-pWotEbSa_wRniuQlpzd5LW7J4rAKTMDXpmOHaC-oI-vC07Sg5ixB_mJoX9co18CilOCUFs6ThrrRhSJjhSZ808A/s1600/gordon.jpeg" width="225" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Empecé a leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">There Your Heart Lies</i>, de Mary Gordon, y
no duré ni cincuenta páginas. Una chica de la alta sociedad deviene comunista,
se casa sólo por apariencias con el ex amante homosexual de su hermano muerto,
y se embarca a España para colaborar con la causa republicana durante la Guerra
Civil. ¿Qué pasa después? No sé, apenas estuve unas noches con ellos en el
barco, pero el realismo social y la discusión moral entre los personajes si
está bien o no aceptar el upgrade a primera clase que reciben ya me molestó.
Probablemente yo no esté pasando un buen momento para la ficción, así que no
voy a decir mucho de Mary Gordon y su obra, solamente lo dejé, empecé algo de
no ficción, y dejo acá asentado que no logró captar mi atención.<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-3188725982283268222023-12-04T10:11:00.004-03:002023-12-28T12:05:58.712-03:00Millennials<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilxQ0LxirbGBVcLUBCMoYKZEwEuVH9bagGG30pKWcMMARAM8-zGu-gE5Zmuhi6Dnz-_3SNsrNHnRcY7yQFYWJ5PKZRbYwjxgGxyyJqEy3cj0g8hNm8BFgcUZ_5LfbuVSiOLICKd9PMdSkXxk6vIIkMvrkx2eSaab-4ZVjnOVIBfju4gZaed1Qytt7rhg/s1599/rooney.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilxQ0LxirbGBVcLUBCMoYKZEwEuVH9bagGG30pKWcMMARAM8-zGu-gE5Zmuhi6Dnz-_3SNsrNHnRcY7yQFYWJ5PKZRbYwjxgGxyyJqEy3cj0g8hNm8BFgcUZ_5LfbuVSiOLICKd9PMdSkXxk6vIIkMvrkx2eSaab-4ZVjnOVIBfju4gZaed1Qytt7rhg/s320/rooney.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Beautiful World, Where Are You</i>, de Sally
Rooney, de quien leí también <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2020/12/historia-adolescente.html">Normal People</a></i>. Debo decir que odié el final de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Beautiful
People…</i> (que no voy a spoilear) y disfruté algo la mayor parte del libro.
No un montón, no muchísimo, no sé si llega a bastante, pero por momentos
avanzaba rapidísimo en la lectura. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">La novela trata
sobre las relaciones entre cuatro personajes: Eileen y Simon se conocían de
chicos, aunque Simon era más grande, y siempre hubo algo ahí. Luego Eileen se
conoció en la universidad con Alice, que con el tiempo devino una novelista
exitosa, tuvo un breakdown, y se fue a vivir a un pueblo donde conoce a Felix a
través de una aplicación. En ese momento empieza la trama que relaciona a estos
cuatro millennials: Alice la novelista exitosa, Eileen la literata frustrada,
Simon el abogado de izquierda y Felix que trabaja en un depósito. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Todo eso se
estructura en dos tipos de textos. Por un lado, tenemos el relato en una
tercera persona que busca ser muy tercera, muy objetiva, y que por momentos
parece casi un guión o acotaciones teatrales, pero que por momentos no me
parece aceptable, porque no es realmente una mirada objetiva sino que trata de
aparentar objetividad. Por ejemplo, conocemos a Eileen en un capítulo que
empieza así: “A las doce y veinte de un miércoles, una mujer estaba sentada
detrás de un escritorio en una oficina compartida en el centro de Dublín,
escroleando para abajo en un documento de texto.” (p. 19) O, hacia el final de
una secuencia importante: “El mar hacia el oeste, el largo de una tela oscura.
Y hacia el este, subiendo y a través de las rejas, la vieja rectoría, azul como
la leche. Adentro, cuatro cuerpos durmiendo, despertando, durmiendo
nuevamente.” (p. 258) Por otro lado, están los mails que se mandan entre Eileen
y Alice, donde es todo subjetividad, pero que progresivamente me fueron
aburriendo, y hasta irritando, sobre todo cuando se convierten en una crítica
cultural de esta izquierda light tan millennial (la misma que está del lado
equivocado en Medio Oriente en estos momentos, aunque no hay nada del tema en
la novela, por supuesto) que encuentro tan irritante por livianita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">También me
irritaba Eileen, la millennial patrón, con su neurosis galopante, pero eso en
el fondo es lo que está bien del libro, la descripción de esta generación que
no logra separarse de sus propios ombligos. Mujeres y varones de edad adulta que
sigue comportándose un poco como adolescentes sin encontrar la manera de salir
de su loop. Dice Eileen: “La gente de nuestra edad se casaba y tenía hijos y amantes,
y ahora todos son solteros y viven con compañeros de departamento a los que
nunca ven” (p. 186). La soledad de los hiperconectados, que no pueden decirse
las cosas, que no pueden comunicarse, queda más puesta en evidencia por Felix,
que dice cualquier cosa, sin mucho freno, sin ningún tacto, y que me resultó el
personaje más querible. (Un ejemplo gracioso de Felix siendo Felix: "Digo,
en serio, creo que si todos los hombres que se hayan portado más o menos mal en
algún momento en un contexto sexual de golpe se murieran mañana, quedarían tipo
once hombres vivos.” - p. 136).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">Así que así los
vemos a estos cuatro chicos, durante 250 o 300 páginas, tratando de darse
cuenta de cómo va la cosa (como le dice Eileen a Alice en uno de esos mails:
“¿Qué si estas cosas suben y retroceden naturalmente, como las mareas, mientras
el significado de la vida se mantiene siempre igual - sólo vivir y estar con
otras personas” - p. 161) y nos divertimos un poco y nos irritamos un poco y a
veces los entendemos un poco y otras les decimos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grow up already</i> y después viene ese final que bueno, no voy a
spoilear.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans", "sans-serif""><u>Originales</u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">“At twenty past
twelve on a Wednesday afternoon, a woman sat behind a desk in a shared office
in Dublin city centre, scrolling through a text document.” (p. 19)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">“The sea to the
west, a length of dark cloth. And to the east, up through the gates, the old
rectory, blue as milk. Inside, four bodies sleeping, waking, sleeping again.”
(p. 258).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">“People our age
used to get married and have children and conduct love affairs, and now
everyone is still single at thirty and lives with housemates they never see.”
(p. 186).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">"I mean
honestly, I think if every man who had ever behaved somewhat poorly in a sexual
context dropped dead tomorrow, there would be like eleven men left alive.” (p.
136).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span face=""Lucida Sans","sans-serif"">“What if these
things just rise and recede naturally, like tides, while the meaning of life
remains the same always - just to live and be with other people?” (p. 161).<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-30383515689394675082023-12-04T09:06:00.000-03:002023-12-04T09:06:12.240-03:00La construcción de un imperio<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRBNO8kJQRFK3AUsn4axk1GP3z7C81YBUA9Yj3VFxi4tBtbDcFQXShx8gAGtmu6y2wzqz_c1mDdTi8873ywDiFzvZvPHFpXMWz3O6At3H2w7rjOz0bqqwOOLb7kqYJjzPrwrwdkLQrJkn8XxTuIoblBnwOSIjCW1RcrYImDCSY-4RsKkwxGHusaaff5Q/s1599/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-10-31%20a%20las%2016.47.09_35cd78f3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRBNO8kJQRFK3AUsn4axk1GP3z7C81YBUA9Yj3VFxi4tBtbDcFQXShx8gAGtmu6y2wzqz_c1mDdTi8873ywDiFzvZvPHFpXMWz3O6At3H2w7rjOz0bqqwOOLb7kqYJjzPrwrwdkLQrJkn8XxTuIoblBnwOSIjCW1RcrYImDCSY-4RsKkwxGHusaaff5Q/s320/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-10-31%20a%20las%2016.47.09_35cd78f3.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El domingo 22 de
octubre, mientras el país votaba, yo terminé de leer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">From Colony to Superponer. U.S. Foreign Relations since 1776</i>, de
George C. Herring, parte de la Oxford History de Estados Unidos. La colección
está pensada en 12 volúmenes, 11 divididos cronológicamente y este
temáticamente, concentrándose en las relaciones externas de EE.UU. De los 11
temáticos, leí 7, 3 no han sido publicados aún, y me falta el último, que va de
Watergate a Bush vs Gore y que no creo que vaya a leer. Tampoco voy a leer los
dos primeros, aún no publicados, que van a ser previos a la independencia. Es
decir que quedé a un solo libro de terminar el proyecto, el de Bruce Shulman
sobre el período 1896-1929, que es, de hecho, el período que quizás más me
interesa. Así las cosas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">¿Qué decir sobre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">From Colony to Superpower</i>? Lo primero
que debo decir es que debe ser el libro que más tardé en leer en mi vida. Lo
compré en diciembre de 2021, lo empecé a leer en algún momento de 2022 y luego
lo dejé porque pasaron cosas, y lo retomé en algún momento de este año, hace
quizás dos meses. Segundo, creo que está bueno haberlo leído para tener una
mirada general sobre la historia de las relaciones internacionales de EE.UU.,
pero sobre todo creo que hay que pensarlo como un libro de consulta, al que
podría acceder para ver, por ejemplo, la próxima vez que haya una intervención
de EE.UU. en Medio Oriente. En fin… <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Finalmente, me voy
a concentrar en algunos puntos que hace el autor en la introducción. Primero,
contraria a la lógica “aislacionista” de algunos actores presentes y pasados,
“La política exterior ha sido central a la experiencia nacional desde el comienzo.”
Más allá de ese “mito” aislacionista, “desde 1776 en adelante, Estados Unidos
ha sido un jugador activo e influyente en los asuntos globales. La política
exterior ha tenido un enorme impacto en la vida americana.” Ligado con esto,
“Los americanos se piensan a sí mismos como amantes de la paz, pero pocas
naciones han tenido tanta experiencia en guerras como Estados Unidos” (p. 1).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Luego, el autor
comenta algunas peculiaridades americanas en lo que hace a la política
exterior. “Los americanos han tenido miradas decididamente diferentes sobre el
orden internacional y su lugar en él. Por un lado, han sido atraídos por las
riquezas del mundo. (...) Por el otro, los americanos a menudo se han visto a
sí mismos como un pueblo aparte.” (p. 2-3) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">La idea de una “misión
providencial ha motivado un deseo a hacer el bien en el mundo” pero también ha
“engendrado arrogancia” (p. 4). Así, hay una tendencia de “fervor ideológico y
mesianismo” pero también un pragmatismo muy americano que llevó a cierto
“idealismo práctico”, representado por Franklin, Lincoln y F. D. Roosevelt. (p.
5) Como norma, los principios cuentan, más allá de las obvias excepciones.
Herring dice que más que aislacionismo hay una fuerte y recurrente tendencia
unilateralista en esta historia; el unilateralismo le sirvió bien en su primer
siglo y medio “pero también generó cierto espíritu provinciano engreído y la
sospecha hacia instituciones internacionales, además de indiferencia e incluso
hostilidad hacia otros pueblos y culturas.” (p. 7) Otras peculiaridades vienen
de su sistema político democrático y de su orden constitucional. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Con todo esto,
“han sido agresivamente e implacablemente expansionistas” y, a pesar de una
opinión popular contraria, “Estados Unidos ha sido espectacularmente exitoso en
su política exterior” (p. 9). Así y todo, “no pudo asegurar completamente estar
libre del miedo como deseaba George Washington.” (p. 10)<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-18799759145163330072023-11-20T18:16:00.003-03:002023-11-20T18:16:59.618-03:00A newsroom on the wire<p><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">Estuve viendo dos
series viejas muy distintas, </span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_Wire">The Wire </a></i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">y
</span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_Newsroom">The Newsroom</a></i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El que primero me
habló de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>fue @braunmi hace
por lo menos ocho años. Quien me recordó de su existencia, hace unas semanas,
fue @estebanschmidt, que republicó en <a href="https://estebanschmidt.substack.com/p/en-una-esquina-oscura-del-experimento?">Un correo de Esteban Schmidt una vieja reseña</a>. Ahí me di cuenta de que ahora sí tengo HBO y podía verla y aproveché un
viaje de mi esposa para meterle: bien que hice, porque es una serie violenta y
cruda, de las que ella no disfruta. Además, a la mitad de mi consumo
problemático de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>(llegué a
ver más de tres episodios de una hora en un día) vi <a href="https://www.economist.com/culture/2023/10/27/a-golden-age-of-tv-is-losing-its-shine">una nota en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Economist </i></a>donde se la menciona como
una de las grandes series de un momento de oro de la televisión que ya habría
terminado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Más allá del
juicio sobre la televisión actual, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The
Wire </i>es realmente extraordinaria: cinco temporadas con cinco capas sobre el
mundo marginal de una ciudad marginal. En cada una de las temporadas se va
agregando una capa: en la temporada uno es una serie de policías contra narcos;
en la segunda se agrega el papel de los obreros del puerto de una ciudad
post-industrial y de los contrabandistas que juegan con ellos; en la tercera
entra la política y vemos experimentos sociales; en la cuarta la política toma
un papel más importante y se le suma la escuela, el sistema educativo y los
chicos para los que el menudeo de drogas es el camino de ascenso social más claro;
y en la quinta entra un periodismo también en decadencia, con redacciones que
se van reduciendo. Y a través de todo esto una gran mirada sobre esa ciudad,
sobre ese mundo, con un idioma que suena real, el de los negros de las esquinas,
el de los políticos, el de los policías, el de los portuarios, cada uno
distinto. Y con todos los ingredientes que los autores quisieron incluir: la violencia,
la droga, el sexo (sexo explícito, heterosexual, inter-racial, entre chicas,
entre chicos), la decadencia institucional, política, económica, social, todo puesto
ahí, no embellecido, algo que actualmente, según <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Economist</i>, es un poco más difícil. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>es el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">show don’t
tell</i> de Hemingway llevado a su máxima expresión: te cuenta todo, no juzga
nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Sobre todo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>muestra cómo se reproduce todo
este mundo que parece tan lejos del ideal. Los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gangsters</i> capos son asesinados o encarcelados y aparecen otros. Lo
mismo con los drogones, con los altos mandos policiales, con los chicos que
venden en la esquina, con los estudiantes en la escuela. (Una directiva de la
escuela le dice a Prezbo, un ex policía que deviene maestro, que no se encariñe
demasiado con un chico, que ya vendrán nuevos al año siguiente, y en una de las
últimas escenas de la serie lo vemos al chico inyectándose heroína). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">La reproducción de
la cadena del narcotráfico, de la cadena policial, de la cadena política, de la
cadena periodística; se van unos, vienen otros, y al final del día todo queda
más o menos igual. Y ese igual es una mierda, claro; una situación en la que no
parece haber ninguna correlación entre los “buenos” y la victoria o la derrota;
y ni siquiera es muy claro si hay buenos y quién gana y quién pierde (salvo,
claro, cuando matan a alguno y es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">game
over</i>); todo va a seguir más o menos así, mal, con un ejército de drogones
perdidos (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">drug fiends</i>), abastecidos
por tipos que van a matar para controlar el negocio mientras son perseguidos
por un cuerpo policial sin ganas o sin capacidad de cambiar nada, a su vez
dirigido por políticos que piensan en su carrera más que en los resultados, y
todo cubierto por periodistas no siempre comprometidos con la verdad (y cuyo
compromiso con ella no necesariamente es positivo para sus carreras). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Poco antes de
comenzar este consumo había empezado a ver, esta sí acompañado, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Newsroom</i>, que terminé de ver poco
después de terminar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>y que podría
considerarse básicamente su opuesto. Como prácticamente toda obra de Aaron Sorkin,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Newsroom </i>es una obra moral: así
como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The West Wing </i>nos comentaba cómo
sería un presidente y un equipo presidencial perfectos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Newsroom </i>nos muestra un periodista y equipo periodístico
perfectos. No hay malos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Newsroom </i>así
como no hay buenos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire</i>. Por
supuesto hay conflicto entre los buenos –sobre todo el presentador de noticias
Will McAvoy y la productora McKenzie McHale– y otros que son menos buenos –sobre
todo el presidente de la cadena, que los presiona para que suban el rating comprometiendo
la calidad–. Pero al final los no tan buenos se dan cuenta, son persuadidos por
argumentos o encuentran la fibra moral necesaria para darles la razón a los buenos-buenos.
Y los buenos-buenos, claro, ganan, y el mundo es mejor, cambia para bien o hay
esperanza de que lo haga, porque si las noticias se reportan mejor, los
ciudadanos podrán votar mejor, ganarán los políticos reformistas, que pondrían,
por ejemplo, mejores policías que hagan que menos narcos vendan menos drogas,
que más chicos escapen al doble riesgo de ser narco o drogón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Esto me recuerda,
como he recordado tantas veces, una gran escena del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nixon</i> de Oliver Stone donde Nixon mira un retrato de Kennedy y le
dice algo así como que los americanos ven en JFK aquello que quieren ser
mientras que en él ven lo que realmente son. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Wire </i>es algo bastante parecido al mundo real en el que vivimos,
todo revuelto, por momentos revulsivo, donde se ganan algunas y se pierden un
montón, donde los que tratan con todo a veces pierden porque uno no dio un
mensaje o porque sí, porque es muy difícil, mientras que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Newsroom </i>es el mundo ideal donde todos querríamos vivir. Y las
dos pueden ser disfrutadas igualmente, a pesar de la desolación de una y la
ingenuidad de la otra. <o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-63958727784863690122023-11-13T09:18:00.002-03:002023-11-13T09:18:29.735-03:00Jugar en primera<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL2cuT1fIda3Gr1RewWn3jVNvDmUN-QWegPYL9Gk4nktnIOz_IeRtmSwfXDMC5ZCDnHYm4poUmUF6-YVqxXfGRKkplPO7USncKOibw-oihUYDpPvIDqDI-HgbBtmqtuUzBag2emN1nc4Mt81PUnA-hhnXznuHwSZQv2DD7tIKj4hJu9djkHSxL8OQ_Dw/s1599/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-11-13%20a%20las%2009.10.35_32854739.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL2cuT1fIda3Gr1RewWn3jVNvDmUN-QWegPYL9Gk4nktnIOz_IeRtmSwfXDMC5ZCDnHYm4poUmUF6-YVqxXfGRKkplPO7USncKOibw-oihUYDpPvIDqDI-HgbBtmqtuUzBag2emN1nc4Mt81PUnA-hhnXznuHwSZQv2DD7tIKj4hJu9djkHSxL8OQ_Dw/s320/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-11-13%20a%20las%2009.10.35_32854739.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí con gusto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las grandes ligas</i>, colección de cuentos
de Ignacio Valiente ganadora del premio del Fondo Nacional de las Artes 2022. Y
la disfruté más al sentarme a escribir sobre ella, porque son cuentos
engañosamente sencillos: detrás de una prosa directa, casi clínica, se esconden
temas y formas más complejas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Temáticamente hay
de todo. Desde un encuentro de personas muy distintas (un candidato a
intendente y un pequeño niño) con problemas distintos en un mismo lugar (la
boca) hasta la soledad de una chica o la historia sexual de un hombre contada
desde la vejez hacia la niñez, hay de todo en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las grandes ligas</i>. Lo que hay en común es esa prosa directa, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">understatement</i>, la falta de estridencia
del lenguaje. Doble click sobre el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">understatement</i>.
en “Hacer un hombre” se manifiesta haciendo que el cuento termine donde podría
comenzar: se relata cómo dos hombres llevan a un joven a cumplir con su rito de
iniciación y termina cuando lo dejan allí, a punto de enfrentar peligros
desconocidos. En “Las amigas” lo no dicho parece ser el meollo: el periodista
que es el narrador entrevista a Rita y Nelly buscando información sobre “el
morocho”, que el lector imagina como Gardel, como para no olvidarnos de que la
tradición va más allá de la literatura, y sobrevuela la pregunta sobre si es o
no es, pero la pregunta parece ser menos sobre su nacionalidad que sobre su
orientación sexual. Sobre todo, lo que hay en común es una manera de vivir que
es preguntándose sobre este misterio que es la vida: ¿qué le pasa al otro, qué
nos pasa a nosotros, cómo vamos de un casillero al otro? Es difícil decir de un
libro que se trata sobre la vida misma sin parecer un idiota, así que para no
parecerlo diría que es sobre el preguntarse sobre la vida misma; lo cual lleva incluso
en alguna oportunidad a decirse de algún personaje que convertirá su
sufrimiento en literatura (“Tema libre”). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El segundo punto
que haría sobre este libro, siguiendo a partir de la palabra “literatura”, es
que se inscribe claramente en la tradición. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las
grandes ligas</i> es un libro argentino no en el sentido de que ocurra en la
Argentina o de que sus personajes sean argentinos (volveré a esto) sino en el
sentido de que parece dialogar con la historia argentina y con la tradición
literaria argentina. Seguramente me pierda un montón de conexiones posibles
(¿”Desiertas cosas” se vincula con “La invención de Morel”?), pero esto lo veo
sobre todo en “El desierto de neón” y “Las invasiones”. “Las invasiones” es un
cuento un poco críptico, evidentemente argentino pero confundiendo tiempos y
sucesos, en el que durante el virreinato un líder anarquista escapa hacia la
otra orilla y cruza no tanto a otro país sino a otra época y termina con esta
afirmación tan borgeana: “Gaspar Benavidez va en coche al muere” (p. 161). El
cuento incluye también la borgeanísima expresión “la unánime noche” (p. 159) y
parece una alegoría de un país atrapado en su propio pasado, una mirada sobre
el país que también me remite al <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2015/12/la-paloma-del-lenguaje.html">Mairal de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
año del desierto</i></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Mi favorito de la
colección también va en esta línea. “El desierto de neón” ocurre en Las Vegas,
donde un gaucho moreno salido de un cuento de Borges, o que podría ser <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2020/11/segundas-partes.html">primo de Cruz</a>, se propone “reconquistar la Patagonia” perdida en la Campaña del
Desierto. Para ello busca reclutar como inversor a un jugador profesional, el
narrador, en un cuento que junta lo ridículo con lo histórico, haciéndome
recordar también al Soriano de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Triste,
solitario y final</i>: humor, historia argentina, mirada argentina sobre
Estados Unidos. El humor es otra constante; el cuento que le da el nombre a la
colección tiene a una banda metalera vegana y un protagonista que es adicto al
sexo con licencia psiquiátrica y tío de un adolescente que se llama Pibo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Finalmente, rara
vez los cuentos son transparentes o directos. Hay casi siempre cierta opacidad:
las cosas casi nunca son como parecen, o no exactamente como uno las imagina. A
veces esa opacidad es clara, digamos: en “Desiertas cosas” un pequeño grupo de
humanos rescata objetos que trae el mar o de pueblos desiertos para arreglarlos
y venderlos, quizás en un mundo post-apocalíptico, pero no sabemos dónde ni
cuándo estamos. (El desierto es un concepto importante también en la tradición
argentina). En otros casos las cosas están corridas o modificadas o confundidas,
como lo que sería el Río de la Plata en “Las invasiones”, donde parece ser que
esta orilla está en el siglo XIX y la oriental en el XXI; o una Buenos Aires
transformada, con un aeropuerto Ezeiza Norte, una “autopista híbrida” y un “túnel
del oeste” en “El adulto responsable”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">En definitiva, una
muy interesante colección de cuentos que resulta más interesante todavía cuando
uno tiene que pensarla un poco: “Las grandes ligas” claramente juega en
primera.</span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-34209394641117810462023-09-08T15:50:00.002-03:002023-09-11T15:55:52.937-03:00 Muerte, locura, belleza<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPxKRRhFRGSWcWYHYUO1KpPfWPg6qoH8IuGrAQG-NL8DX0MstZag4siOL4QtMX0-uoXF4cBcmM5mSJyU3HaMa_gETopuZpd9WyJpGy_SUoWO0F01D8OMksUuAuz9rzKyJ_hqBQOL4fU7MPMp9K0jpOi9XhMmNnO_6N9imw2zbsbF73QOrTxRvfIejLkA/s1599/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-09-08%20a%20las%2015.49.38.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPxKRRhFRGSWcWYHYUO1KpPfWPg6qoH8IuGrAQG-NL8DX0MstZag4siOL4QtMX0-uoXF4cBcmM5mSJyU3HaMa_gETopuZpd9WyJpGy_SUoWO0F01D8OMksUuAuz9rzKyJ_hqBQOL4fU7MPMp9K0jpOi9XhMmNnO_6N9imw2zbsbF73QOrTxRvfIejLkA/s320/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-09-08%20a%20las%2015.49.38.jpg" width="180" /></a></div><br /><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">¿Se puede vivir
siendo consciente de la muerte sin enloquecer? ¿No es más loco estar cuerdo que
loco cuando sabemos que vamos a morir, que todos vamos a morir, que van a morir
todas las personas que amamos? Me costó mucho </span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">I Am Homeless If This Is Not My Home</i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">, la última novela de Lorrie
Moore. Me costó mucho porque la parte central es el viaje de un muchacho más
cerca de la locura que de la salud con su novia muerta. Y no me llevo muy bien
con la fantasía, y el muchacho, Finn, hace un viaje de cientos de kilómetros
con su ex novia muerta, Lilly. Difícil. Me costó mucho, también, porque trata
de la muerte cuando la muerte de papá está tan fresca. Porque el libro es sobre
un chico que no logra procesar la muerte de su hermano.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Es rara la novela.
Porque en verdad no sabés muy bien qué pasa y qué no pasa. ¿Hace ese viaje Finn
o está todo en su cabeza? Empiezo por la estructura. Tenés la historia, con una
primera gran secuencia que es básicamente la última visita de Finn a su hermano
Max, que está en un hospicio en New York esperando que el cáncer termine con
él. Después Finn recibe un mensaje diciendo que tiene que volver a su casa
porque pasa algo con Lilly, y va y se entera que está muerta, y va al
cementerio y aparece Lilly y se sube al auto y hacen un viaje de cientos o
miles de kilómetros, de días, el loco y la muerta, el vivo y la suicida. Y
después tenés el final, cuando Finn vuelve a New York a enterrar al hermano.
Todo eso, a su vez, está intercalado por una serie de cartas que una hermana le
escribe a su hermana muerta, en algún momento poco después de la guerra civil,
y desde una posada que sería la misma en la que un día duermen Finn y Lilly.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Los temas son dos:
la muerte y la locura (o la vida y la cordura, que quizás es lo mismo). Que Finn
no tiene los patitos demasiado alineados lo sabemos desde la primera escena:
“Tomaba largos tragos de café y comprobaba su salud mental cada mañana de la
misma forma que hacía cuando no estaba de viaje: agarraba su laptop y respondía
a los editoriales del Times y esperaba a ver si su respuesta realmente se
publicaba” (p. 15). Con tantos indicios de que Finn está más loco que cuerdo,
es razonable pensar que todo eso del medio, ese gran viaje con Lilly, no
ocurrió más que en su mente. Finn es un maestro de escuela; enseña historia
pero cuando lo encontramos está suspendido porque –si le creemos– le enseñaba
matemáticas a los chicos, porque ve que no saben nada. También puede ser que lo
hayan echado, o que la razón (de la suspensión o la exoneración) haya sido que
presenta a los chicos teorías conspiratorias. Lilly, si existió, trabajaba de
payaso. “Trabajaba tanto con niños como adultos y hasta usaba zapatos de
payaso, con cuyos cordones una vez había intentado ahorcarse a sí misma” (p.
32). Muy graciosa la payasa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">¿Viajó Finn con
Lilly muerta? ¿Se murió Lilly? ¿Existió Lilly? Tenemos indicios de que no.
Sigrid –la mujer del jefe y amiga de Lilly que, según Finn, se lo quería
levantar, y nos preguntamos si no habrá sido al revés y que por eso lo echaron–
le dice a Finn: “Lilly no es un invento tuyo (...) No es un personaje en una
obra que vos mismo pensaste” (p. 76) Pero quizás sí, claro. (Paralelamente, en
la primera carta del período post-bélico, la hermana viva le escribe a la
muerta: “Cuando vuelvo a los lugares del pasado, nada está más ahí, como si lo
hubiera inventado todo yo” (p. 11).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Tengo para mí que
pobre Finn, que ya no podía con su vida, no pudo con la muerte de su hermano.
Que cuando vio que le llegaba la hora, su cabecita se fue volando, con Lilly,
la muerta, la que nunca existió quizás, y que sólo pudo volver cuando Max ya no
estaba más ahí. De hecho, Finn no se desarma cuando se entera de la muerte de
Lilly, ni cuando la ve muertita ahí en el cementerio, sino cuando, mucho más
tarde, con Lilly en otro lugar, tiene la sensación de que se está muriendo su
hermano. “Y acá empezó a atragantarse, porque pudo sentir ahora que su hermano
se estaba muriendo ahí mismo en ese mismo momento, justo cuando decía estas
palabras” (p. 169). Finn, <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2013/09/al-matadero.html">como el de <i>Slaughterhouse,
5</i></a>, se inventa algo porque la realidad es demasiado insoportable, y así
sobrevive a la muerte de su hermano. Unas pocas páginas después Finn sí vuelve,
del mundo de los muertos, a enterrar a su hermano. Y baila con la viuda y ahí
piensa: “Todas las personas que alguna vez lo amaron ya se habían ido. Y al
sentir su ausencia sintió su propio yo deshuesado, bruñido, acariciado, y luego
siendo empujado por un acantilado” (p. 187). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El libro se me
hizo difícil por los temas y por la forma y porque cada oración y cada párrafo
es especial. Porque Lorrie no para de tirar metáforas tremendas, llenas de
humor negro, y con un lenguaje complejo, difícil, demandante, pero sobre todo
hermoso. Hermoso. Muerte, locura, belleza. Qué se yo, la primera que marqué es
esta: “His mustache is black and thick as broom bristle and the words come
flying out from beneath it like the lines of a play in a theater on fire.” /
“Su bigote era negro y duro como cerda de escoba y las palabras salían volando
por debajo de él como las palabras de una obra en un teatro incendiándose”. (p.
4) O el hermano en el hospicio: “He had the smooth hue of an apricot. He was a
manila envelope getting ready to be mailed.” / “Tenía el tinte suave de un
damasco. Era un sobre de papel madera listo para ser enviado.” (p. 22) O, Finn
y Lilly muerta: “Ahora le había llegado la locura y los había atrapado a ambos
en este extraño sueño de crepúsculo tardío, que era como soñar despierto pero
con más solidez, menos luz, y más duda.” (p. 89) Pero olvídense de mi
traducción y escuchen esa oración en inglés. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Hay que ser lector
para leer esta novela. Hay que ponerle ganas y tiempo y esfuerzo. Como a la
vida. ¿Pero para qué, si nos vamos a morir? Vamos a volver a la casa del padre.
¿Tenemos casa o somos homeless? Hay una mención directa a la casa. Lilly la
muerta le dice a Finn: “¿Y sin embargo? (...) ¿Acá con vos? Esta es mi casa”
(p. 135). El vínculo, el amor, puede ser una casa; pero si Lilly no quiso estar
más con él o se murió o nunca existió; si no está más Max, quizás Finn ya no
tiene nada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Al final lo vemos
a Finn, ya de vuelta en Ohio o donde sea, poniendo claves en sitios web,
completando CAPTCHAs para demostrar que no es un robot. “Confirma tu humanidad,
era lo que se pedía” (p. 193). Los humanos somos los únicos animales
conscientes de nuestra propia mortalidad. Y de quienes nos rodean. Y es una
locura que eso no nos enloquezca a todos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Originales de las
citas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“He took large
swallows of coffee and tested his sanity every morning the same way he did when
not on the road: he took his laptop and replied to the online Times editorials,
and waited to see if his reply was actually posted.” (p. 15)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“She worked with
both children and adults and even wore floppy shoes, the laces of which she had
once used to strangle herself.” (p. 32)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"> “‘Lilly is not your own invention’, she said.
‘She is not a character in a play you yourself have thought up’.” (p. 76)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“When I go back to
the places of the past, nothing is there anymore, as if I have made the whole
thing up.” (p. 11)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“And here he
started to choke, for he could feel now that his brother was dying right then
at that very moment, just as he uttered these words”. (p. 169)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“All the people
who had ever loved him were gone. And in feeling their absence he felt his own
self pitted, burnished, caressed, then given a shove off the cliff.” (p. 187)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Confirm your
humanity, was the request.” (p. 193)<o:p></o:p></span></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-55504427395398270082023-08-23T11:56:00.001-03:002023-08-28T09:20:16.036-03:00El profeta<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4vac17IkDqSWW8hsQldP01LaPpQ7x1XBWTMKTc48bKKjxOKzwU0U2Y2l-ECL4JXQjV03F1RvtOv_DkmoXJ54r4MGeoK194jGS8i-AQlTdLRwh7JgrZZkE13RyJ3yc4dll7YSFyQHkVNLbrI2TOa5gQe-HtP8DyThCNoDBHBDL0TWEm9Xq5HdAybKNLA/s1599/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-08-23%20a%20las%2011.55.04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4vac17IkDqSWW8hsQldP01LaPpQ7x1XBWTMKTc48bKKjxOKzwU0U2Y2l-ECL4JXQjV03F1RvtOv_DkmoXJ54r4MGeoK194jGS8i-AQlTdLRwh7JgrZZkE13RyJ3yc4dll7YSFyQHkVNLbrI2TOa5gQe-HtP8DyThCNoDBHBDL0TWEm9Xq5HdAybKNLA/s320/Imagen%20de%20WhatsApp%202023-08-23%20a%20las%2011.55.04.jpg" width="180" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Me regalaron una
muy linda edición de <i>El profeta</i>, de Khalil Gibran (1883-1931) que leí con
mucha alegría. El profeta está a punto de irse de un pueblo después de mucho
tiempo de vivir allí, estando cerca pero sin ser del todo parte de la vida del
lugar; y antes de abordar el barco, algunas personas del pueblo le piden que
hable de distintos temas. Y el profeta habla, a veces pasándose un poco con la
metáfora y la parábola, pero refiriéndose de forma bella y concisa a cuestiones clave de
lo que es ser humano. <i>El profeta</i> es un gran productor de citas; acá dejo
algunas con mi traducción desde esta edición en inglés al castellano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Sobre irse. “¿Cómo
podría irme en paz y sin sufrimiento? No, no puedo irme de esta ciudad sin una
herida en mi espíritu. Fueron largos los días de dolor que pasé entre sus
muros, y largas las noches de soledad; ¿y quién puede irse de este dolor y
soledad sin remordimiento?” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El amor: “el amor
no conoce su profundidad hasta la hora de la separación.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El amor: “así como
el amor te corona te crucificará”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Matrimonio:
“estarán juntos hasta en el silencioso recuerdo de Dios. Pero que haya espacios
en su estar juntos. Y dejen que los vientos de los cielos bailen entre
ustedes.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Hijos: “Vuestros
hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de la añoranza de la
Vida por sí misma.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Trabajo (una de
las que más me gustan): “Se trabaja para seguir el ritmo de la tierra y del
alma de la tierra. Porque ser ocioso es salirse de la procesión de la vida, que
marcha majestuosamente y en orgullosa sumisión hacia el infinito.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El hogar: “Tu
hogar no será un ancla sino un mástil”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Comercio “Es
intercambiando los regalos de la tierra que encontrarán abundancia y serán
satisfechos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Razón y pasión:
“Tu razón y tu pasión son el timón y las velas de tu alma marinera”. Deben ir
juntas “Porque la razón, si gobierna sola, es una fuerza que constriñe; y la
pasión, sin cuidados, es una llama que arde hasta su propia destrucción”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Un maestro sabio
“te guía hasta el umbral de tu propia mente”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Religión: “Tu vida
diaria es tu templo y tu religión. Cuando entres en ella que sea llevando todo
lo que eres.”<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-31571904720342839832023-08-12T20:24:00.001-03:002023-08-14T10:01:42.056-03:00Schmidt en la recta final<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXf1P6zsmGT1DuRnV-UVwqdLEofOoHTv5fSkSJn_eppN_3OSGUHAwki8y80RKRveXMvJd5dKByLfl2RP0GqaAt6W9Z-TXRL4CZ2-RLWTWLfsixoF0qFNBQcBuTJxkr9lRe50_43wS9QVmBjW7C4BvwYp7qNxoGNXmIwj__txt9Bgy5cbT7YwnARmiktw/s272/images.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="272" data-original-width="186" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXf1P6zsmGT1DuRnV-UVwqdLEofOoHTv5fSkSJn_eppN_3OSGUHAwki8y80RKRveXMvJd5dKByLfl2RP0GqaAt6W9Z-TXRL4CZ2-RLWTWLfsixoF0qFNBQcBuTJxkr9lRe50_43wS9QVmBjW7C4BvwYp7qNxoGNXmIwj__txt9Bgy5cbT7YwnARmiktw/s1600/images.jpeg" width="186" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">Leí </span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">Schmidt Steps Back</i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">, de Louis Begley,
cerrando así la trilogía. Como de costumbre, el tercer libro fue peor que <a href="http://750aretiro.blogspot.com/2023/08/schmidt-encuentra-un-camino.html">el segundo</a>, que fue, a su vez, peor que <a href="http://750aretiro.blogspot.com/2023/07/una-vida.html">el primero</a>. Pero igual me gustó y quise
saber cómo terminaba el pobre Schmidtie, ese viejo cabrón, ese WASP clínico y
cuadrado que busca recuperar la relación con su única hija y ver qué se hace
con todos los años que uno debe vivir si no toma la decisión drástica de vivir
menos años: “Al final del día era así: elegía no matarse porque, viviendo en
una buena casa, estando bien alimentado y bien vestido, no era averso a estar
vivo.”</span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"> </span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">(p. 335) Y a pesar de todo, de
sus problemas para relacionarse y de sus desgracias –un poco demasiado lo de
sus desgracias, llevando el libro casi a status de melodrama– Schmidtie logra
el objetivo freudiano: capacidad de amar y trabajar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Del principio a
fin, claro, Schmidtie no deja de pensar, todo el tiempo, la cabecita pensando
en muchas cosas, en cómo se arma, en cómo sigue, y en la guita, claro, en qué
hacer con la guita, a dónde va a terminar su guita. La guita y cómo hacer para
tener sexo, claro. Como le dice su amigo Gil Blackman, su amigo judío que le
tolera y le marca su anti-semitismo del closet: “Mi viejo y querido amigo, vos
y yo hemos sido hechos para querer coger” (p. 165). Pero el sexo no es la clave
del matrimonio sino la propiedad: “El dinero y los bienes raíces: eso es lo que
mantiene intactos a los matrimonios, no los hijos.” (p. 166) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">La hija es el gran
tema del pobre Schmidtie, una hija por momentos irreconocible: “La gran
inteligencia, su misteriosa desaparición ya ha sido notada. ¡Y los buenos
modales, tan cuidadosamente inculcados por Mary, por la tía Martha, e incluso,
aunque sea difícil de creer, por él mismo! ¿Dónde fueron? No sería fácil decir
que alguna inteligencia callejera haya tomado su lugar, porque una chica que
realmente tuviera inteligencia de la calle tendría mejores movidas que esta
desertora de las clases altas.” (p. 191). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">A pesar de esta
mirada desapasionada, Schmidtie sigue intentándolo. Su consuegro le dice: “Todo
lo que te puedo decir es que, como regla general, es más probable que algo
salga realmente mal entre un padre y un hijo a que no. Es una relación tan
difícil.” (p. 249). Así que Schmidtie intenta, a pesar de insultos y
humillaciones y dolores: “¿Y qué le quedaba por hacer? Debía amarla y, sin
importar la frecuencia o la dureza de sus reacciones, estar listo para ayudar.”
(p. 281). Hasta el final. Y lo hace, mientras trata de armarse una vida, alguna
vida, relaciones razonables de amor y trabajo para sus últimos años. Y parece
lograrlo Schmidtie, a pesar de su cabeza y de su educación porque, finalmente,
después de los 70, “Se le ocurrió que finalmente había crecido.” (p. 291).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"><u>Originales
de las citas usadas<o:p></o:p></u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“It came down to
this: he chose not to kill himself because, being well housed, well fed, and
well clothed, he was not averse to being alive. Yes, alive in the arid plane of
granite on which Charlotte alone had flowered. In other words, he was a swine.”
(p. 335).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“My dear old pal,
you and I have been made to want to screw.” (p. 165)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Money and real
estate: that’s what keeps marriages intact, not children.” (p. 166)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“The high
intelligence, its mysterious disappearance has already been noted. And the good
manners, so carefully instilled by Mary, by Aunt Martha, and even, believe it
or not, by him! Where had they gone? It would be hard to say that some sort of
street smarts had taken their place, because a truly street-smart girl would
know better moves than this dropout from the upper classes.” (p. 191)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“All I can say is
that, as a general rule, it is more likely than not that something will go
seriously wrong between a parent and a child. It’s such a fraught
relationship.” (p. 249)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“What was left for
him to do? He must love her and, no matter how frequent and how harsh her
rejections, stand ready to help.” (p. 281) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“It occurred to
him that he had at last grown up.” (p. 291)<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-80675528082044672942023-08-07T09:14:00.002-03:002023-08-07T09:14:46.494-03:00Schmidt encuentra un camino<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVUfKta1jjyqHygkbPpQ_h39v7zoGbw2dknjo-SiqL74ahhfWzSmT4h8lLnLFVafDo_EXhjxcVL-9TDw2dk9K1PiqDZP_VgCViIJcksszy02V7-i7EvrrTKpyJG-9uquugWYyoNkltc3Uj9EnHuGXT1ZZpBPlKyKlZ7nNDv6vunYGEGJUQrr9zaNYE_w/s275/download%20(2).jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVUfKta1jjyqHygkbPpQ_h39v7zoGbw2dknjo-SiqL74ahhfWzSmT4h8lLnLFVafDo_EXhjxcVL-9TDw2dk9K1PiqDZP_VgCViIJcksszy02V7-i7EvrrTKpyJG-9uquugWYyoNkltc3Uj9EnHuGXT1ZZpBPlKyKlZ7nNDv6vunYGEGJUQrr9zaNYE_w/s1600/download%20(2).jpeg" width="183" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"> </span><i><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Schmidt
Delivered</span></i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">,
segunda entrega de la trilogía de Schmidt de Louis Begley, comienza más o menos
como nos dejó <i><a href="http://750aretiro.blogspot.com/2023/07/una-vida.html">About Schmidt</a></i>, la
primera novela. Schmidtie está en duelo por una carrera trunca por un retiro
voluntario para cuidar a su esposa en la
enfermedad, por la sucesiva muerte de ella y por el consiguiente alejamiento de
su única hija, que parece encaminar su vida lejos de él, más cerca de la
familia de su esposo. Schmidtie se pregunta por qué no se suicidó con la muerte
de su esposa y, de hecho, no está viviendo demasiado. En esta nueva entrega,
sin embargo, dos nuevos vínculos lo reconectan con la vida: una joven mesera
puertorriqueña, Carrie, y un millonario judío de origen egipcio. Dos personas
de clases distintas a la suya lo reconectan con la vida: “La verdad es que no
podía ser más sencillo: igual que Carrie, estaba desclasado” (p. 25).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Carrie lo conecta
más con lo emocional. Y aunque sabe que no puede durar, porque le lleva más de
30 años, disfruta de su compañía y aprende a flexibilizar las condiciones.
Schmidtie, el WASP rígido a quien no se le mueve un pelo, aprende a convivir
con lo que haga falta para no estar solo. Y al rato ve que logra, “quizás por
primera vez en su vida, realmente salirse de la caja en la que se había
encerrado a sí mismo”, logrando hacer un gesto de paz” (p. 142). El millonario
judío, Mansour, le ayuda también con lo emocional y, de a poco, parece
ofrecerle una nueva carrera para sus años plateados. Mansour es un magnate que
vive en otro nivel (Rolls, helicópteros, seguridad privada); toda su ropa
“parecía no haber sido usada nunca antes” (p. 155). Y hacia el final, y quizás
por la ayuda que estos nuevos personajes le prestan, Schmidtie parece lograr un
acercamiento prometedor con su hija, y con una mujer más acorde a su edad.
Schmidtie parece tener una segunda oportunidad de vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Otras citas<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“So it is with
parents of grown sons and daughters: children’s lives become opaque, closed to
them, and they scavenge for every clue, desperate to understand, oblivious of
their impotence.” / “Así es con los padres de hijos e hijas grandes: las vidas
de los niños se ponen opacas, cerradas para ellos, y hurgan en busca de
cualquier clave, desesperados por entender, sin darse cuenta de su impotencia.”
(p. 37).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Intelligence
raised to a greater height by sensitivity and intuition: an unbeatable
combination.” / “Inteligencia llevada a una mayor altura por la sensibilidad y
la intuición: una combinación imbatible.” (p. 237).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“the Brazilian’s
construction, which in Schmidt’s opinion (...) resembled nothing more than a
motel crossed with an ocean liner a drunken skipper had carelessly run aground
on the beach.” / “la construcción del brasilero, que en opinión de Schmidt
(...) se parecía nada menos que a un motel cruzado con un transatlántico que en
un descuido había sido encallado en la playa por un capitán borracho” (p. 7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Originales de
las citas usadas<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Really, it
couldn’t be simpler: just like Carrie, he was déclassé.” (p. 25).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“He couldn’t
believe it, but he had somehow managed: he had, perhaps for the first time in
his life, actually broken out of the box he had put himself into, had made a
gesture of peace.” (p. 142).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Like all his
clothes, they looked as though they had never been worn before.” (p. 155).<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-88901213447194668442023-07-31T16:30:00.000-03:002023-07-31T16:30:02.467-03:00Silenciosa desesperanza<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0r4IaVNhUR-Nc3lKMYAo0EwvMClo2pSSTiusMGUGWg92jEJaONuccj1mKiJYgkYQWZ1HW8EgNQAaX2tkD2ek3cYCO6FiqjsdgVRsSIVSODz4AU5RR1QcHRVvGTSOZJwni-HA-yhMZoAAhVd6FpO2818XFjfTFlwsERVsvEmb-v6S9U_WeS17sQaVA9w/s275/bridge.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0r4IaVNhUR-Nc3lKMYAo0EwvMClo2pSSTiusMGUGWg92jEJaONuccj1mKiJYgkYQWZ1HW8EgNQAaX2tkD2ek3cYCO6FiqjsdgVRsSIVSODz4AU5RR1QcHRVvGTSOZJwni-HA-yhMZoAAhVd6FpO2818XFjfTFlwsERVsvEmb-v6S9U_WeS17sQaVA9w/s1600/bridge.jpeg" width="183" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">Antes de sentarme
a escribir estas líneas sobre </span><i style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">Mrs. Bridge</i><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">,
novela de Evan Connell publicada en 1959, pensé un segundo qué me evocaba y lo
primero que surgió fue esas líneas de Pink Floyd: "hanging on in quiet
desperation / is the English way", "bancársela en silenciosa
desesperanza es el camino inglés".</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Mrs.
Bridge</span></i><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"> sigue
básicamente durante el período de entreguerras (obviamente) a Mrs. Bridge, un
ama de casa de Kansas City que es todo lo que uno puede imaginar de un tipo
humano que ya casi no existe. Cuando nace su primera hija, sus “primeras
palabras coherentes fueron ‘¿es normal?’” (l. 129) y lo que más deseaba
escuchar decir sobre sus hijos no tenía que ver con su eventual genialidad,
inteligencia o capacidad artística sino sobre “sus buenos modales, caracteres
agradables y limpieza” (l. 137). Su deber era sencillo: “Había sido creada para
creer sin dudar alguna que cuando una mujer se casaba era para el resto de su
vida y que debía permanecer con el marido donde fuera que él estuviera, y bajo
cualquier circunstancia, salvo que él la dirigiera de otra manera”. (l. 2172).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El libro no es el
más divertido de todos. Es un poco desesperante seguir a esta señora sin
agencia, sin proyectos más que ver el crecimiento de hijos cada vez más
distantes y velar por el bienestar de su esposo durante años donde no pasa casi
nada en su vida. Pero Connell tomó la muy buena decisión, y la ejecutó con
maestría, de ir hilvanando la historia con las anécdotas más nimias de la vida
de Mrs. Bridge en 117 secciones mínimas, de dos o tres páginas cada una. Y de a
poco esas historias, de tan mínimas, van pintando esa vida, como pequeños
trazos en un enorme lienzo impresionista. En este sentido, no el impresionista
sino el de las pequeñas historias, y el contexto de una pequeña ciudad, el
libro me hizo acordar un poco a <a href="https://750aretiro.blogspot.com/2012/08/pequeno-gran-libro.html"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Winesburg,
Ohio</i>, de Sherwood Anderson. </a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Mientras los años
pasan, Mrs. Bridge no logra sostener sus pequeños proyectos (aprender español o
pintura, por ejemplo). A su alrededor, todo empieza a cambiar (las cuestiones raciales
o morales en lo cotidiano, la tormenta que se avecina en Europa) pero ella se
mantiene constreñida por las convenciones del pasado, lo que la deja cada vez
más cerca de la angustia y de la desesperanza: “cada día procedía como el
anterior. Nada intenso, nada desesperado, pasaba jamás. El tiempo no se movía.
El hogar, la ciudad, la nación, y la vida misma eran eternos” (l. 1417). Y era
incapaz de transmitir sus sentimientos a la persona a la que había consagrado
su vida: “¿Podía acaso explicar cómo el ocio de su vida -esa inactividad
exquisita que él había creada al darle todo- la estaba volviendo loca?” (l.
2912). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Durante décadas,
las vidas de cientos de miles de mujeres de cierto sector social era más o
menos así, y el libro de Connell las describe muy bien a través de la
desesperante historia de Mrs. Bridge.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><u>Originales de las
citas usadas<o:p></o:p></u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">“They named her
Ruth. After the delivery Mrs. Bridge’s first coherent words were, “Is she
normal?” (l. 129).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“she hoped that
when they were spoken of it would be in connection with their nice manners,
their pleasant dispositions, and their cleanliness” (l. 137).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“She had been
brought up to believe without question that when a woman married she was
married for the rest of her life and was meant to remain with her husband
wherever he was, and under all circumstances, unless he directed her
otherwise”. (l. 2172).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“each day
proceeded like the one before. Nothing intense, nothing desperate, ever
happened. Time did not move. The home, the city, the nation, and life itself
were eternal” (l. 1417).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“Could she explain
how the leisure of her life—that exquisite idleness he had created by giving
her everything—was driving her insane?” (l. 2912).<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-1168311142703099742023-07-19T18:55:00.002-03:002023-07-24T14:17:54.882-03:00Una vida<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-omb59V0B9iefr0u4Fl6UT02trPYDN_Nkcpxl0G8z4TdmVHsUsv-_4FM8uH-wYYQJN9M3zZu7skGz1JpEfkJlrpj9v8izXblBRA4sm2UDHvtzH_y7eerdHfmr-8mgGELmh_6XFeTl2gwZGZOI0eQntlI95Unhrj6t79-xB4nSeWgT_lKa2dOPVEex7g/s285/download%20(1).jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="285" data-original-width="177" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-omb59V0B9iefr0u4Fl6UT02trPYDN_Nkcpxl0G8z4TdmVHsUsv-_4FM8uH-wYYQJN9M3zZu7skGz1JpEfkJlrpj9v8izXblBRA4sm2UDHvtzH_y7eerdHfmr-8mgGELmh_6XFeTl2gwZGZOI0eQntlI95Unhrj6t79-xB4nSeWgT_lKa2dOPVEex7g/s1600/download%20(1).jpeg" width="177" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí <i>About Schmidt</i>,
de Louis Begley y fui gratamente sorprendido por una voz que no conocía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Albert Schmidt,
Schmidtie para sus amigos y por momentos hasta para él mismo, fue un abogado
exitoso al que encontramos poco tiempo después de su jubilación anticipada por
la enfermedad y muerte de su esposa Mary. Recientemente enviudado y retirado,
Schmidtie recibe la noticia, poco agradable para él, de que su hija Charlotte,
único fruto y proyecto de vida de aquella pareja (“Éramos una linda pareja del
New York de nuestros tiempos” - p. 108), se va a casar con Jon Riker, joven
abogado formado en parte por él pero, sobre todo, judío e hijo de
psicoanalistas. Para Schmidtie, blanco, anglo-sajón y protestante, que se case
con él es casi tan inaceptable como ser llamado anti-semita. Schmidtie es un
cabrón importante, con un anti-semitismo de baja intensidad pero, más
importante, con cierto desagrado por toda la gente que le rodea, e incluso por
su propia hija, que se revela a lo largo de la novela como una persona no
demasiado agradable. Schmidtie está permanentemente contando dinero, el que
tiene, el que le va a dejar a su hija, el que tiene los demás, pero su hija
también (y el futuro yerno y consuegros también). Nadie se salva en <i>About
Schmidt</i>, no hay ningún personaje que no sea algo desagradable, pequeño,
egoísta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Y sin embargo un
poco lo queremos al pobre Schmidtie, que está sufriendo, que llora cuando su
hija le cuenta que se va a casar: “Dejó al lado el diario, miró a su hija, tan
alta y, le pareció a él, tan dolorosamente deseable en su ropa de entrenamiento
mojada de sudor, dijo estoy muy feliz por ustedes, ¿cuándo va a ser? y empezó a
llorar” (p. 2). No es la única situación en la que llora, y lo vemos con mucha
dificultad para conectarse con lo que le pasa. Es un WASP hecho y derecho, a
quien no se le mueve un pelo hasta que sí. Claramente, Schmidtie no la está
pasando bien (“Estaba cansado, apenas podía moverse; le dolían los huesos.
¿Cuántos años más de esto? Tenía sesenta años y buena salud: ¿diez? ¿Quince?
¿Veintitrés, como su padre?” (p. 56) y hasta se pregunta por qué no suicidó
justo después de la muerte de Mary, como había pensado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Ese sufrimiento
nos hace empatizar un poco con el hijo de puta este, frío, distante,
misántropo. Y nos hace querer que mientras se desarrolle la novela, logre
desembarazarse un poco de Renata, la consuegra (“bruja metida”, “meddiling
witch”, p. 216), sacarse de encima a la hija desagradecida y procesar mejor la
muerte de Mary para encarar los años que vienen con mayor optimismo. (“Le
parecía extraño que tantos de sus contemporáneos hubieran decidido dejar el
tabaco, el alcohol y el café –y, por supuesto, también el queso, los huevos y
las carnes rojas–. ¿Tenían acaso información sobre las ventajas, e incluso los
placeres, de la longevidad que él ignoraba?” (p. 178).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">About Schmidt me
recordó mucho a la tetralogía de Frank Bascombe de Richard Ford (leímos los
cuatro: <i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2014/12/duelos.html">The Sportswriter</a></i>, </span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"><i><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2015/08/libertad-libertad-libertad.html">Independence Day</a></i>, </span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2015/09/las-cosas-como-son.html" style="font-style: italic;">The Lay of the Land</a><i> </i>y </span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"><a href="https://750aretiro.blogspot.com/2016/02/en-franco-declive.html"><i>Let Me Be Frank With You</i></a></span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";">) y no sólo porque
sea una serie, en este caso de tres libros, sino más bien porque estamos frente
a un personaje masculino que se piensa a sí mismo y reflexiona sobre su paso
por este mundo. Un personaje masculino que se piensa sin ser un escritor, un
personaje que parece bastante real o plausible, que se casó y formó una
familia, y trabajo y ganó guita, y que se enfrenta con su mortalidad y con el
misterio de vivir. A Bascombe lo queremos más, sin dudas, pero con Schmidtie
sufrimos un poco y queremos verlo mejor. Por lo pronto, quiero leer el próximo,
a ver qué más me dice Schmidtie, con una voz muy propia.</span><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif";"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><u>Originales de las
citas usadas<o:p></o:p></u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“We were a nice
New York couple of our time.” (p. 108).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“He put aside the
paper, looked at his daughter, so tall and, it seemed to him, painfully
desirable in her sweatsoaked running clothes, said I am very happy for you,
when will it be? and began to cry.” (p. 2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“He felt tired,
hardly able to move; his bones ached. How many more years of this? He was sixty
and in good health: Ten? Fifteen? Twenty-three, like his father?” (p. 56).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“It struck him as
strange that so many of his contemporaries had decided to give up smoking,
alcohol, and coffee —and, of course, cheese, eggs, and red meat as well. Had
they information about the advantages, perhaps even pleasures, of longevity, of
which he had remained ignorant?” (p. 178).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-17626060564199818612023-07-17T05:29:00.000-03:002023-07-17T05:29:06.638-03:00Cargas<p><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgz55LVREVxsh81S0Vw4J1h-L3M91dbiIsTpjGBng7J27TNeAAkd7_DZ_cIa1Vf-8hfqJZUgo7sTy-AaWgJn7eAb82fSlBj8YA0oHuliYI2hHpiHg5mbBZXT9sochT5Ulhw1GMHt90gusF3D60yM7LUMKnx2jyMnoDNMHEw37qOqLtZXEZH2jPsXyXqUA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="276" data-original-width="183" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgz55LVREVxsh81S0Vw4J1h-L3M91dbiIsTpjGBng7J27TNeAAkd7_DZ_cIa1Vf-8hfqJZUgo7sTy-AaWgJn7eAb82fSlBj8YA0oHuliYI2hHpiHg5mbBZXT9sochT5Ulhw1GMHt90gusF3D60yM7LUMKnx2jyMnoDNMHEw37qOqLtZXEZH2jPsXyXqUA" width="159" /></a></div><br /><br /><p></p><p><span style="font-family: "Lucida Sans", "sans-serif"; text-align: justify;">Leí <i>All the King’s
Men</i>, de Robert Penn Warren, un novelón, un thriller político, una historia de
amor, un Bildungsroman y un tratado de práctica política todo en uno. Me gustó
mucho, aunque por momentos se me hizo largo (tiene casi 700 páginas en mi
edición de Kindle). Y me gustó mucho cómo me llevaba, la cadencia del lenguaje,
las idas vueltas en el tiempo siguiendo la vida de Jack Burden.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Pero acá tengo que
hacer un alto. Me molesta el uso del nombre del personaje como parte del libro,
cosa que hacen muchos escritores, lo que creo que es un error, y este libro lo
hace. Burden quiere decir “carga”, y quizás el tema principal del libro es la
carga que todos llevamos dentro, la carga de un pasado familiar y personal que
nos constituye. Y cómo hay que llegar a estar en paz con ese pasado si se
quiere usar el futuro. Pero el autor usa la palabra burden y le pone ese
apellido al personaje y eso me molesta. Más allá de eso, como digo, el tema, la
carga, es el pasado, el origen. Y lo muestro con dos citas, mi primer y mi
último subrayado del libro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El último: “Traté
de decirle que si no podés aceptar el pasado y su carga no puede haber futuro,
porque sin uno no puede haber el otro, y cómo si podés aceptar el pasado
podrías tener esperanza en el futuro, porque sólo del pasado podés hacer el
futuro” (p. 656).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El primero: “Un
hombre se va de su casa y está en él hacerlo. Se acuesta en camas extrañas en
la oscuridad, y el viento es distinto en los árboles. Camina en la calle y hay
caras frente a sus ojos, pero no hay nombres para esas caras. Las voces que
escucha no son las voces que llevó consigo allá a lo lejos cuando se fue. Las
voces que escucha son fuertes. Son tan fuertes que por un trecho de tiempo muy
largo no escucha las voces que llevó consigo en sus oídos. Pero llega el minuto
en que hay silencio y puede escuchar esas voces que llevó consigo en sus oídos
un largo tiempo atrás. Logra entender lo que dicen, y dicen: volvé. Dicen:
volvé, pibe. Así que vuelve.” (p. 16).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Crecer es poder
volver. Y es entender que las categorías de la niñez ya no valen. Ya no hay
bien y mal, que el bien y el mal se necesitan como el pasado y el futuro: “él
creía que había que hacer el bien con lo malo porque no había nada más con qué
hacerlo”. Jack Burden es un chico que iba a ser historiador, deviene periodista
y después mano derecha de un gobernador maquiaveliano: “Y dijo, ‘El hombre es
concebido en el pecado y nace de la corrupción y pasa de la baranda del pecho
materno al hedor de la mortaja. Siempre hay algo’” (algo sucio en cualquier
persona, p. 75). De hecho, hasta cita a Maquiavelo: “La billetera es donde
duele. Un hombre puede olvidarse de la muerte del padre, pero nunca de la
pérdida del patrimonio, dijo el florentino de cara fría, quien es el padre
fundador del mundo moderno, y dijo una banda.” (p. 592). En ese camino, desde
el estudiante hasta el operador político, Jack aprende y se convierte en un
hombre: perdiendo la inocencia, entendiendo que el bien y el mal definen por
penal, haciéndose cargo de ese pasado con el que carga, Jack puede dar el paso
también en su historia de amor y crecer. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Originales de
las citas usadas<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“I tried to tell
her how if you could not accept the past and its burden there was no future,
for without one there cannot be the other, and how if you could accept the past
you might hope for the future, for only out of the past can you make the
future” (p. 656).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“A man goes away
from his home and it is in him to do it. He lies in strange beds in the dark,
and the wind is different in the trees. He walks in the street and there are
the faces in front of his eyes, but there are no names for the faces. The voices
he hears are not the voices he carried away in his ears a long time back when
he went away. The voices he hears are loud. They are so loud he does not hear
for a long time at a stretch those voices he carried away in his ears. But
there comes a minute when it is quiet and he can hear those voices he carried
away in his ears a long time back. He can make out<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>what they say, and they say: Come back. They
say: Come back, boy. So he comes back.” (p. 16).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“he believed that
you had to make the good out of the bad because there wasn’t anything else to
make it out of” (p. 395).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“And he said, “Man
is conceived in sin and born in corruption and he passeth from the stink of the
didie to the stench of the shroud. There is always something.” (p. 75)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">The pocketbook is
where it hurts. A man may forget the death of the father, but never the loss of
the patrimony, the cold-faced Florentine, who is the founding father of our
modern world, said, and he said a mouthful. Highlight (Yellow) | Page 592<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Otras citas
(lecciones políticas de Willy Stark)<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“The beauty about
Tiny is that nobody can trust him and you know it. You get somebody somebody
can trust maybe, and you got to sit up nights worrying whether you are the
somebody. You get Tiny, and you can get a night’s sleep.” / “Lo que es hermoso
de Tiny es que nadie puede confiar en él y lo sabés. Agarrás alguien en el que
alguien puede confiar, quizás, y te tenés que quedar hasta tarde en la noche
preocupándote si sos parte de ese alguien. Agarrás a Tony y podés dormir
tranquilo.” (p. 24)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“The Boss knew all
about the so-called fallacy of the argumentum ad hominem. “It may be a
fallacy,” he said, “but it is shore-God useful. If you use the right kind of
argumentum you can always scare the hominem into a laundry bill he didn’t
expect.” / “El jefe sabía sobre la así llamada falacia del argumentum ad
hominem. ‘Puede ser una falacia’, dijo, ‘pero sí que es útil. Si usás el
argumentum indicado siempre podés cagar al hominem y hacerlo pagar una cuenta
que no esperaba.” (p. 346)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“I’ve bought too
many sons-of-bitches already. Bust ’em and they’ll stay busted, but buy ’em and
you can’t tell how long they’ll stay bought.” / “Ya compré demasiados hijos de
puta. Hacélos mierda y quedan hechos mierda, pero si los comprás nunca sabés
por cuánto tiempo van a quedar comprados.” (p. 348)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Otras citas<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“maybe you cannot
ever really walk away from the things you want most to walk away from.” / “quizás
nunca podés realmente dejar atrás las cosas que más querés dejar atrás” (p. 66)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“There is nothing
more alone than being in a car at night in the rain.” / “No hay cosa más sola
que estar a la noche en un auto en el tren cuando llueve.” (p. 192)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Una cita
borgeana<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“’Kubla Khan,’ the
benzine ring, Caedmon’s song—they all came in the dream.” / “’Kubla Khan’, el
anillo de bencina, la canción de Caedmon – todo eso vino de un sueño.” (p. 332)<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-78661643307626284902023-06-30T18:50:00.000-03:002023-07-03T12:27:26.043-03:00Desesperar<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioEoMqI-hV36o8WSMmrQNkvpKElaHRKLF3G5ETaxr-2TLJLd1B6FFgM0f1buvgpKrevSmp0DEFqABEME_E7o93BwLg4N-GJ5Ap9xOCsoh6Hh4XVkKA0p_egq5qosTUXpZuch0k9mKKIS4RLmtZXIPCKThAkKcuUWd5GInpw5ceG-buc94F1VYz_8C32A/s383/Desperate_Characters_(novel).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="383" data-original-width="263" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioEoMqI-hV36o8WSMmrQNkvpKElaHRKLF3G5ETaxr-2TLJLd1B6FFgM0f1buvgpKrevSmp0DEFqABEME_E7o93BwLg4N-GJ5Ap9xOCsoh6Hh4XVkKA0p_egq5qosTUXpZuch0k9mKKIS4RLmtZXIPCKThAkKcuUWd5GInpw5ceG-buc94F1VYz_8C32A/s320/Desperate_Characters_(novel).jpg" width="220" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Leí <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desperate Characters</i>, de Paula Fox,
novela de 1970 de la que nunca había escuchado hablar. Y está mal eso, porque
es una gran novela, me parece.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Desperate
Characters</span></i><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">
sigue a una pareja, Sophie y Otto Bentwood, durante más o menos un fin de
semana. La sigue más a ella que a él, en una especie de tercera primera
persona, pero el punto central es la pareja, son ellos dos, una pareja de 40 y
cortos que decidió no tener hijos y que se encuentra en un momento curioso de
la vida. Ella está volviendo de un romance del que él parece no haberse
enterado (pero no es obvio), él está justo en el momento en que se está
separando de su socio de años o décadas. Y en estos tres o cuatro días en que
los vemos les pasan cosas: a ella la muerde un gato de la calle y temen que
haya contraído rabia, un hombre negro entra a su casa, descubren que alguien
vandalizó su casa de fin de semana, y todo esto sobre el telón de fondo de la
Nueva York dura y en flujo social de fines de los sesenta, como en lucha
permanente por los espacios entre sectores sociales, y con Vietnam ahí detrás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El tema de la
paternidad -o falta de- está muy presente en el libro. ¿A dónde va una pareja
que no tiene hijos? ¿Cómo se pasa a la adultez y la vejez incluso sin hijos?
¿Es la desesperanza causa de la falta de hijos o es acaso solo una forma
diferente de la desesperanza? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">El primer día van
a una fiesta en lo de unos amigos y se encuentran con amigos del hijo de la
casa. Otto, a quien poco antes Sophie acusa de apenas estar en el siglo
correcto, lo que él acepta, comenta sobre la generación más joven: “‘Eligieron
seguir siendo niños’, dijo como adormecido, ‘sin saber que nadie tiene esa
opción’. ¿Qué era un niño? ¿Y cómo podría saberlo ella? ¿Dónde estaba la niña
que había sido? ¿Quién podía decirle cómo había sido ella de niña?” (p. 30). La
falta de maternidad / paternidad y el hecho de estar envejeciendo igual,
dejando de ser niños, jóvenes. “Ya no podía comer y beber como lo hacía antes.
Inexorablemente terminaba siendo invadida por elementos que eran al mismo
tiempo desagradables e irrisorios. Sólo hacía muy poco tiempo se había dado
cuenta de que una es vieja por mucho tiempo.” (p. 48).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Mientras los
seguimos durante el fin de semana, los Bentwood se nos presentan por momentos
como perfectamente íntimos y en otros momentos totalmente ajenos. “Habían
estado casados quince años. ¿Qué sabía ella de los pensamientos de él?” (p.
148) Y así como no quieren ver la fealdad de la ciudad que los rodea –“‘Ojalá
hubiera otra manera de ir a Flynders’, murmuró Sophie. ‘Leéme’, pidió Otto. ‘Ya
salimos de esto.’ ‘Es tan desesperanzadoramente feo.’ ‘No lo miros’, dijo él rápido.”
(p. 119)–, tampoco parecen querer ver demasiado hacia adentro, de cada uno o de
la pareja. Y a pesar de todo lo que falta, de lo que no está bien, parecen
seguir eligiéndose, así como pueden, por desesperación o por desesperanza. Como
dice Otto: “Yo estaría mejor si fuera un poco más como mi padre. El basó su
vida en el supuesto de que nada resultaría de nada. Y la esperanza irrumpía en
él de la misma manera que la decepción irrumpe en la vida de otros. Odiaba la
esperanza. Lo desarmaba. Supón lo peor, hijo mío, y nunca te decepcionarás…”
(p. 122)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><u><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Originales de
las citas usadas<o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“‘Charlie’s right’,
she said. ‘You’re barely in the right century.’ ‘That’s true’.” (p. 11).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“‘They’ve chosen
to remain children’, he said sleepily, ‘not knowing that nobody has that
option.’ What was a child? And how would she know? Where was the child she had
been? Who could tell her what she had been like? She had one photograph of
herself at four, sitting in a wicker rocker, a child’s chair, her legs straight
out, in white cotton panties, wearing someone’s Panama hat that was too big for
her.” (p. 30).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“She could not eat
and drink the way she once had. Inexorably, she was being invaded by elements
that were both gross and risible. She had only recently realized that one was
old for a long time.” (p. 48).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“They had been
married for fifteen years. What did she know of what he thought?” (p. 148)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“‘I wish there was
another way to go to Flynders’, Sophie murmured. ‘Read to me’, urged Otto. ‘We’ll
be out of this soon.’ ‘It’s so hopelessly ugly.’ ‘Don’t look at it’, he said
quickly.” (p. 119)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“I’d be better off
if I were more like my father. He based his life on the assumption that nothing
would come of anything. And hope broke in upon him the way disappointment
breaks in on other people’s lives. He hated hope.It unmanned him. Assume the
worst, my son, and you’ll never be disappointed….” (p. 122).<o:p></o:p></span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5664626764778819194.post-2568606040490650592023-06-26T09:08:00.000-03:002023-06-26T09:08:31.185-03:00Esa tierra monstruosa<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlSqR7jwYzWuHN1OES3WnrMPLznvxg3fUMhubtBXMb247q17ynrbGpmV8rHP--c1TFs7tZ1O9EAcvk9qXhO1L0PLuNr9KFR9hvDmW5h-bOFOUCJXy7zi8d56Re8WzftEpvcJlqI7D4cPiIL28d3PjO3-FfTmoOf-VjGw74juB3BhkPNF3XUkhCMwa_cQ/s275/charley.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlSqR7jwYzWuHN1OES3WnrMPLznvxg3fUMhubtBXMb247q17ynrbGpmV8rHP--c1TFs7tZ1O9EAcvk9qXhO1L0PLuNr9KFR9hvDmW5h-bOFOUCJXy7zi8d56Re8WzftEpvcJlqI7D4cPiIL28d3PjO3-FfTmoOf-VjGw74juB3BhkPNF3XUkhCMwa_cQ/s1600/charley.jpeg" width="183" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">En 1960, cuenta la
historia, John Steinbeck salió a reconectarse con Estados Unidos (¡Americah!):
se hizo adaptar una pickup como casa rodante, a la que bautizó Rocinante, la
cargó de comida y bebida, subió a su perro Charley y salió a la ruta. El
resultado es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Travels with Charley. In
Search of America</i>, una bitácora de viaje <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Travels_with_Charley">acusada de ser poco veraz</a> pero
definitivamente interesante de leer, por lo que cuenta, por tener una mirada de
una persona como Steinbeck de los EE.UU. de comienzos de los 60, al borde de la
gran hecatombe que se avecinaba, y porque el muchacho sabía escribir, claro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Steinbeck, que ya
tenía casi 60 años, salió “a tratar de redescubrir esta tierra monstruosa” (p.
4). Lo es, en primer lugar, en sentido físico: no termina nunca. “Y de pronto
Estados Unidos devino increíblemente gigante e imposible de cruzar. Me pregunté
cómo carajo me había involucrado en un proyecto que no podía completarse. Era
como empezar a escribir una novela” (p. 19). Y es así: Estados Unidos es
interminable, como aprendí una vez que hice un viaje desde el sur de Florida
hasta Colorado, unos 3.500 kilómetros. Steinbeck habría hecho algo así como
15.000, cubriendo a largos rasgos la frontera del país: de Nueva York al norte,
de allí al oeste hasta el Pacífico; paralelo en dirección sur hasta el final de
California, y de allí al este (Texas, el Sur) y luego al norte hasta Nueva
York. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Steinbeck nota
cuánto han cambiado ya las cosas, a veces con más optimismo, otras pareciendo el
viejo de los Simpsons que le grita a las nubes. Por ejemplo, discute la pérdida
de los acentos regionales, menciona la relativa igualdad de género y cuestiona
la moral laxa, que todo lo perdona, del psicoanálisis: “Es práctica habitual
ahora, al menos en las grandes ciudades, escuchar de nuestro sacerdocio
psiquiátrico que los pecados no son realmente pecados sino accidentes puestos
en movimientos por fuerzas fuera de nuestro control.” (p. 71). También tiene
percepciones sobre el decaimiento de las ciudades y el ambiente natural
degradado: “En el pasado hemos sido obligados a cambiar a pesar de nuestras
reticencias por el clima, las calamidades y las plagas. Ahora la presión viene
de nuestro propio éxito biológico como especie. Hemos vencido a todos los
enemigos menos a nosotros mismos” (p. 178). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">Donde más se
acerca a ver los cambios que se avecinan es al llegar al Sur. “Enfrentaba al
Sur con pavor. Acá, sabía, había dolor y confusión y todos los resultados
maniáticos del desconcierto y el miedo. Y como el Sur es una extremidad de la
nación, su dolor se propaga hacia todos los Estados Unidos.” (p. 220).
Steinbeck llega a New Orleans en medio de la<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/New_Orleans_school_desegregation_crisis"> crisis por la desegregación de las escuelas</a>, y es testigo de cómo señoras blancas de clase media (las
“Cheerleaders”) se oponen presentándose para vociferar e insultar a una pobre
chiquita negra que quiere entrar a la escuela. (Imaginar a los 10 energúmenos
que putean al jugador rival que va a patear un córner, pero 50 señoras gordas
contra una chiquita de 12 años). A modo de conclusión, dice: “sí sé que es un
lugar con problemas y un pueblo atrapado en un lío. Y sé que la solución,
cuando llegue, no será fácil ni sencilla.” (p. 248) Claramente, eso resultó una
subestimación: la hoguera de los 60 fue espectacular, con el movimiento por los
derechos civiles, Vietnam, Watergate y demás. Y los debates actuales, entre el
critical race theory, el liberalismo tradicional y el conservadurismo renovado
parecen decirnos que no existe tal cosa como una “solución” posible. Aquí
también, aunque Steinbeck no lo dice, EE.UU. es una tierra monstruosa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">¿Entonces? Hacia
el final, Steinbeck dice que “Sería agradable poder decir de mis viajes con
Charley ‘salí a buscar la verdad sobre mi país y la encontré’” (p. 189) pero
quizás tal cosa no es posible. “La realidad externa se las ingenia para no ser,
al final de cuentas, tan externa. Esta tierra monstruosa, esta la más poderosa
de las naciones, este engendro del futuro, termina siendo el macrocosmos del
microcosmos yo.” (p. 189) Steinbeck habla de una identidad americana como “una
cosa exacta y comprobable” (p. 190) aunque más adelante también lo pone en
duda: “gradualmente comencé a sentir que los americanos existen, que realmente
tienen características generalizadas a pesar de sus estados, su situación
social o financiera, su educación, sus convicciones religiosas o políticas
(...) Pero cuanto más inspeccionaba esta imagen americana, menos seguro estaba
respecto de qué es” (p. 219-220). De nuevo, no son palabras de Steinbeck, pero
esta es la tercera manera en la que es una tierra monstruosa, en esa paradójica
mezcla de diversidad universal y uniformidad. (Dice al comienzo Steinbeck que
“Cuando tengamos estas autopistas en todo el país, como tendremos y debemos
tener, será posible manejar de New York a California sin ver una sola cosa.” -
p. 82. Y hoy eso es verdad: sin ver una sola cosa que no sea una cadena, un
Marriott, un McDonalds, un Dunkin’ y una Exxon, como vi yo en aquel viaje hecho
casi exclusivamente por interstates.)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">¿Y entonces?
Steinbeck se pregunta por sus fellow Americans, se pregunta por el hombre, se
pregunta por él, y viaja con un perro, Charley, sobre el que tiene varios
comentarios interesantes a lo largo del libro. Su comentario sobre las
Cheerleaders, casi una cita a Diógenes, incluye esto: “He visto una mirada en
los ojos de los perros, una mirada de asombrado desprecio que desaparece
rápidamente, y estoy convencido de que los perros básicamente piensan que los
humanos están de la cabeza.” (p. 244)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><u>Otra cita que es
también un recordatorio a mí mismo<o:p></o:p></u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“The next passage
in my journey is a love affair. I am in love with Montana. For other states I
have admiration, respect, recognition, even some affection, but with Montana it
is love, and it’s difficult to analyze love when you’re in it.” / “El próximo pasaje
de mi viaje es una historia de amor. Estoy enamorado de Montana. Para otros
estados tengo admiración, respecto, reconocimiento, incluso algo de afecto,
pero con Monatana es amor, y es difícil analizar el amor cuando estás dentro de
él.” (p. 143).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";"><u>Originales de las
citas usadas<o:p></o:p></u></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“to try to
rediscover this monster land” (p. 4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“And suddenly the
United States became huge beyond belief and impossible ever to cross. I
wondered how in hell I’d got myself mixed up in a project that couldn’t be
carried out. It was like starting to write a novel.” (p. 19).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“It is our
practice now, at least in the large cities, to find from our psychiatric
priesthood that our sins aren’t really sins at all but accidents that are set
in motion by forces beyond our control.” (p. 71).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“We have in the
past been forced into reluctant change by weather, calamity, and plague. Now
the pressure comes from our biologic success as a species. We have overcome all
enemies but ourselves.” (p. 178).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“I faced the South
with dread. Here, I knew, were pain and confusion and all the manic results of
bewilderment and fear. And the South being a limb of the nation, its pain
spreads out to all America.” (p. 220).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“But I do know it
is a troubled place and a people caught in a jam. And I know that the solution
when it arrives will not be easy or simple.” (p. 248).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“It would be
pleasant to be able to say of my travels with Charley, “I went out to find the
truth about my country and I found it.” (p. 189).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“External reality
has a way of being not so external after all. This monster of a land, this
mightiest of nations, this spawn of the future, turns out to be the macrocosm
of microcosm me.” (p. 189).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“gradually I began
to feel that the Americans exist, that they really do have generalized
characteristics regardless of their states, their social and financial status,
their education, their religious, and their political convictions. (...) But
the more I inspected this American image, the less sure I became of what it
is.” (p. 219-220).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“When we get these
thruways across the whole country, as we will and must, it will be possible to
drive from New York to California without seeing a single thing.” (p. 82).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans","sans-serif";">“I’ve seen a look
in dogs’ eyes, a quickly vanishing look of amazed contempt, and I am convinced
that basically dogs think humans are nuts.” (p. 244).</span></p>Fernando Santillanhttp://www.blogger.com/profile/02771837436738050787noreply@blogger.com0