lunes, 30 de septiembre de 2013

Encierro


Así estoy. Paso de la masculinidad total de McCarthy a Sylvia Plath y The Bell Jar, la historia de cómo una chica de 19, Esther Greenwood, se desarma psicológicamente ante las perspectivas de una adultez en que el mandato parece ser el de someterse a un hombre.
A Esther se le termina una etapa sencilla donde el camino estaba pautado, teme someterse a un hombre (laboral y sexualmente) y, sobre todo, tiene pánico a la maternidad. "Sentía ahora que las incómodas sospechas que tenía sobre mí misma se estaban convirtiendo en realidad, y que no podría ocultar la verdad por mucho más tiempo. Después de diecinueve años de correr detrás de buenas notas y premios y becas de uno u otro tipo, estaba aflojando, yendo más lento, cayéndome sin más de la carrera." (p. 29) No sólo había llegado al final del mapa, sino que ahora tenía que buscar su propia moralidad. Ni podía seguir el mandato ni hacer directamente lo prohibido: "me preguntaba por qué no podía ir a fondo con lo que debía hacer. Esto me hacía sentir triste y cansada. Y después me preguntaba por qué no podía ir a fondo con lo que no debía hacer (...) y eso me hacía sentir aún más triste y más cansada." (p. 30)
Sobre todo, Esther no quiere someterse a un hombre y eso parecía ser el destino de cualquier mujer: "odiaba la idea de servir a un hombre en cualquier manera." (p. 76) Lo mismo ocurre sexualmente: "'Lo que odio es la idea de estar debajo del pulgar de un hombre', le había dicho a la Doctora Nolan. 'Un hombre no tiene una sola preocupación en la vida, mientras que yo tengo a un bebé colgando sobre mi cabeza como un gran palo, para mantenerme a raya'." (p. 221) El horror a la maternidad, que se le impone, es total. "Los niños me daban nauseas", dice en otro momento en un característico párrafo de una oración. Quizás quien mejor lo expresa es un novio de Esther y estudiante de medicina; viendo un parto junto a ella le dice "No deberías ver esto (...) Nunca querrás tener un bebé si lo vieras. No deberían dejar que las mujeres miren. Sería el fin de la raza humana." (p. 65)
Plath nos cuenta todo esto con una riqueza de imágenes y metáforas digna de una poeta: de su obra esta es su única novela, todo lo demás es poesía. En la primera página, por ejemplo, las bocas de un subte huelen a maní, y poco después se describe a ella misma: "Me sentía muy quieta y muy vacía, como debe sentirse el ojo de un tornado, moviéndose lentamente en medio de todo el bochinche de alrededor." (p. 3) En un momento, Esther rompe un termómetro y juega con una pelota de mercurio, que puede separarse o volver a juntarse, volver a ser una, como ella: "Abrí mis dedos una rendija, como un niño con un secreto, y le sonreí a la pelota de plata en el hueco de la palma de mi mano. Si se me caía, se rompería en un millón de pequeñas réplicas de ella misma, y si empujara a todas ellas una junta a otra se fundirían, sin una grieta, de nuevo en una entera." (p. 183)
Los temores y los problemas mencionados hicieron estallar a Esther y la llevaron a intentar suicidarse. Tras dos experiencias terroríficas, incluyendo una sesión de electroshock descripta de forma notable, Esther vuelve a ser una gracias a la Doctora Nolan. Esther se describe como debajo de una campana de cristal: "siendo guisada en mi propio aire agrio" (p. 185) y cuando se siente curada siente a la campana "suspendida, a unos pocos pies de mi cabeza. Yo estaba abierta al aire que circulaba." (p. 215) Se cura, pero no sin dudar: "¿Cómo podía saber que algún día - en la universidad, en Europa, en algún lado, en cualquier lado - no descendería de nuevo la campana de cristal, con sus agobiantes distorsiones?" (p. 241)
El descenso de Esther a la locura y su salida es una historia individual, como todas las historias. Pero es más que ello. Hasta cierto punto, todas las mujeres viven con una suerte de campana de cristal sobre sus cabezas: "Esas chicas también estaban sentadas debajo de algo parecido a campanas de cristal." (p. 238) El mundo cambió mucho para las mujeres desde que Plath escribió The Bell Jar; para muchas, el cambio es insuficiente. No sé si por lo que cambió, por lo que resta cambiar o quizás por lo que es inmutable, o una combinación de estas razones, pero algo me dice que sigue siendo tan o más difícil ser mujer. Este libro, contándome magistralmente una historia individual, me hizo un poco más consciente de ello.


Originales de las citas de arriba
"I felt now that the uncomfortable suspicions I had about myself were coming true, and I couldn't hide the truth much longer. After nineteen years of running after good marks and prizes and grants of one sort an another, I was letting up, slowing down, dropping clean out of the race." [29]
"After Doreen left, I wondered why I couldn't go the whole way doing what I should any more. This made me sad and tired. Then I wondered why I couldn't go the whole way doing what I shouldn't, the way Doreen did, and this made me even sadder and more tired." [30]  
"The trouble was, I hated the idea of serving men in any way." [76]
"'What I hate is the thought of being under a man's thumb,' I had told Doctor Nolan. 'A man doesn't have a worry in the world, while I've got a baby hanging over my head like a big stick, to keep me in line'." [221]
"Children made me sick." [117]
"'You oughtn't to see this', Will muttered in my ear. 'You'll never want to have a baby if you do. They oughtn't to let women watch. It'll be the end of the human race'." [65]
"I felt very still and very empty, the way the eye of a tornado must feel, moving dully along in the middle of the surrounding hullabaloo." [3]
"I opened my fingers a crack, like a child with a secret, and smiled at the silver globe cupped in my palm. If I dropped it, it would break into a million little replicas of itself, and if I pushed them near each other they would fuse, without a crack, into one whole again." [183]
"All the heat and fear had purged itself. I felt surprisingly at peace. The bell jar hung, suspended, a few feet above my head. I was open to the circulating air." [215]
"How did I know that someday - at college, in Europe, somewhere, anywhere - the bell jar, with its stifling distortions, wouldn't descend again?" [241]
"Those girls too, sat under bell jars of a sort." [238]

Otras citas
"I stored the fact that there were real glasses in the corner of my mind the way a squirrel stores a nut." [187]
"Almacené el dato de que había vasos reales en la esquina de mi mente como una ardilla almacena una nuez."

"'What does a woman see in a woman that she can't see in a man?'
Doctor Nolan paused. Then she said, 'Tenderness.' That shut me up." [219]
"'¿Qué ve una mujer en una mujer que no pueda ver en un hombre?'
La Doctora Nolan tomó una pausa. Después dijo, "Ternura'. Eso me calló."

"I couldn't possibly be a virgin any more. I smiled into the dark. I felt part of a great tradition." [229]
"No era posible que siguiera siendo una virgen. Sonreí en la oscuridad. Me sentí parte de una gran tradición."

lunes, 23 de septiembre de 2013

Desesperar


The Crossing es la segunda novela de la Trilogía de la Frontera de Cormac McCarthy (de la primera, All the pretty horses, hablamos acá.) Como aquella, esta es una historia que retrata el fin de una era, pero ahora ya no queda resquicio casi para la esperanza. Ya no queda nada del viejo mundo rural norteamericano, y aunque la naturaleza está siempre presente y es inconmovible e incognoscible, aquellos que quieren una vida más cercana a ella están destinados a fracasar.
Las descripciones naturales de McCarthy son gloriosas, describe al mundo rural como Raymond Chandler describe al mundo urbano. "Ante él las montañas eran un blanco enceguecedor en el sol. Se veían recién nacidas de la mano de un dios que no provee y que quizás no había ni imaginado un uso para ellas. Así de nuevas." [483-84] En la primera parte del libro toma vida una loba y McCarthy la humaniza. Por ejemplo, cuando nos habla de sus estrategias de supervivencia: "Ella no volvería al lugar de una muerte. No cruzaría un camino o un ferrocarril de día. No cruzaría debajo de un alambrado dos veces por el mismo lugar. Estos eran los nuevos protocolos. Restricciones que no habían existido antes. Ahora existían." [386-388]
Nuestro héroe es Billy Parham, un chico de 16 años que es hombre de otra época, de la naturaleza. Para él también el mundo era otro. En un momento vuelve a la ciudad y la "gente que pasaba por la calle se daba vuelta para mirarlo. Algo llegado de las mesas salvajes, algo salido del pasado. Harapiento, sucio, hambriento en ojo y barriga. Totalmente no reclamado. En esa figura extravagante contemplaban lo que más envidiaban y lo que más insultaban." [2718-20] Más directamente, hacia el final, Billy se cruza con otro hombre de a caballo: "Este mundo no será el mismo nunca más, dijo el jinete. ¿Sabías eso? / Lo sé. Ya no lo es." [6897-98]  
Billy cruza a caballo la frontera a México tres veces. La primera con la loba, la segunda con su hermano y la tercera solo. En el tercero dice: "Este es mi tercer viaje. Es la única vez que estuve acá abajo que conseguí lo que venía buscando. Pero ni por putas era lo que quería." [6826-27] Las empresas de Billy están condenadas a fracasar y McCarthy nos anuncia todo el tiempo aquello que saldrá mal: nos adelanta quiénes morirán con frases cortas que deja sin explicar, con sueños largos repletos de metáforas. En el camino Billy se encuentra con gente amable que lo alimenta y lo cuida, y con ladrones y asesinos. Muchos ven más allá, con una sabiduría de otro tiempo, lo ven a Billy y lo aconsejan: "Le dijo al chico que aunque fuera huérfano igual debía cesar de deambular y hacerse un lugar en el mundo para él mismo porque deambular de esta manera se convertiría para él en una pasión y por esta pasión quedaría separado de los hombres y finalmente de él mismo." [2139-41]
Las historias son siempre una sola. Como le cuenta a Billy un hombre en la mitad de México, la única historia es la del hombre y cómo camina del principio hasta el fin. "Digo de nuevo que todos los relatos son uno. Bien escuchados todos los relatos son uno. [2300] (...) La tarea del narrador no es fácil, dijo. Pareciera que se le requiere que elija su relato de entre muchos que son posibles. Pero por supuesto ese no es el tema. El tema es más bien hacer muchos del uno. [2476] (...) Finalmente el camino de todo hombre es el camino de cualquier otro. No hay viajes separados porque no hay hombres separados para hacerlos. Todos los hombres son uno y no hay otro relato que contar. [2504]"
Esa desesperanza es permanente en The Crossing, y quizás nunca se expresa mejor que en esos diálogos cortos y secos que son marca registrada de McCarthy; a veces, como este, en español:
"Dónde está el sepulturero?
Muerto.
Quién está encargado del cementerio?
Dios.
Dónde está el sacerdote.
Se fué." [6402-5]

Originales de las citas utilizadas
- "She would not return to a kill. She would not cross a road or a rail line in daylight. She would not cross under a wire fence twice in the same place. These were the new protocols. Strictures that had not existed before. Now they did." [386-388]
- "Before him the mountains were blinding white in the sun. They looked new born out of the hand of some improvident god who’d perhaps not even puzzled out a use for them. That kind of new." [483-84]
- "When he walked out into the sun and untied the horse from the parking meter people passing in the street turned to look at him. Something in off the wild mesas, something out of the past. Ragged, dirty, hungry in eye and belly. Totally unspoken for. In that outlandish figure they beheld what they envied most and what they most reviled." [2718-20]
- "This world will never be the same, the rider said. Did you know that? I know it. It aint now." [6897-98]  
- "This is my third trip. It’s the only time I was ever down here that I got what I come after. But it sure as hell wasnt what I wanted." [6826-27]
- "He told the boy that although he was huérfano still he must cease his wanderings and make for himself some place in the world because to wander in this way would become for him a passion and by this passion he would become estranged from men and so ultimately from himself." [2139-41]
- "I say again all tales are one. Rightly heard all tales are one. [2300] (...) The task of the narrator is not an easy one, he said. He appears to be required to choose his tale from among the many that are possible. But of course that is not the case. The case is rather to make many of the one. [2476] (...) Ultimately every man’s path is every other’s. There are no separate journeys for there are no separate men to make them. All men are one and there is no other tale to tell. [2504]"

Otras citas
- "She said that to be a woman was to live a life of difficulty and heartbreak and those who said otherwise simply had no wish to face the facts. And she said that since this was so nor could it be altered one was better to follow one’s heart in joy and in misery than simply to seek comfort for there was none." / "Dijo que ser mujer era vivir una vida de dificultad y desamor y que aquellos que dicen lo contrario simplemente no tienen ganas de enfrentar los hechos. Y dijo que como esto era así y no podía ser alterado era mejor que una siguiera su propio corazón en la alegría y la tristeza que simplemente buscar consuelo porque eso no existe." [5281-84]
- "You married? / ¿Estás casado?
No sir. I aint but sixteen. / No señor. Apenas tengo dieciséis.
Dont get married. Women are crazy. / No te cases. Las mujeres están locas.
Yessir. / Síseñor.
You’ll think you’ve found one that aint but guess what? / Vas a pensar que encontraste una que no lo está pero ¿sabés qué?
What? / ¿Qué?
She will be too. / También va a estar.

Yessir. / Síseñor." [599-603]

Las citas son de la edición Kindle y los números corresponden al número de ubicación en esa edición.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Poetas vivos


¿Cómo voy a escribir un apunte de lectura de un libro de poesía si no sé nada de poesía?, pensé. Hasta que me acordé que escribo apuntes de lecturas de novelas: ¿quién dijo que estoy capacitado para hacerlo? Así que voy a decir lo que me parece, como siempre, y lo que me parece es que me gustó el libro doble De tal palo / Basta de escribir novelas de Iván Noble y Washington Cucurto, publicado por los amigos deGarrincha Club.
Es poesía de poetas vivos. Me sorprendió gratamente Noble, a quien admito le tenía algún prejuicio. Nos habla de linajes cualunques, de padres e hijos, de escenas de esposos frente a paquetes de queso rallado, vecinos desagradables, de descubrirse a uno mismo y de cumplir cuarenta, de cuarentones que se separan y ven chicas de veinte. De todo eso está hecha la vida y la poesía (aunque discrepo, Sr. Noble, con eso de que "la poesía se hace a solas", p. 43.)
Cucu es Cucu. Es una cosa única pero también lo leí así, como poesía muy viva, donde se pelea con las madres de sus hijas, se las mete a otras y hace sentir mal a su suegra ("Cómo sufre una mujer cuando se la ponen a otra", p.26), come cucuruchos con su hijo en el McDonald's de Almagro, y toman vida las bailantas y las genias del taller de Santi Llach, "El gurú de la excitación". 
Yo no sé nada de poesía pero hay que leerla, hay que leer a poetas vivos, con sus imágenes y sonidos con palabras y sentidos, son siempre miradas distintas, a veces ancladas y otras aladas, nos traen olores, sabores, colores. Y algo así me pasó con este hermoso libro.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Al matadero


Hay cosas que son demasiado difíciles de contar, demasiado traumáticas. De casualidad, porque es todo casualidad, parece, en la misma semana leí Slaughterhouse-Five de Kurt Vonnegut y vi Life of Pi. El recurso central es básicamente el mismo: para no contar el horror, inventar una fantasía; un viaje en bote con animales; un hombre que viaja en el tiempo y es secuestrado por extraterrestres. Como dice Vonnegut una y otra vez en el libro, "así es la cosa": "so it goes."
Vonnegut cuenta el bombardeo aliado a Dresden en 1945. Pero el libro resulta "tan corto y revuelto y ruidoso (...)  porque no hay nada inteligente que pueda decirse sobre una masacre." (p. 19) Lo cuenta desde Billy Pilgrim, quien más que un hombre parece un "barrilete roto" (p. 97), como dice de él un oficial inglés. Un hombre roto que imagina que va y viene en el tiempo y que es secuestrado por extraterrestres como forma de procesar el sinsentido de la guerra, de la vida y la muerte.
Los extraterrestres "Trafalmadorianos" (la guerra) le enseñan a Billy eso: no hay sentido, no hay libre albedrío, no hay individualidad. Cuando Billy pregunta "¿Por qué yo?" le responden "Esa es una pregunta muy terrícola, Sr. Pilgrim. ¿Por qué usted? ¿Por qué nosotros para eso? ¿Por qué cualquier cosa? Porque este momento simplemente es." (p. 76/77) Lo mismo le dice un guardia alemán a un prisionero americano que pregunta por qué es castigado: "¿Porrqué vos? ¿Porrqué cualquierra?" (p. 91) "He visitado treintaiún planetas habitados en el universo, y he estudiado informes de cien más. Sólo en la Tierra se habla del libre albedrío", le dice un Trafalmadoriano a Billy (p. 86). La guerra enseña que no hay personas: "Casi no hay personajes en esta historia, y casi no hay confrontaciones dramáticas, porque la mayoría de las personas en el libro son tan enfermas y a tal punto los juguetes sin vida de fuerzas enormes. Uno de los principales efectos de la guerra, después de todo, es que las personas son disuadidas de ser personajes." (p. 164)
La literatura Trafalmadoriana expresa la guerra y el sinsentido de la vida: "No hay comienzo, no hay medio, no hay fin, no hay suspenso, no hay moraleja, no hay causas, no hay efectos." (p. 88) No hay sentido ni moralidad. "'Yo mismo he visto los cuerpos de colegialas hervidas vivas en una torre de agua por mis propios compatriotas, que estaban orgullosos de estar luchando contra el mal puro en ese tiempo.' Esto era verdad. Billy vio los cuerpos hervidos en Dresden. 'Y yo he iluminado mi camino a la noche en una cárcel usando velas hechas de la grasa de seres humanos masacrados por los hermanos y padres de esas colegialas que fueron hervidas'." (p. 116)
¿Entonces? Hay algo común a esa generación de la segunda posguerra y de la amenaza nuclear que no me termina de cerrar (aglo dijimos acá). Me surge preguntarles para qué escriben si nada tiene sentido; qué sentido tiene escribir sobre el sinsentido. Quizás esta sea una respuesta: que ciertas cosas son demasiado difíciles de vivir sin contarlas, y demasiado difícil de contar sin saltos de fantasía. Quizás es simplemente demasiado duro resumir todo en dos oraciones. Dresden era "la ciudad más hermosa que hubiera visto la mayoría de los americanos." (p. 148) Poco más de un mes después, esos mismos americanos emergían de su refugio tras el bombardeo: "era como la luna ahora, nada más que minerales. Las piedras estaban calientes. Todos los demás en el barrio estaban muertos.
Así es la cosa." (p. 178)

Citas usadas
"It is so short and jumbled and jangled, Sam, because there is nothing intelligent to say about a massacre." (p. 19)

"'My God - what have they done to you, lad? This isn't a man. It's a broken kite." (p. 97)

"'Why me?'
'That is a very Earthling question to ask, Mr. Pilgrim. Why you? Why us for that matter? Why anything? Because this moment simply is." (p. 76/77)

"'Why me?' he asked the guard.
The guard shoved him back into ranks. 'Vy you? Vy anybody?' he said." (p. 91)

"'I've visited thirty-one inhabited planets in the universe, and I have studied reports on one hundred more. Only on Earth is there any talk of free will'." (p. 86)

"There are almost no characters on this story, and almost no dramatic confrontations, because most of the people in it are so sick and so much the listless playthings of enormous forces. One of the main effects of war, after all, is that people are discouraged from being characters." (p. 164)

"There is no beginning, no middle, no end, no suspense, no moral, no causes, no effects. What we love in our books are the depths of many marvelous moments seen all at one time." (p. 88)

"'I myself have seen the bodies of schoolgirls who were boiled alive in a water tower by my own countrymen, who were proud of fighting pure evil at the time.' This was true. Billy saw the boiled bodies in Dresden. 'And I have lit my way in a prison at night with candles from the fat of human beings who were butchered by the brothers and fathers of those schoolgirls who were boiled'." (p. 116)

"the loveliest city that most of the Americans had ever seen." (p. 148)

"Dresden was like the moon now, nothing but minerals. The stones were hot. Everybody else in the neighborhood was dead.
So it goes." (p. 178)

lunes, 2 de septiembre de 2013

Prejuicios


Mi lectura de Miami. Turistas, colonos y aventureros en laúltima frontera de América Latina, de Hernán Iglesias Illa, es un cruce de prejuicios. Hernán arranca el libro admitiendo el suyo: "yo me había acercado a Miami creyéndome culturalmente más sofisticado. Y (...) terminé dándome cuenta de que, aunque podía tener razón (...) no sabía si servía para algo o si era algo de lo que valiera la pena ponerse a fanfarronear o sentirse orgulloso." Como Hernán, yo tenía también un prejuicio contra Miami (el de Hernán era más progre, el mío más conservador). Pero yo tenía un prejuicio más: hasta hace poco me había resistido a leer Miami... prejuzgándolo: suponiendo que sería la crítica progre de la superficialidad de esa ciudad. Nada de eso: ni la realidad de Miami se condice plenamente con la imagen obvia de ciudad superficial, de shopping, frivolidad, playa y cirugías estéticas, ni el libro presentaba esa visión.
El libro es más una biografía que una historia de la ciudad. En un texto tejido a partir de casos particulares, de entrevistas, de historias de vida que son parte de la gran historia de la ciudad, Hernán convierte a la ciudad en un ser viviente y que siente y genera sentimientos. Hacia el final del libro, habla de un "cariño repentino" que siente por Miami y confiesa que hubo "momentos en los que me enojé con ella, por caprichosa, frívola y materialista. Y hubo otros momentos en los que tuve ganas de sacudirla y despertarla (...) Y hubo otros momentos en los que me ha parecido entrañable e ingenuamente encantadora, con una energía y un entusiasmo contagiosos y auténticos. Casi como una hija adolescente, un día frustrante y testaruda y al otro día maravillosa y sorprendente." En este sentido, el libro no es sólo para quienes tengan particular interés en esa ciudad; vale la pena ver cómo se construye un texto así, cómo se puede de alguna manera describir la personalidad, casi diría el alma, de una ciudad.
La historia también está; es lindo ver cómo se sedimentan las migraciones: los gringos primero, los judíos del norte que van y vienen, los cubanos y, finalmente, los sudamericanos (venezolanos, colombianos, argentinos) en las últimas décadas. Si existe algo así como una "Latinoamérica", si existe fuera de la comodidad gringa para englobar todo lo que queda al sur de ellos, eso parece ser Miami. Como dice un artículo citado por Hernán: "Miami es probablemente la única ciudad de las Américas donde una identidad latina es realmente posible". Así y todo, es una ciudad notablemente americana en sentido amplio: es una ciudad del nuevo mundo, "una ciudad que está siempre a medio hacer, atada con alambre" y una ciudad de inmigrantes, de gente que está de paso: "Para el millón de latinoamericanos que en los últimos 15 años han llegado a Miami en silencio, acomodándose de a poco en los suburbios del oeste y trepando de a poco en su cadena alimentaria, Miami es también una aventura, pero una aventura conservadora, en la que familias enteras arriesgan todo para no tener que arriesgar nunca más."
El libro tiene, además, futuro. Esa gente nueva construyó una ciudad distinta, vibrante, cuya realidad es muy lejana a la de mera superficialidad y frivolidad aunque esas características estén en el centro de su especialización en industrias creativas. Para Hernán, hay en eso algo del futuro: "el mundo se parecerá cada vez más a Miami y Miami será cada vez más una versión en miniatura de lo mejor del mundo: será una sociedad multiétnica, multilingüe y tolerante, cada vez más dedicada a las industrias creativas regionales o globales —Internet, arte, diseño, televisión— y con una nueva atmósfera cultural más serena, menos obsesionada con el lujo, más satisfecha con sus habitantes y consigo misma, sin la necesidad de estar todo el tiempo corriendo a toda velocidad."
Lejos de los prejuicios sobre ella, y una ciudad desprejuiciada ella misma.