Adichie, C.N., "The Thing Around Your Neck",
Fourth Estate, Londres, 2009
Leí The Thing Around Your Neck,
libro de cuentos de la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. No me volvió loco,
pero me gustó lo suficiente como para terminar todo el libro (y sin intercalar
otro libro en el medio).
Los cuentos son de
mucho contenido social y político: sobre el colonialismo, cuestiones de género
y sexualidad, la emigración y la política interna de Nigeria (conflictos
étnicos, etc.) Sólo uno de los cuentos ("Tomorrow Is Too Far") está
totalmente separado de todas estas cuestiones, y podría ser escrito igual en un
lugar que no fuera África con personajes que no fueran africanos; en los demás
juegan siempre un papel especial estas cuestiones sociales o políticas.
Coincidentemente, creo que es el cuento que más me gustó, más allá de que
personalmente para mí hay mucho valor en aprender de esas cuestiones. Del otro lado, el
cuento que cierra el libro, "The Headstrong Historian", es el menos
literario de todos, tiene una intención política anti-colonial clara y directa. (Y es probablemente el que menos me gustó.) En otros, como "Jumping Monkey Hill", la posición política viene
mejor empaquetada en un relato. En ese cuento, una institución inglesa invita a
un grupo de escritores africanos a un taller de intercambio en un hotel lujoso
en Sudáfrica. Los invitados son los únicos huéspedes negros y el coordinador
del grupo, un viejo académico inglés, les decía a los escritores africanos qué
era "literatura africana" y qué no.
Un tema muy
interesante es el cruce de culturas. La primera oración del libro, por ejemplo,
ya muestra como las clases acomodadas y occidentalizadas de África están, como
las latinoamericanas, unidas por el consumo con las de los países
desarrollados: "La primera vez que robaron en nuestra casa fue nuestra
vecina Osita, quien se trepó por la ventana del comedor y se robó nuestra TV,
nuestro VCR y los videos de Purple
Rain y de Thriller que mi padre había traído de Estados
Unidos." (p. 3) En muchos de los cuentos hay personas y familias
nigerianas que van o vienen de EE.UU.; Kamara, que trabaja de baby-sitter para
un abogado y una artista "había llegado a entender que ser padre en
Estados Unidos era hacer malabares de ansiedades y que eso venía del hecho de
tener demasiada comida". (p. 82)
Ligado a lo
anterior, hay algo ahí para explorar de la literatura de inmigración, la
literatura americana y la cuestión de la esperanza. La literatura americana es,
en buena medida, la literatura de los sueños rotos, de promesas incumplidas:
como en ese final de Gatsby, en Flannery O'Connor o en Cormac McCarthy. En este
libro de cuentos no parece haber esperanza para Nigeria o para África, pero sí
para los que logran emigrar. Para Nkem, la protagonista del cuento
"Imitation", "Una de las cosas que ha llegado a amar de Estados
Unidos es la abundancia de esperanzas irrazonables." (p. 26) Al mismo
tiempo, la emigración es costosa y sobre todo incierta. En quizás la mejor
metáfora del libro, Akunna, quien está sobreviviendo en Estados Unidos después
de evitar un intento de violación de un tío, empieza a salir con un americano.
"Al día siguiente, te llevó a cenar a Chang's y tu galletita de la fortuna
tenía dos tiritas de papel. Ambas estaban en blanco." (p. 121) Me da la
impresión de que la esperanza, aunque sea en medio de la incertidumbre, tras
ser expulsada de la literatura americana encontró algún espacio en la
literatura inmigrante.
Originales de las citas usadas
"The first time our house was robbed,
it was our neighbor Osita who climbed in through the dining room window and
stole our TV, our VCR, and the Purple
Rain and Thriller videotapes my father had brought
back from America." (p. 3)
"It is one of the things she has come
to love about America, the abundance of unreasonable hope". (p. 26)
"She had come to understand that
American parenting was a juggling of anxieties and that it came with having too
much food". (p. 82)
"The next day, he took you to dinner
at Chang's and your fortune cookie had two strips of paper. Both of them where
blank." (p. 121)
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