lunes, 12 de agosto de 2013

Reglas



Cuando terminé mi Maestría y defendí mi tesis volví a leer literatura y ya casi no agarro un libro de no ficción. Es una regla, casi, y hace poco la quebré con Usos del pasado. Qué hacemos hoy con los setenta, de Claudia Hilb.
Tuve a Claudia Hilb en un curso de filosofía política en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Fue hace bastante: Menem era presidente. Tiempo después leí un artículo suyo sobre La Tablada que me maravilló. Lo leí dos o tres veces en distintos momentos. Luego vi el libro en una librería y me contuve, no quería romper la regla; después la escuché por radio en el programa de Gustavo Noriega y no me pude contener: compré el libro y lo leí en pocos días.
El libro contiene seis ensayos en torno a los 70. En el primero, "La responsabilidad como legado", se pregunta "¿en qué medida contribuimos nosotros, los militantes de aquella izquierda setentista, a que el terror del que fuimos tal vez las principales, pero por cierto no las únicas víctimas, pudiera advenir?" (p. 17) La toma de responsabilidad por lo ocurrido continúa en el segundo ensayo, "Moldeando la arcilla humana: reflexiones sobre la igualdad y la revolución". Allí sostiene, nada menos, que "La enseñanza de la Revolución cubana (...) es que una sociedad radicalmente igualitaria sólo podía imponerse bajo la forma de un régimen totalitario." (p. 47) El tercer ensayo es el ya mencionado: "La Tablada: el último acto de la guerrilla setentista". Allí se destaca la locura de los grupos iluminados encerrados en sí mismos pero la autora profundiza especialmente sobre el lugar de la mentira y el engaño en los totalitarismos: "es precisamente en ese terreno, el de la manipulación de la realidad fáctica y su sustitución por una realidad ficticia, que se muestra la figura particular del totalitarismo." (p. 87)
La segunda parte del libro contiene un interesante ensayo comparativo entre los juicios por derechos humanos en Argentina y la "Comisión de la Verdad y la Reconciliación" en Sudáfrica. El siguiente texto presenta una fuerte crítica a "los juicios españoles a las dictaduras del Cono Sur" porque despolitizan el tratamiento de los temas más conflictivos de ciertas comunidades; así, los juicios se convierten en "mercancías del mercado mundial de las buenas conciencias, las relaciones de fuerza y las ideologías." (p. 121) Finalmente, el último ensayo reflexiona sobre una decisión de la UBA de no aceptar como estudiantes a "condenados y/o procesados por delitos de lesa humanidad." 
El libro, escrito desde la filosofía política y desde la subjetividad de alguien que participó en la tumultuosa historia de los 70, es profundamente movilizante, sincero e importante. Por eso me tomé el trabajo de buscar una dirección de la profesora Hilb para agradecerle. Le dije que si más de quienes participaron de la horrible historia política argentina de las últimas décadas tuvieran una perspectiva más cercana a la del libro, yo podría ser más optimista respecto del futuro argentino. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario