martes, 14 de febrero de 2017

El placer de leer


Me gustan los libros y hablar de libros y, como habrán notado, escribir de libros, así que no es sorprendente que alguien me regalara The Complete Polisyllabic Spree. The ... Spree es una colección de columnas sobre lecturas de uno de mis escritores favoritos: Nick Hornby. (Libros de Hornby comentados en el blog: How To BeGood, Juliet, Naked, A Long Way Down, Fever Pitch, Slam).
La columna se llamaba “Stuff I’ve been reading” (“Cosas que estuve leyendo”), se publicaba en una revista que parece haber desaparecido (The Believer) y trataba, entre otras cosas, de las curiosas maneras a través de las cuales nos llegan los libros. Cada columna empezaba por una enumeración de libros comprados y libros leídos, y a veces la conexión entre esas dos columnas era azarosa: porque le regalaban libros, porque una lectura llevaba a otra, porque a veces compramos libros que nunca vamos a leer. Incluso los más obsesivos, que nos trazamos algún tipo de plan de lectura, nos encontramos a veces con desvíos. Por ejemplo, Hornby cuenta que ponía a los libros que nunca iba a leer en un estante determinado; pero de pronto un hijo sacó un libro y se puso a jugar con él en el piso y ahí Hornby lo vio y se puso a leerlo en el acto. “Ser lector es un poco como ser presidente, salvo que supone generalmente menos cenas de Estado. Tenés esta agenda que querés llevar adelante, pero te distraen eventos de la vida, e. g., libros que llegan por correo / la Tercera Guerra Mundial, y sos temporalmente desviado del camino elegido.” (p. 61)
Sobre todo, el libro se trata del placer de leer por el mismo placer de leer. Más allá de cómo llegues a un libro, lo importante es que te haga bien. No hay que leer libros porque pensemos que tenemos que leerlos o porque otros piensen que tenemos que leerlos; tampoco tienen que ser difíciles ni leerse para un supuesto crecimiento personal: “Si la lectura de libros puede sobrevivir como actividad de recreación (...) entonces tenemos que promover las alegrías de la lectura antes que sus (dudosos) beneficios.” (p. 5)
Un corolario de esa postura (o justamente al revés) es una mirada crítica de la distinción entre lo elevado y lo popular, una postura anti-elitista. “Quizás una novela literaria es una novela que en verdad no funciona, y una película artística simplemente una película que la gente no quiere ver.” (p. 60) Hablando de la poesía, dice: “Si algo no te da al menos la posibilidad de ser comprendido en las primeras dos lecturas, entonces mi lema es ‘Al carajo.’” (p. 89) Ligado con esto, Hornby critica que en los temas elegidos haya tanto de literatura, que entre los personajes haya tantos escritores y tan pocos plomeros, oficinistas o empleados de comercio: “¡Pónganse de acuerdo, muchachos! ¡No pueden estar todos escribiendo literatura sobre la literatura!” (p. 161)
Como en todo lo demás que escribe, Hornby es gracioso y sensato y sensible, así que el libro se lee divinamente y el paseo por la mente de un lector es un placer. Y como si fuera poco, me llevé seis libros a mi lista de “libros que me gustaría leer.”


Originales de las citas usadas
“Being a reader is sort of like being president, except reading involves fewer state dinners, usually. You have this agenda you want to get through, but you get distracted by life events, e.g., books arriving in the mail / World War III, and you are temporarily deflected from your chosen path." (p. 61)
“If reading books is to survive as a leisure activity (...) then we have to promote the joys of reading, rather than the (dubious) benefits.” (p. 5)
“Maybe a literary novel is just a novel that doesn’t really work, and an art film merely a film that people don’t want to see…” (p. 60)
“If something doesn’t give you even a shot at comprehension in the first couple of readings, then my motto is ‘Fuck it’”. (p. 89)

“Sort it out, guys! You can’t all write literature about literature!” (p. 161)

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