lunes, 1 de abril de 2019

El progreso y sus enemigos



Leí Enlightenment Now, de Steven Pinker, un libro maravilloso y monumental que defiende los logros de la civilización occidental en un momento en el que abunda el pesimismo cultural. Esos logros, dice Pinker, se remiten a un momento específico de la humanidad, la Ilustración, que inauguró una avenida de progreso a partir de cuatro valores: la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso. “El principio de la Ilustración de que podemos aplicar la razón y la simpatía para aumentar el florecimiento humano puede parecer obvio, remanido, viejo. Escribí este libro porque me he dado cuenta de que no lo es. Más que nunca, los ideales de la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso necesitan una defensa incondicional.” (p. 4) Eso es lo que hace Pinker en las 400 páginas que siguen de una manera sistemática y profunda, con una prosa clara, con humor y alegría y empatía hacia todos los que habitamos y hemos habitado este planeta.
Es cierto, también, que se me hizo largo; aunque en parte eso se dio porque tengo hoy peores condiciones de lectura que hace unos meses (¡qué vuelva el tren a Retiro pronto!), yo recomendaría saltearse algunos capítulos, sobre todo de la segunda parte. En la primera sección, Pinker establece algunas bases teóricas. Primero define a trazos gruesos la Ilustración y luego algunas de las fuerzas básicas que enfrenta la humanidad: la entropía (que en una visión muy básica significa que las cosas decaen); la evolución y la naturaleza; y la información o inteligencia. Como síntesis, el humano es un producto de la evolución que usa la inteligencia para combatir la entropía: “Volviendo a la evolución, un cerebro armado por información en el genoma para realizar computaciones sobre información que viene de los sentidos podría organizar la conducta del animal de una manera que le permitiera capturar energía y resistir la entropía.” (p. 21) La Ilustración, dice Pinker, es lo que logró una explosión de los logros de la inteligencia para resistir la entropía.
La segunda parte es la que se me hizo más larga. En contra de lo que dicen algunos contrincantes de la Ilustración (movimientos religiosos, nacionalistas o culturales), la Ilustración funcionó. En 17 capítulos, Pinker discute sus logros en términos de aumento de la expectativa de vida, mejoras de la salud y del sustento, aumento de la riqueza, reducción de la pobreza y de la desigualdad, menos guerras y más seguridad, menos terrorismo, más democracia, igualdad de derechos, más conocimiento y mejor calidad de vida. La evidencia es abrumadora. Esto no implica, dice Pinker, que todo sea perfecto; tenemos problemas (donde los ambientales son quizás los más obvios), pero lo que ha demostrado el ser humano es la capacidad de ir resolviendo esos problemas a través de la razón.
¿Por qué no vemos este progreso si es tan evidente? Por un lado, porque “la naturaleza del periodismo interactúa con la naturaleza de la cognición para hacernos creer” (p. 41) que el mundo está peor. Además, porque hay una actividad humana particularmente importante que es particularmente refractaria a la razón: la política electoral, que fomenta el tribalismo en lugar de la discusión informada. Pero “no debemos dejar que la existencia de sesgos cognitivos y emocionales o los espasmos de la irracionalidad del campo político nos disuadan del ideal de la Ilustración de perseguir implacablemente la razón y la verdad.” (p. 383) En definitiva, “La recompensa de una democracia secular cosmopolita está ahí a la vista de todos. Igualmente, la atracción de las ideas regresivas es perenne, y por ello siempre hay que defender a la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso.” (p. 452)

Originales de las citas usadas
“The Enlightenment principle that we can apply reason and sympathy to enhance human flourishing may seem obvious, trite, old-fashioned. I wrote this book because I have come to realize that it is not. More than ever, the ideals of reason, science, humanism, and progress need a wholehearted defense.” (p. 4)
“Getting back to evolution, a brain wired by information in the genome to perform computations on information coming in from the senses could organize the animal’s behavior in a way that allowed it to capture energy and resist entropy.” (p. 21)
“Whether or not the world is really getting worse, the nature of news will interact with the nature of cognition to make us think that it is.” (p. 41)
“However long it takes, we must not let the existence of cognitive and emotional biases or the spasms of irrationality in the political arena discourage us from the Enlightenment ideal of relentlessly pursuing reason and truth.” (p. 383)
“The bounty of a cosmopolitan secular democracy is there for everyone to see. Still, the appeal of regressive ideas is perennial, and the case for reason, science, humanism, and progress always has to be made.” (p. 452)

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