Retomé la serie de Jack Reacher con Bad
Luck and Trouble. Un ex compañero de servicio convoca a Reacher y a otros ex
compañeros para ayudar en un caso difícil que termina siendo de primera
importancia nacional.
¿Qué decir? Me repito, por supuesto, pero
del lado positivo está nuevamente ese ritmo arrollador que produce
entretenimiento: querés leer más, siempre más. También, como hace unas cuantas
entregas, el humor. En un momento, por ejemplo, él dice que se ve como un
vagabundo, y su amiga Neagley le responde: “O como un billonario. En estos días
se pone difícil distinguir” (p. 30).
Del lado negativo, lo de siempre: una
mezcla de obviedades, cosas que uno se da cuenta que sucederán páginas antes
que sucedan, clichés (siempre se acuesta con la primera mujer hermosa que
aparece en el libro) y la inverosimilitud (unos pocos militares retirados
haciendo lo que deberían hacer las fuerzas de seguridad, etc.)
Pero seguimos leyendo, porque es
divertido y la vergüenza ya fue.
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