Leí Dear Ijeawele A Feminist Manifesto in Fifteen Suggestions, una belleza pequeña de la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, de quien leí Americanah y The Thing Around Your Neck. La historia de este libro es sencilla: cuandoIjeawele se entera de que va a tener una hija, le pide a su amiga Chimamanda, que había pensado y escrito mucho sobre feminismo, consejos para criar a su hijita para que sea feminista. La escritora le escribe una carta con consejos y, años después, cuando ella misma tiene una hija, decide publicar, con algunos cambios, esa carta y sus quince consejos.
Esos consejos son
básicamente los siguientes:
“Sé una persona completa.
La maternidad es un regalo glorioso, pero no te definas a vos misma solamente
por la maternidad” (p. 9).
“Háganlo juntos. ¿Te
acordás de que en la primaria aprendimos que los verbos son palabras ‘de
hacer’? Bueno, un padre es tan verbo como una madre” (p. 12).
“Enseñále que la idea de
‘roles de género’ es una tontería absoluta” (p. 15).
“Cuidado con el peligro de
lo que llamo Feminismo Light. Es la idea de una igualdad femenina condicionada”
(p. 21).
“Enseñále a Chizalum a
leer. Enseñále que ame los libros. La mejor manera de hacerlo es con el ejemplo
casual” (p. 25).
“Enseñále que cuestione el
lenguaje. El lenguaje es el repositorio de nuestros prejuicios, nuestras
creencias, nuestros supuestos. Pero para enseñarle eso vas a tener que
cuestionar tu propio lenguaje” (p. 26).
“Nunca hables del
matrimonio como un logro (...) el matrimonio no es un logro, ni es algo a lo
que deba aspirar” (p. 30).
“Enseñále a que rechace la
idea de ser querible. Su trabajo no es ser querible, su trabajo es ser una
persona completa, una persona que sea honesta y conciente de que las demás
personas son igualmente humanas” (p. 36).
“Dale a Chizalum un sentido
de la identidad. Importa” (p. 39).
“Aborda la cuestión de su
apariencia de manera intencionada” (p. 41).
“Enseñále a cuestionar el
uso selectivo que hace su cultura de la biología como fuente de ‘razones’ para
normas sociales” (p. 48).
“Hablále de sexo, y empezá
temprano. Probablemente sea un poco raro, pero es necesario” (p. 50).
“Tarde o temprano habrá
romance, así que estáte preparada. (...) Enseñále que amar no es sólo cuestión
de dar, sino también de recibir” (p. 54).
“Cuando le enseñes sobre
opresión, tené cuidado de no convertir a todos los oprimidos en santos” (p.
58).
“Enseñále sobre las
diferencias. Que las diferencias sean lo común. Que las diferencias sean lo
normal. (...) al eneñarle sobre las diferencias, la estarás equipando para
sobrevivir en un mundo diverso” (p. 59).
Me parecen geniales los
consejos, pero no sólo como padre de tres hijas. Salvo algún detalle, son los
mismos consejos que yo le daría a un amigo sobre cómo criar un hijo no digamos
feminista sino que sea una buena persona. Chimamanda, claro, lo dice mucho
mejor de cómo podría decirlo yo. Un librito bello.
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