martes, 21 de febrero de 2023

La música ambivalente de este mundo


Leí Esta historia ya no está disponible, de Pedro Mairal, a quien hemos leído con devoción, y si no toda su obra publicada muy cerca de ello. Mairal es, en mi opinión, el mejor escritor de su generación argentina (lo que probablemente signifique de mi generación); Esta historia ya no está disponible es probablemente lo que menos me gustó de él, y así y todo es un libro que te da mucho. (Mi podio de la obra de Mairal hasta aquí: en tercer lugar un libro hermoso, sobre todo en su versión ilustrada en tapa dura, El gran surubí, una novela en verso; segundo lugar para otro libro que despliega a Mairal como un entrerriano por adopción, Salvatierra; y en primer lugar la que es para mí la gran novela argentina de comienzos del siglo XXI, El año del desierto, una novela brillante y profunda sobre nuestra historia.

Volviendo a Esta historia…, como es un libro que agrupa distintas colecciones de textos (desde los de El equilibrio, publicado hace muchos años por Garrincha, hasta textos post-pandémicos), es un libro dispar y a veces repetitivo. En términos generales, se trata más de textos de no ficción (aunque también hay algunos pequeños cuentos) en los que Mairal mira al mundo, a las pequeñas situaciones propias y ajenas que construyen al mundo, con su mirada personal y lo describe con el manejo de (y la pregunta por) el idioma que le es propio. Lo dice muy bien Alejandro Zambra en la contratapa: “Yo no diría que Marial vive para narrar: en algún momento, después de absorber, de calar sin pausas ni prisas el presente, Mairal decide narrar, y lo hace con tanta precisión, tan perfectamente adentrado en la experiencia, que es difícil no creerle; no creerle todo, digo.” (Lamentablemente, esto también es repetitivo: la editorial había usado el mismo blurb en Breves amores eternos).

Además de su mirada del mundo, hay una mirada del mundo literario y quizás también una mirada sobre su propia obra, o el comienzo de algunas preguntas en torno a ella. Nos dice: “Cada vez me da más miedo escribir. No hay manera de no transparentarse. Se te ve el alma. Tratás de opacar algunos aspectos de tu vida y no se puede. Lo que mostrás se vuelve invisible y lo que ocultás se ubica en primer plano. Escribir es siempre un furcio, un lapsus.” (p. 226) No es una despedida de la escritura, claro, pero también se ve en “Esta historia…” a un Mairal que además de ser escritor es músico, que piensa a veces en términos musicales. Quizás uno de los textos nuevos que más disfruté, de hecho, es uno en el que habla de cómo escribió una canción, “Soroche y Guayabo”. (Allí hay, además, una bella descripción de la mirada de Pedro como escritor, de esa herramienta que tiene para escribir, el ojo para mirar: “La vida de los otros se despliega como una novela alucinante” (p. 153).

El Mairal músico imagina que “El ruido del infierno son simplemente dos armonías alienadas que suenan en paralelo” (p. 164); el Mairal escritor sigue escribiendo con empatía y curiosidad la música ambivalente de este mundo.

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