Leí Cuorens, de mi amigo Sebastián Brea, algo así como una fábula sobre cómo hay que vivir la vida, o, más bien, sobre cómo es la búsqueda de la felicidad. En ese sentido, es casi un libro de autoayuda, pero en el mejor de los sentidos: en el sentido de que el propio autor parece estar reflexionando sobre cómo es una vida buena y compartiendo eso con los demás.
El libro no
es completamente una fábula, porque los dos personajes principales, más que
animales, son dos seres imaginarios que representan dos aspectos del ser
humano: Sapiens, nuestra parte más racional, y Cuorens, nuestra parte más
relacionada con los sentimientos y la espiritualidad. A través de un diálogo
entre estos dos personajes, Brea nos va llevando a pensar en cómo hacer lo que
nos sugiere el subtítulo del libro: “Evolucionar hacia el corazón”. Una de las
formas de definir al objetivo del psicoanálisis es “integrar el pensar y el
sentir”, y algo así nos sugiere el libro: que venimos de siglos de sobredimensionamiento
del pensar y que hay que evolucionar hacia nuestro costado más sensible y
espiritual.
El libro se
lee muy bien, es muy llano y directo, sin una trama demasiado elaborada ni un
lenguaje complejo. Es un lenguaje simple y directo, con algunas metáforas felices
(“El bosque era una catedral de pinos”, p. 31). Y una voz muy propia, la de un
autor que comparte desde la humildad y con humor, un camino propio, una búsqueda
muy personal, y eso es muy valioso. Una forma de verlo es con los excelentes epígrafes
que acompañan a las secciones; se intuye en esos epígrafes lecturas que hablan
de una búsqueda que es, de cierta manera, y parafraseando a Borges, la tarea de
todo hombre: “ser justo y ser feliz”. Un libro escrito desde el corazón, que
nos llama con amor a vivir mejor.
El libro es
puede conseguir en mareMíum pequeña
editorial.
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