martes, 27 de marzo de 2012

Aprender a mentir

Todos sabemos que la verdad se ha desteñido un poco, que los mentirosos tienen más libertad, que se acepta más la exageración, la hipérbole, la fantasía. Pero hay límites: no se puede decir cualquier cosa; hay límites que, al cruzarse, hacen que la mentira pierda credibilidad. La corrección política es un tipo especial de mentira y, como tal, también con ella se puede mentir un poco, esconder lo que se piensa, colorear la opinión, pero con un límite; por eso, si querés mentir tenés que aprender a hacerlo bien.

Hace unos días la NBA nos dio un gran ejemplo. Un tal Jason Smith le dio un golpe artero a Blake Griffin, una joven estrella ascendente. El golpe fue tremendo, innecesario, sucio, asqueroso. A Smith lo echaron, pero no mostró en la cancha ningún gesto de arrepentimiento ni hizo esfuerzo alguno por disculparse; más aún, se fue levantando los brazos mientras sus hinchas lo ovacionaban. Una vergüenza para los hinchas de los New Orleans Hornets.




Si Smith se arrepintió o no más tarde no lo sabemos. Pero el comunicado políticamente correcto que sacó carece totalmente de credibilidad. “I deeply regret the incident that took place during the 4th quarter of our game vs. the Clippers on Thursday night. Not only do I want to express my sincere apology to Blake Griffin and the Clippers organization, but also to all basketball fans that might have the impression from seeing the play, that it's okay to go beyond playing aggressive and attempt to injure someone during the course of a game”, dice el comunicado según ESPN (abajo la traducción).

Es obvio que el texto lo escribió José Prensa de los Hornets, por el estilo (¡"not only do I want..."!) pero sobre todo porque el flaquito justamente pedía ser ovacionado (y lo fue) por intentar golpear y lastimar a otro jugador. Por eso, muchachos, cuando mientan hay que hacerlo bien. Por ejemplo, podría haber dicho algo así como “estaba muy frustrado porque las cosas no me salían en la cancha y tomé una pésima decisión de la que me arrepiento y recién al llegar al vestuario y ducharme se me fue la calentura y me di cuenta de la enormidad de lo que había hecho. Por eso, quiero pedir disculpas a...” Explicámelo un poco, loco, dale: si vas a mentir hay que aprender a mentir, a hacer verosímil la mentira.


“Lamento profundamente el incidente que ocurrió en el 4° cuarto de nuestro partido contra los Clippers el jueves por la noche. No sólo quiero expresar mis sinceras disculpas a Blake Griffin y la organización Clippers, sino también a todos los hinchas de básquet que pueden tener la impresión, al ver la jugada, que está bien ir más allá de jugar agresivamente e intentar lesionar a alguien en el curso de un partido.”

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