jueves, 29 de marzo de 2012

Sobre el chapón azul

Llega a Retiro
y caminando en el andén,
junto con una manada de pasajeros
ve arriba, al final, un cartel.
Es de Stone y le vende jeans
son un pibe y una piba, jóvenes
hermosos por supuesto
en medio de un bosque;
a sus espaldas hay una casita
como la de Hansel y Gretel
pero en la puerta tiene un gran cartel
de neón rosa
que dice Bar.
Urbano y rural;
bosque y bar.

Pasa los molinetes y ve
arriba de la estructura elíptica
donde están las boleterías
con sus molduras hermosas,
un cartel de Mach3, de Gillette.
El cartel es de azules y celestes,
y la maquinita parece un fórmula uno
perfecta para seducir mujeres
pero después, en amarillo dice
buscalo en kioskos y almacenes.


Se da vuelta
y está en un bosque de carteles;
al lado de un kiosco,
mirando a los andenes
hay un cartel cuadrado, gris,
adentro un círculo finito de hielo
cubriendo otro círculo, rojo,
y adentro se ve en el fondo una
botella marca registrada
y en letras blancas dice
Coca-Cola, Punto Frozen
y él sube el cierre
de su chaleco de pólar
y de la campera azul que tiene arriba
que le encanta aunque tiene agujeros
que son mordeduras de polillas.

Se acerca a la boca del subte
y en un poste ve pegada una hoja
impresa desde una computadora
que dice FOTO CARNET ABAJO
y después hay otro cartel que dice Kodak
y sobre ese hay calcos pegadas:
uno de una agrupación política, con estrella roja
uno que dice jubílese ya
uno de una banda de rock que se llama SERT o algo así
porque está medio arrancada
y no se ve nada
y bajando las escaleras ve en frente
una gran publicidad de la gran provincia:
en fondo naranja, el cartel iluminado desde atrás
backlight, le dicen en la jerga, y dice
Vamos a la playa:
1200 km de costa atlántica
en letras blancas
y se acuerda que fue a la playa, este año,
y había mucho mucho viento y no hacía calor
pero había unas promotoras de la provincia
también de naranja y blanco
y una era rubia y tenía unas tetas maravillosas
y ese es su gran recuerdo de las playas bonaerenses
perdón, no se ofendan, piensa.


Al bajar las primeras escaleras
y antes de doblar a la derecha
ve a su proveedora
ve a la vieja señora
de las carilinas:
Dos carilinas por dos pesos,
Dos carilinas por dos pesos,
repite una y otra vez
y él cada tanto le compra,
porque llegó el otoño
y tiene moquitos.

Ahora sí dobla y a la izquierda
ve un cartelito, de esos que salen
perpendiculares a las paredes,
que dice Kodak Carnet en letras rojas
(y dale con las fotos, y él mientras
saca fotos con su teléfono)
sobre un fondo amarillo
(tiene también una calco pegada
de una banda de rock que se llama
Vesubio)
pero en verdad todos los colores
ya son más grises, como el futuro
de esa compañía, que está concursada
porque no pudo adaptarse a los cambios
como Retiro, que se viene abajo
y él sigue bajando, otras escaleras,
y ahora es Beldent sin azúcar,
sin energía
sin alegría
desde la marquesina de un kiosco
y detrás de una columna aparece ahora
un cartel en fondo negro, con letras blancas
ABOGADO
LABORALISTA
Dr. Scopa
A mts. del Obelisco
4326-1340
y al lado de este buen profesional
un cartel arrancado que dice
CONSULTOR PSICOLÓGICO
Daniel Miranda
ahora en negro sobre blanco
también en una hoja de papel común
y él sabe que en la parte arrancada
estaba el celular del buen licenciado
porque lo vio antes, otro día, y se preguntó
¿quién publicita en Retiro?
¿quién publicita en Retiro con su celular?
¿quién llama a quien publicita en Retiro con su celular?


Desde la izquierda le llegan
los olores del Rancho Topo,
un boliche de abajo de la tierra
que tiene una gran marquesina
de fondo verde
y en letras blancas dice Rancho
y en letras rojas y blancas dice Topo
y en más letras blancas dice
hamburguesas sandwiches pizzas
jugos y licuados
tartas y empanadas
y aunque son las ocho y media de la mañana
huele mucho a cebolla
y al lado de un viejo canoso que moja
sus medialunas en café con leche
hay un flaquito de treinta con jogging azul
remera de San Lorenzo y gorro rojo
tomando una Quilmes tres cuartos
y un hilo de humo le entra en el ojo.

Pasa por los molinetes y está en los andenes
y ya los carteles a los costados son los buenos,
obras de creativos
profesionales mendigos
pero en el kiosco, en la heladera,
alguien puso a mano, con un marcador negro
sobre una hoja blanca arrancada de una libreta
POR FAVOR CERRAR LA HELADERA
y abajo hizo un muñequito extraño
con dos rayitas verticales como ojos
y una sonrisa de una línea horizontal
las patas son dos eles (una invertida)
y cinco palitos arriba de los ojos
como pelitos;
cuidando, quizás, el muñequito,
que no se calienten
las aguas Villavicencio
los Gatorade
y los jugos Citrix.


Gira a la derecha
porque escucha que el tren
llega a ese andén
y ve sobre el chapón azul
de la línea C
una calco rectangular
la mitad de arriba dice, en negro sobre amarillo
AUDIFONOS
y la mitad de abajo,
en amarillo sobre negro
4372-7284.
Avanza hacia el tren, que ya está llegando
y ve un último cartel
A la dulzura le doy con los tapones de punta
dice Rolando Schiavi, el dos de Boca
y le ve los tapones de su botín izquierdo
como dientes de un cocodrilo.


Es lo último que ve,
antes de subirse al tren que lo llevará
a un lugar donde hace cosas
para que a fin de mes le den dinero
para comprar cosas
como las que le venden
los carteles.


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