Dos vecinos de cinco años tuvieron la siguiente conversación en un auto mientras los llevaban al jardín de infantes.
Él: En el cole, Pirula me quiere dar un beso en la boca.
Ella: ¡Qué asco!
Él: Sí, que asco. (A la madre). ¿Por qué me quiere dar un beso en la boca?
Madre: Cuando seas más grande y tengas novia vas a entender.
Él: Yo no voy a tener novia. Yo voy a tener novio.
Ella: (Con tono de maestra ciruela). ¡Pero no! ¡Eso no se puede! ¡Es varón con mujer, no varón con varón!
Él: Sí se puede. Mi papá me contó que ahora te dejan. Que ahora se puede casar un varón con un varón y una mujer con una mujer. Ahora podés elegir.
Ella: (Pensativa): no, yo me voy a casar con un varón. Bah, en verdad casar no, yo no me voy a casar, pero voy a estar con un varón.
¿Cómo encararán el mundo? Mucho cambia y mucho permanece igual.
Fuente: Morguefile http://mrg.bz/I9TeE1
Guste o no, las nuevas generaciones vienen así: desde muy chicos están en contacto con realidades diversas y valoran la posibilidad de elegir.
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