Retiro tiene marcas inglesas
por todos lados.
Los amortiguadores hidráulicos dicen
Ransomes and Rapier, empresa desprendida en 1869
de Ransomes, Sims & Jefferies, surgida en 1789.
Hoy, quienes hacían material ferroviario
hacen cortadores de pasto y son parte
de un grupo gringo: Textron.
La estructura de hierro la hizo la compañía Francis Morton
que nació en 1766 en Liverpool y fabricó el estadio del Everton.
Hoy entré a Retiro desde el último vagón del tren.
Caminé lento, porque se hace una cola enorme,
larga como el andén.
En los molinetes se hace un embudo.
Tengo boleto pero salto para apurar,
porque la mitad de los molinetes están
armados para un sistema que no usa nadie.
Salto y a mi derecha veo un tipo tirando cosas
para arriba.
Miro y veo un kiosco, con cartelería de Coca Cola.
A cierta altura, uno de los costados tiene una pared
abierta. Entiendo entonces que es un entrepiso
usado como depósito.
Adentro hay un tipo, y desde abajo un flaco le tira
packs de seis o doce o quién sabe cuántas botellas
de Levité
pomelo rosado, finamente gasificada.
Veo cómo lanza un paquete, y escucho que grita
¡Eh, Pelado!, y veo que el Pelado aparece
por la ventanita que quedó en lugar de la chapa sacada
y el Pelado se sorprende: un pack casi le pega, lo agarra
justo antes de cabecearlo
y el chango de abajo se ríe y me oye reír y
se da vuelta y me mira.
El flaquito tiene pelo corto, morocho,
con tiritas con gel hacia adelante; dientes de conejo,
salidos y grandes, que ríen, y me escucha decir
“casi se lo ponés de sombrero” y se ríe, de nuevo,
como un orate total.
Pobre chango, me digo, viviendo de tirar packs
de alimentos y bebidas al Pelado.
Pequeño engranaje del capitalismo globalizado,
el no es empleado del gigante francés Danone,
el no es empleado de Villa del Sur,
propiedad del gigante, productor de Levité.
Ni siquiera es empleado de la empresa
distribuidora. El Chango es un tercerizado,
precarizado, de un tercerizado, de un
globalizado.
El Chango no existe, como yo,
que escribo poemas porque me canso
de escribir discursos que no van a decir
porque prefieren bajar y bajar
contenidos hasta que sólo queden
emociones
vacías.
Engranaje menor de la política.
Engranaje menor del mercado.
Él tira packs de aguas.
Yo tiro palabras.
Somos más Retiro que esas marcas,
inglesas, francesas y americanas.
Que los fierros, que los trenes y los uniformes
de TBA; que las vías y los trenes y los puestos
de panchos que tienen papas pai húmedas
como las tardes porteñas.
La nueva política se cansa hablando de emociones y pasiones; como si los negocios y los emprendimientos salieran de cualquier lado, menos de la cabeza. Contradicciones. Impulsos negadores. Vaya uno a saber que problema tendremos con las ideas neurálgicas.
ResponderEliminarSaludos
El chango existe Fernando, existe, aunque la mayoría no lo quiera ver.
ResponderEliminarQue se yo, eso de compararlo al chango con usted... El tipo labura en forma insaluble, seguramente no tiene un cinturón para levantar peso, no tiene obra social, si se lastima o le contesto mal a su jefe lo van a rajar sin indemnización. Seguramente su casa, si es que la tiene, no tenga los servicios básicos satisfechos, el tipo no tiene seguridad de ningún tipo, no tuvo la suerte de poder tener una formación adecuada. El chango seguramente no tiene una buena alimentación (probablemente usted tampoco), ni siquiera tiene acceso a drogas de buena calidad, por su casa puede que ni siquiera exista recolección de basura, y puedo seguir "tirando palabras" casi infinitamente tratando de enumerar cada una de las carencias que tiene el Chango y que para usted son ya tan naturales que piensa que vienen con la vida misma.
Y ojo ehhh, que el Chango podría considerarse un gran afortunado, porque tiene trabajo.
¿Y sabe el porqué de su suerte? En principio porque es morocho, y porque ésta es la única manera de que el capitalismo funcione, sistema que por suerte ya está terminando, sistema que se basa en la exclusión y en la escacez, sistema que se defiende con las armas que están en manos de las grandes coorporaciones, pero que por suerte, repito, está llegando a su fin, dentro de no mucho tiempo el Chango va a estar en la misma situación que usted, habrá abundancia e igualdad para todos, éste es mi deseo y estoy convencido que va a ser así, aunque los asesinos de siempre no van a dar el brazo a torcer facilmente, la rueda ya dejo de girar hace rato y solamente se mueve por la inercia, y no van a poder mover el tren soplando, pronto pasaremos del sistema capitalista salvaje a un sistema de coperativismo, ese será el primer paso!!!! Salud hermano y bienvenido a un futuro de abundancia para todos!!!!
El contrera!!!
terco eh, armaste dos!!! geniales las papas pai.
ResponderEliminarel tema de los trenes y sus detalles me hacen pensar en mi padre. es fanático.cuando era chico (sus travesuras pasaban por ir a jugar cerca de las vías o ir a ver pasar los trenes , según cuenta) sabía cuál era cuál de sólo verles la trompa a la locomotora o por el ruido que hacían al pasar.Mi padre trabaja tanto como el chango y como vos. Mi abuelo trabajó así de mucho. El trabajo dignifica. A mí el trabajo en una etapa difícil me salvó y trabajar me limpiaba la cabeza para llegar a mi casa y darles a mis hijas lo mejor.Creo que voy a imprimir este poema para leérselo en el asado de fin de aÑo de la empresa. Seguramente lo ponga debajo del vidrio de su escritorio.
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María