lunes, 12 de diciembre de 2011

Sintonía fina

Recuerdo que José Nun, antes de ser Secretario de Cultura, tuvo un interesante hallazgo sobre un deslizamiento importante en una traducción. Lo que en Argentina se conocía como “derrame” económico (el concepto de que si las empresas ganan el dinero, las ganancias, derraman hacia todos) en verdad, en inglés, era “goteo” (trickle down). De goteo a derrame, decía Nun, hay una distancia.

La presidente trae ahora un concepto, el de sintonía fina, que ella resignifica. En los años noventa por sintonía fina se entendía cambios menores respecto de un rumbo señalado. Se decía, por entonces, que ya se habían hecho las grandes transformaciones estructurales desde el gobierno, y que la política económica entonces pasaba por cambios menores, por una sintonía fina a partir de un rumbo señalado. La resignificación actual es que “sintonía fina” parece referirse a que el gobierno pueda no sólo tocar el control remoto grande, de la economía, sino también los controles más chiquitos de cada sector y de cada empresa.

Esta resignificación ya había sido avanzada en “El discurso en la UIA”. Yo decía allí que “sintonía fina no parece ser ajustar detalles sino entrar en el detalle, individual, de cada sector: 'vamos a tener que comenzar a precisar y a estudiar a cada uno de los sectores' 'en lo que son los grandes temas, inversión, cuestiones salariales, inflación, subsidios'.” Y concluía que “No se trata de crear marcos y leyes sino de decidir en cada caso y con sintonía fina: cuando hablemos, dijo, 'quiero que me hablen con números (…) los de las utilidades, lo que hemos invertido, lo que tenemos que hacer, de la competitividad'.”

Fuente: www.casarosada.gov.ar

En el acto de asunción del mando el 10 de diciembre (el discurso completo acá) la presidente insistió en esta línea: “quiero decirles esto de la sintonía fina, como se lo dije a los industriales, a los empresarios, la necesidad de que no puede haber reglas generales para todas las empresas ni para todos los empresarios. Que vamos a ir empresa por empresa, actividad por actividad.” Y para eso, qué mejor que una gran secretaría de comercio interior y exterior, a cargo del rey de la sintonía fina, Guillermo Moreno, el de los finos modales. Muchos interpretaron que por “sintonía fina” la presidente anunciaba los cambios que había que hacer ante las nuevas circunstancias; como con el goteo y el derrame, acá hay un cambio de significado: sintonía fina es “ir empresa por empresa, actividad por actividad.”

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