Campeones del mundo

Ayer Argentina perdió por primera vez un partido oficial de fútbol con Venezuela y leí al gran Rodrigo Sbarra decir por Twitter: “Traigamos los submarinos. Invadamos Uruguay y pongamos a Diego Lugano a jugar para nosotros. Brasil, vas por el segundo puesto”. Con Uruguay de nuestro lado, somos campeones del mundo. Imaginen a Forlán con Messi; lo tendríamos al Ruso Pérez para apoyar a Masche, y así línea por línea.

Fuente: http://www.estrelladigital.es/deportes/Argentina-Uruguay-derbi-titanes-Copa-America_0_994100853.html

Claro, lo de Sbarra pasó a ser menos gracioso cuando vemos hoy en La Nación y en El País que Tabaré Vázquez evaluó una guerra con Argentina a raíz del conflicto por Botnia. Se me ocurre una situación de trincheras y los soldados pasándose mate; bo, dicen de un lado, ¿no te sobra un poco de yerba?; sí, che, responden, pero nos quedamos sin agua caliente. Y al final se encuentran en el medio a matear un rato, más o menos como en la película Mediterráneo pero en el río Uruguay. Se me ocurre que si el resultado era la unificación, además de campeones del mundo, éramos campeones de la soja y de la carne; y dejábamos de pelearnos por Gardel porque, al fin de cuentas, es rioplatense. Así que al final volvemos a ponerle humor a la cosa, porque pelearnos con Uruguay más allá del fútbol parece un chiste.

Pero no fue. No fue guerra, obvio. Pero no fue un chiste, y menos para Uruguay, mantener por años ese puente cerrado. Porque a veces, la verdad, es que somos campeones mundiales de la estupidez.