Así se brindaba en España cuando no había llegado el euro y todavía había pesetas. Acá somos más románticos y agregamos amor: “salud, dinero y amor”, decimos. Y quizás decíamos "dinero" porque acá nunca era muy claro: pesos, australes, pesos ley, pesos convertibles, dólares, dólares, dólares... Quizás en Grecia sean igual de románticos y digan “salud, dracmas y amor”.
Bueno, ayer vi algo que me hizo acordar a eso. Estaba llegando a casa, después de un día de pánico para el mundo: parecía que volvían las pesetas y sobre todo las dracmas, que el euro volaba por los aires; se pronostica que el dinero va a faltar y se diagnostica que la salud de la economía está en problemas. Pero en la estación vi algo que me hizo pensar en el amor y el romanticismo:
ay, memocioné!
ResponderEliminarGENIO.
ResponderEliminarQué bueno que tengo amigos, che. Gracias a ambos dos. Ahora, el genio es el pibe que hizo el cartel; genio del amor, genio del optimismo, inversor del amor. Un capo. En todo caso, gracias.
ResponderEliminarGenial! Esto exige una continuacion! Queremos saber que paso? O matamos el romance??... No se, quiero saber, pero espero no saberlo!
ResponderEliminarGracias, Gabriel. Mirá: la verdad casi seguro no la voy a descubrir. Pero con esto te armo un cuento, no tengas dudas. Abrazo y gracias!
ResponderEliminarpostura 1) romántica: con mis amigas brindamos "salud y pesetas (amor es lo que sobra!)".
ResponderEliminarpostura 2) realista: el que escribió el cartel se inspiró en el escote de jimena, o en el traste de jimena. no hay nada de amor en ese cartel de macho en celo. además me parece profundamente stalker!
Y encima está tejiendo!
ResponderEliminarMe hizo acordar a la pelicula "Before the Sunset" (segunda parte de "Before the Sunrise") donde el flaco - Ethan Hawke- 9 años despues le dice a Julie Delpy (un caramelo) que había ido a Viena a encontrarla y pego en las paredes de la estación donde se iba a quedar. Ella no fue porque había fallecido la abuela.
ResponderEliminarNoelia: póngale romance, che! Si es linda, además, mejor, pero ahí yo detecté amor. Ana: gran detalle. Martín: groso recuerdo de la madre de todas las películas románticas.
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