Cuando iba más o menos por
la mitad de Too much happiness,
de Alice Munro, me dije (le dije a Twitter): "Desde que aprendí a leer
mujeres mi vida cambió para bien. (Y dije leer mujeres no leer a las
mujeres.)" Me pasó por leer a Alice y me pasó por leer a Gina y a Luchi,
dos compañeras de taller que hacen cosas con las palabras que los varones no
podemos, creo. ¿Está mal? ¿Está mal decir que hay diferencias entre lo que
escriben los varones y las mujeres? No sé, pero Munro hace decir en
"Fiction" a un varón que está dejando a una mujer "No hay un
nosotros" (p. 38) y sabemos que nos está diciendo que ninguna mujer diría
eso. Así como es femenina la noción que le viene a una personaje de que
"todas las personas en el mundo están desnudas, en cierta manera. (...) Somos todas criaturas tristes,
descubiertas, bifurcadas." (p. 81, "Wenlock Edge") ¿Me gustaron
los cuentos de Too Much
Happiness? Sí, todos menos el último, el que le da el título al libro, que
no terminé, quizás para dejar asentado ante el mundo y ante mí que puedo no
terminar un libro, aunque sea dejar de escuchar a una mujer. Y a ellas siempre
hay que escucharlas, como a la señora del cuento "Child's Play", que
al final nunca se casó aunque había tenido un par de veces la sensación de que
llegaría el momento de "abrirse al medio, de someter mucho más que tu
cuerpo, tirar seguramente toda tu vida dentro de un canasto junta con la de
él." (p. 211) ¿Eso es
casarse? ¿Someterse y someter,
mientras que la amistad es la igualdad, las historias compartidas? Mucho antes,
esa misma señora, siendo chica, se hace una amiga y se cuentan cosas: "Las
mujeres adultas hacen el mismo tipo de cosa que
hicimos Charlene y yo. No contar los lunares de la espalda de la otra o
comparar los largos de los dedos de los pies, quizás. Pero cuando se conocen y
sienten una simpatía particular una con la otra también sienten la necesidad de
dejar sentada la información importante, los eventos importantes ya sean
públicos o secretos, y después proceden a llenar los espacios entre
ellos." (p. 192) ¿Nosotros nos hablamos así? Nos hablamos de los lugares
de nuestras vidas, somos conscientes de los lugares de nuestras vidas.
"Algo pasó acá. En tu vida hay unos pocos lugares, quizás un sólo lugar,
donde algo pasó, y después están todos los demás lugares." (p. 162) Desde
que aprendí a leer mujeres mi vida cambió para bien, pero no sé bien por qué ni
cómo, así como no sé muy bien por qué me gustó Alice Munro y por qué no lo pude
terminar, porque todo queda sin cerrarse, todo sigue bajo algún halo de
misterio, velado, vedado, femenino.
Vintage, London, 2010 (2009)
Originales de las citas usadas
"There is no 'we', he said." (p.
38)
"The notion came to me that everybody
in the world was naked, in a way. (...) We were all sad, bare, forked
creatures." (p. 81)
"the time would come when you want to
split open, surrender far more than your body, dump your whole life safely into
one basket with his." (p. 211)
"Grown-up women do the same sort of
thing that Charlene and I did. Not counting the moles on each other's backs and
comparing tow lengths, maybe. But when the meet and feel a particular sympathy
with each other they also feel a need to set out the important information, the
big events whether public or secret, and then go ahead to fill in all the
blanks within." (p. 192)
"Something happened here. In your
life there are a few places, or maybe the one place, where something happened,
and then there are all the other places." (p. 162)
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