jueves, 31 de marzo de 2011

Ahora parece que soy funcional a Clarín

No quiero aburrir con más de lo mismo. Se ve que el kirchnerismo tampoco: a su falta de defensa de la libertad de prensa suma ahora su menosprecio por el Congreso de la Nación. Si ayer fui “cínico” y “farsante” por criticar a Chávez, hoy seré “funcional a Clarín” porque creo que la ministra Garré tendría que haber concurrido a dar explicaciones al Congreso.

Tan lindo que es y Garré que no quiere ir.

Convocada allí para explicar por qué la policía no actuó frente al bloqueo a Clarín, la ministra respondió a radio Continental, según La Nación:
“Hay diputados que se han transformado en elementos funcionales de esta estrategia de victimizarse de la empresa que edita el diario Clarín. No voy a ir; evaluamos que es un show mediático, en el que la Cámara de Diputados renuncia a lo que le corresponde”.
Carlos Pagni sostiene que esto puede ser leído como una estrategia (polarizar entre Cristina y Clarín) y como un atisbo de una posible radicalización del kirchnerismo. Ambas cosas pueden ser ciertas, pero yo me quiero quedar con lo más directo porque parece, nuevamente, que nos acostumbramos a este “desdén” por el Legislativo.
Este menosprecio al Poder Legislativo es el mismo que el gobierno ha mostrado por el Poder Judicial: el kirchnerismo ha incumplido una y otra vez fallos judiciales, aduciendo a veces que ellos eran “de cumplimiento imposible”. Cuando a su falta de defensa de principios constitucionales el gobierno suma su desdén por otros poderes, estamos claramente en una situación reñida con la Constitución. Si pensar así es ser funcional a Clarín, lo seré. Si hoy defender la Constitución es ser funcional a Clarín, ahora parece que soy funcional a Clarín.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Seré cínico y farsante

El presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, recibió ayer el “Premio Rodolfo Walsh: Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular” por parte de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Al hacerlo, acusó a quienes criticaron esa distinción de "cínicos" y "farsantes", así que seré uno más de ellos.
En el marco de esa premiación, La Nación publicó ayer una columna criticando la distinción (la firmaba el ex subdirector general adjunto de Comunicación de la Unesco Antonio Pasquali) y otra defendiéndola, firmada nada menos que por la decana de la institución que concedía el premio, Florencia Saintout. (Para algo más alejado del microclima local, pueden leer a AP.)
Si me preguntan a mí, con la poca información que tengo, yo creo que el gobierno de Chávez ha sido nefasto para la libertad de prensa en su país. Pero no quiero escribir de acuerdo a impresiones seguramente vagas: prefiero hacerlo a partir de los mismos argumentos de quien defiende la distinción. Y esos argumentos me dan miedo.
El argumento básico de la decana es “el compromiso político y social” que emparentaría a Rodolfo Walsh con Hugo Chávez. Es decir, se defiende el objetivo buscado y los logros obtenidos, sin hacer mención a las críticas por las formas adoptadas para conseguir tal fin. Dice la decana: “Es el reconocimiento a la lucha de un pueblo que desde hace años trabaja por la construcción de la unificación latinoamericana”; “la revolución bolivariana ha empoderado comunicacionalmente a los sectores populares”; es “la constatación del proceso de empoderamiento popular en el orden de las comunicaciones lo que este premio resalta.”

Afiche de Quebracho anunciando el acto de ayer.

Dejar de criticar los métodos de Chávez implica necesariamente su aceptación, salvo que supongamos que la decana pueda ignorar las denuncias. En el fondo, los medios adoptados parecen estar justificados por el fin de “empoderar” a los sectores populares, de construir la unidad latinoamericana y de instalar la revolución socialista bolivariana.
Se entenderá, entonces, por qué me da miedo. Hace pocos días, en oportunidad del 35° aniversario del golpe militar de 1976, escribí aquí mi “Nunca más” personal. Decía que “nunca más dejemos de lado nuestra Constitución”, con su conjunción de elementos democráticos, republicanos y liberales. La columna de la decana defiende los derechos democráticos de los pueblos atacando implícitamente los límites republicanos y liberales; al hacerlo me remite en la teoría al “despotismo igualitario” de Alexis de Tocqueville y en la historia a aquellos que en los 70 buscaban la revolución y veían en la Constitución tan sólo una débil institución burguesa. Hoy algunos parecen pensar igual; que no importa violar sus principios si es en defensa de "los derechos del pueblo", o del "modelo". Y como si esto fuera poco para preocuparme, se suma el comunicado de Quebracho diciendo que su “Autodefensa estará encargada de la seguridad del acto” de premiación…
Así que, a riesgo de ser considerado cínico y farsante, debo decir que considero criticable que una facultad de una universidad nacional, que usa fondos públicos, premie a quien tiene tan poco respeto por nuestros principios constitucionales.

martes, 29 de marzo de 2011

Reconstruyendo

Ayer, tras publicar el post sobre los "Bloqueos", mi estado de ánimo tendió progresivamente a la tristeza. Me quedé con esa imagen de 1992, con gente de pensamiento muy dispar, personas que hoy están en veredas opuestas, defendiendo un principio fundamental; y contrastaba esa imagen con la tapa de Tiempo Argentino que ni siquiera daba cuenta del bloqueo a Clarín.
La distancia es mucha, sin dudas. Y es cierto que desde 1992 pasaron muchas cosas. Se destruyó un Estado sobredimensionado, ineficaz, ineficiente y corrupto, pero no emergió uno nuevo. Se destruyó el sistema de partidos basado en dos grandes movimientos, pero aún no se superó la fragmentación política. Ayer daba cuenta de la destrucción del escenario sobre el cual se desarrolla el debate público.


Demoler se demolió: ahora viene la parte difícil.

A pesar de casi 10 años de crecimiento económico, alrededor de 20% de nuestra población sigue siendo pobre, casi 60% no tiene acceso a cloacas y dos tercios de la población mayor de 15 años no concluyó la secundaria.
Las reconstrucciones, decía hace un tiempo, son mucho más lentas que las demoliciones. Es cierto que hay que tener paciencia. Pero si no hacemos algo con lo primero, si no reconstruimos un Estado, un sistema de partidos coherente y una esfera pública republicana, difícilmente podamos hacer frente a los desafíos de nuestra realidad económica y social. Como el GPS que indica que está “recalculando”, en Argentina deberíamos comenzar a decirnos “reconstruyendo”, y todos deberíamos poner algún esfuerzo en ello.

lunes, 28 de marzo de 2011

Bloqueos

El bloqueo a los diarios Clarín y La Nación durante la madrugada del domingo es un hecho muy grave. Es grave porque se vulneró la ley; es grave porque significa una amenaza a la libertad de prensa, que es, a su vez, una garantía de otros derechos; y es grave, más allá de la coyuntura, porque es una muestra de la magnitud de nuestra debacle institucional. Pero lo peor es que este bloqueo es muestra de otro más profundo: es indicio de los obstáculos que enfrenta hoy el debate público en la Argentina.
En las versiones más favorables al gobierno, se lee que el bloqueo fue un reclamo gremial, una respuesta a la falta de cumplimiento de Clarín a una orden judicial. Suspendiendo el juicio sobre ello, suponiendo que es cierto, no se puede aceptar una violación a la ley como respuesta a otra violación a la ley. Aceptar esto sería lo mismo que decretar la desaparición misma de la ley; sería un regreso a un mundo sin ley, de lucha de todos contra todos. (De paso, digamos claramente que en un mundo así el que más sufre es el más débil.) Esta violación de la ley, ante la impasible mirada de la policía, es muy grave.
El hecho es más grave porque se trata del bloqueo a dos diarios. A quienes no somos periodistas ni dueños de medios, decir que éstos merecen un tratamiento especial puede resultar por momentos molesto. Sabemos que hay casos en los que, bajo el manto de la libertad de prensa, se han cometido errores e injusticias. Pero en este caso como en pocos más, es claro que siempre hay que errar por el lado de la libertad: porque la libertad de prensa es una garantía para la vigencia de otros derechos. Es por ello, sin dudas, que el artículo 161 del código penal le concede una protección especial: “Sufrirá prisión de uno a seis meses, el que impidiere o estorbare la libre circulación de un libro o periódico.”
Lo más grave, sin embargo, es lo que el asunto nos dice sobre la calidad de nuestras instituciones. Han pasado casi 10 años desde la crisis de 2001-02, crisis que de alguna manera legitimó la acción directa en la calle como arma política. El bloqueo es inaceptable cuando se realiza contra un diario; el corte de ruta es inaceptable cuando lo realizan “los del campo”; y el piquete es inaceptable cuando se realiza aduciendo razones ambientales. Ante la emergencia económica, social y política que significó aquella crisis, se legitimó la acción directa y nos fuimos acostumbrando, como a otras cosas.
Esto es muy grave, lo que hace tanto más grave que el Ministro del Interior relativice el bloqueo de ayer. El gobierno debió condenar el bloqueo; la policía debió desalojar a los que violaban la ley; y la Argentina, tras casi una década de bonanza económica, debería haber avanzado un poco más en su reconstrucción institucional. Eso es lo que nos prometió la actual presidente en 2007, y en su lugar nos dio la apropiación de reservas del BCRA, la destrucción del Indec y la ONCCA, entre otras cosas.
En al menos un sentido, lejos de avanzar en la reconstrucción institucional, el kirchnerismo fue en dirección opuesta: en el campo de los medios de comunicación. En 1992, cuando el genial Tato Bores sufrió censura previa, casi todo el mundo del espectáculo se reunió en su apoyo dando un rotundo “no” al cercenamiento de la libertad de expresión. Me emocioné hoy al ver, en el video, a Horacio Fontova, a Víctor Hugo Morales y a Alejandro Dolina al lado de César Mascetti, Bernardo Neustadt y Mariano Grondona (entre muchos, muchos más). La intervención militante del kirchnerismo en el campo de los medios ha hecho que esto sea hoy impensable; y por eso el bloqueo de los diarios ocupa un lugar pequeño en la tapa de Página/12 y no aparece siquiera en la de Tiempo Argentino. Por eso, detrás del bloqueo a dos diarios, está el bloqueo, la traba, que el kirchnerismo ha impuesto a la deliberación en la Argentina. Y eso es muy grave.

jueves, 24 de marzo de 2011

Nunca más


Leo por Twitter cientos de "Nunca más" distintos. El mío es simple: nunca más dejemos de lado nuestra Constitución.
Nuestra Constitución tiene elementos democráticos (principio de la igualdad), republicanos (imperio de la ley) y liberales (existencia de derechos individuales inviolables). Casi todos los asuntos políticos pueden resumirse a una discusión entre estos principios. Mi deseo, entonces, es que mantengamos esa discusión dentro de los parámetros de la Constitución.
Nunca más dejemos de lada nuestra Constitución.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Afiche en el INDEC

Ayer pasé frente al INDEC y me topé con este afiche.

El afiche me parece realmente excelente. La muerte de Néstor Kirchner fue, sin duda, un momento muy especial en la historia argentina reciente. Ese día, todos coinciden, se vivió algo muy especial en el país, y especialmente en Buenos Aires. La muerte de Kirchner significó el alumbramiento de Cristina Fernández: creó una nueva relación entre la actual presidente y su gente, una relación basada en emociones. Las lágrimas por la muerte de Kirchner y la alegría del Bicentenario (“Censo del Bicentenario”) se conjugan aquí perfectamente.
El cartel busca prolongar ese momento especial y yo creo que lo logra. El kirchnerismo deberá prolongarlo hasta octubre si quiere lograr un tercer mandato. Lo visto hasta aquí en Catamarca y Chubut no confirma ese aluvión cristinista augurado por los suyos. Mientras tanto, tendrá que pasar el examen que significa controlar a las diversas facciones internas al "movimiento", desde La Cámpora hasta Moyano y desde Carta Abierta hasta Menem.

martes, 22 de marzo de 2011

El maestro zen

Hace unos días prendí la televisión y me topé con una muy buena película llamada “Charlie Wilson's war”, sobre un congresista norteamericano de escaso compromiso hasta que encuentra una causa que lo mueve: apoyar a los muyahidín afganos que resistían la invasión soviética.
El día que se retiran los soviéticos el congresista Wilson festeja. Pero uno de sus compañeros en la campaña, hombre de la CIA, le cuenta un cuento que lo pone a pensar. “A un niño en una aldea le regalan un caballo. Qué bueno, dicen los aldeanos; vamos a ver, dice el maestro zen. Andando a caballo, el niño se cae y se rompe un hueso. Qué desastre, dicen los aldeanos; vamos a ver, dice el maestro zen. A los pocos días, comienza una guerra, y el niño se salva de ir por el brazo roto. Qué bueno, dicen los aldeanos; vamos a ver, responde el maestro zen...” Y así sucesivamente.

“Paciencia, pequeño saltamontes: la vida se
compone de millones de pequeños pasos.”
Fuente: Morguefile, http://mrg.bz/w58D2y

En política y en la vida operamos con información muy imperfecta. Así, a tientas, tomamos decisiones todos los días, y a veces tenemos que reverlas. No se trata de convertirnos en pragmáticos absolutos, pero tampoco podemos planificar todo ni perder la flexibilidad que la realidad a veces demanda. Hay que mirar las estrellas, no debemos dejar de soñar, de proyectar a ese niño de la aldea hacia la adultez. Pero esto no significa enamorarse de ideas o decisiones tomadas casi siempre en la oscuridad.
Como tantas veces, es cuestión de equilibrio, y más fácil decir que hacer.

lunes, 21 de marzo de 2011

Costumbres argentinas

"Uno se acostumbra a todo", dice el refrán popular, pero esto es demasiado.
Ayer murió una persona por ir a ver un partido de fútbol. Tan acostumbrados estamos a esto que no sabemos a ciencia cierta si con ésta ascienden a 183 o 255 las muertes producidas por la violencia en el fútbol. Los diarios de hoy dan cuenta de esta muerte en tapa, y hacen la habitual cobertura en las secciones deportivas. El partido se terminará – sí, lo van a seguir jugando – sin público; quizás la AFA le saque algunos puntos a alguno de los dos equipos; quizás suspenda el estadio por un par de fechas; el gobierno pasará a disponibilidad a algunos policías; y listo. En una semana arrancará la nueva fecha y nos olvidaremos colectivamente de todo, quedando tan sólo el dolor de los familiares y amigos del fallecido.

Pelota gastada, como nuestra voluntad para soñar.
Fuente: Morguefile. http://mrg.bz/Dshts4

En seis, doce o dieciocho meses volverá la muerte a otro estadio con otros equipos y haremos lo mismo. Una suerte de "oh, qué horror!" generalizado, hipócrita, mentiroso, para seguir igual. Hay, en esta complacencia, una actitud naturalizadora de la desgracia, como si se tratara de un terremoto frente al que nada podemos hacer.
Esta complacencia no es privativa del fútbol. Vivimos con inflación de más de 20%; con altos niveles de inseguridad; sin saber a ciencia cierta aquí tampoco cuánta inflación y cuánta criminalidad, porque el gobierno nos miente y todos lo sabemos; a pesar del crecimiento económico, seguimos con alrededor de 20% de la población en situación de pobreza; el gobierno incumple órdenes judiciales y el país es amenazado por un sindicalista que no quiere ser investigado. Podríamos seguir un largo rato dando ejemplos de desgracias políticas como estas; desgracias que hemos aceptado, que hemos naturalizado. Porque uno se acostumbra a todo, vio.

viernes, 18 de marzo de 2011

Chocolate por la noticia

Ayer, cuando todos parecían sorprendidos con las noticias sobre Hugo Moyano yo me acordé de Buggs Bunny y su clásica pregunta: ¿qué hay de nuevo, Doc?
Veamos: primero nos enteramos de que se investiga a Hugo Moyano por lavado de dinero. ¿Sorprende? ¿Acaso no venimos escuchando por años que el líder sindical ha dejado de ser trabajador para convertirse en patrón? Segundo, vemos que se convoca a una acción sindical (en este caso huelga y movilización) para presionar a la Justicia. ¿Sorprende? Esto ya es común desde hace rato; hace unas semanas vimos la movilización que suscitó la detención del ruralista Venegas, y esta misma semana trabajadores del Subte se movilizaron reclamando a la Justicia la liberación del sindicalista Segovia. Tercero, en la conferencia de prensa de ayer el vocero de los camioneros amenazó con bloquear las salidas de los diarios si persisten las “mentiras” y la “persecución”. ¿Sorprende? El gremio de camioneros ya ha bloqueado los diarios en otras oportunidades.

Tengo un camión lleno de dudas.

Nada de esto sorprende. Nada de esto es realmente “noticia”, salvo por dos cosas. Por un lado, por lo absurdo que resulta una movilización en Plaza de Mayo contra un juzgado de Zurich o donde sea; creo que en buena medida es esto lo que ha generado tanta sorpresa. Por otro lado, y esto sí sería una noticia de primera importancia, está la posibilidad de que el asunto termine dividiendo la alianza de los camioneros y el gobierno nacional. Por ahora, eso no parece ocurrir: el tema fue tratado con sutileza por los medios más afines al gobierno. (El premio se lo lleva Tiempo Argentino, que tituló, chiquito, “Hugo Moyano denunció acoso judicial y llamó a un paro de camioneros”. Mucho más grande estaba el titular destinado al verdadero enemigo: “Caso Noble: ordenan nuevo ADN para Felipe y Marcela”.)
Mientras tanto, mientras Moyano no sea el blanco de Tiempo Argentino y 6, 7, 8, mientras no se destruya esta alianza, “chocolate por la noticia”.
Parece que estoy de acuerdo con Tiempo Argentino: Moyano no es noticia.

jueves, 17 de marzo de 2011

Mientras tanto, en ciudad Gótica

La última vez que Argentina recibió a un presidente norteamericano, fuerzas cercanas al gobierno organizaron un acto paralelo para que otro jefe de Estado lo comparara con Lucifer. Entonces habrá ganado algo el gobierno, pero ¿cuánto perdió el país?

Obama, tan superstar que hablará en la Plaza Cinelândia.

En estos días, Brasil recibirá a Barack Obama, el presidente de la principal potencia internacional, como a un héroe. Mientras tanto, en Ciudad Gótica, en un avión el Canciller corta unas cadenas con alicates y no devolvemos tres pertrechos de morondanga eufemísticamente llamados “material sensitivo”.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Como las brujas

La presidente no hizo referencia alguna en su discurso de apertura de sesiones a la inflación, y el ministro de Economía ha dicho que no hay inflación sino "dispersión de precios". Siguiendo el eufemismo, La Nación, el segundo diario en circulación del país, ha tenido hoy una verdadera "dispersión de notas" sobre un tema que, para el gobierno, no existe: conté, en la edición de hoy, 8 notas relacionadas con el tema.
Leemos primero que para el Indec la canasta básica alimentaria tuvo un aumento de sólo 12 centavos en febrero. En la nota asociada nos aclaran, sin embargo, que es un indicador en el que ya nadie cree. Esa incredulidad debe ser lo que explique aumentos salariales que promediarán 28% en las paritarias de este año. De lo contrario estaríamos frente a un salto de los salarios reales que ni el más fanático K podría creer. Por eso, seguramente, los empresarios están pidiendo “paz social” y no están directamente cerrando sus empresas. Es más, aunque no se animaron a pronunciar la palabra “inflación”, como si fuera cosa de brujas, por lo menos hablaron en un comunicado oficial de “un problema” de “aumento de los precios”.


Por un segundo tendemos a creer la hipótesis de la distorsión. La Nación dice que ante los aumentos de la carne vacuna, la gente consume más pollo, que es más barato. Pero la oposición no cree nada; tanto descree que usa al Indec ya como metáfora de cualquier mentira gubernamental y nos enteramos de que, aunque está parada, hay una causa judicial que investiga a Guillermo Moreno y las autoridades del Indec por falseamiento de datos.
¿Entonces? ¿A quién creerle? Me inclino, finalmente, por creerle a Boudou; después de todo, es el ministro de Economía. En un cable de Wikileaks, Boudou aparece reconociendo que “el Gobierno no está en posición de afrontar aspectos controversiales de sus políticas económicas, tales como los problemas asociados con la agencia oficial de estadísticas, Indec.”
Como las brujas, la inflación no existe, pero que la hay, la hay. Mientras tanto, este post sufrió una notable dispersión de links, que llegaron a los dos dígitos...

martes, 15 de marzo de 2011

Mirando más allá

La familia había pasado la tarde del domingo en un cumpleaños infantil. Antes, hija mayor (casi 5 años) e hija menor (2 y medio) habían dormido una siesta de casi tres horas, para la gran alegría de padre y madre.
Volviendo a casa desde el cumpleaños cerca de las 9 de la noche, hija mayor dijo: “tengo una idea. ¿Qué tal si comemos afuera?” La casa de la familia tenía un lindo jardín con una mesa donde podrían comer. Además, era una hermosa noche de verano, sin una nube en el cielo y una agradable brisa daba un respiro tras un día caluroso.

Comer afuera de noche.

Los padres accedieron a la idea, e hija mayor ayudó a llevar platos, vasos y cubiertos a la galería. Hija menor, cansada ya a pesar de la siesta, dedicaba más tiempo a subir y bajar de su asiento que a comer. Padre conminaba una y otra vez a hija menor a que comiera, perdiendo progresivamente la paciencia. Madre intercedió preventivamente dándole de comer. Hija mayor también comenzó a jugar en vez de comer. Padre ordenó. Hija mayor caminó hacia el jardín.
Padre, cansado de un largo día, con ganas de que hijas fueran a dormir para tener media hora de paz antes de que terminara el fin de semana, y al borde de la explosión de furia, preguntó: “¿se puede saber qué estás haciendo ahí?”
Hija mayor respondió con toda inocencia: “estoy mirando las estrellas.”
Estrellas. Pero de verdad, eh.
Fuente: http://mrg.bz/rkEV4S

Padre sonrió, miró a madre, giró la cabeza a uno y otro lado y abrió los brazos preguntándose qué respuesta cabía.

lunes, 14 de marzo de 2011

Pobre Cámpora

El viernes pasado se cumplieron 38 años de las elecciones que llevaron a Cámpora al gobierno y a Perón al poder, como se decía entonces. El Cámpora convertido en mito fue nuevamente excusa para un acto político de la militancia kirchnerista. Llenaron Huracán e hicieron todo lo que correspondía: los oradores previos ensalzaron a Néstor y Cristina, recibieron a Cristina con el clásico “borombonbón, borombonbón, para Cristina, la reelección”, etc.
Del acto ya se ha hablado bastante. No sé si alguien percató en que faltó un detalle. En el acto de homenaje de la victoria electoral de Héctor J. Cámpora, se olvidaron de mencionarlo. Ni Andrés Larroque, secretario general de La Cámpora, ni el intendente de Quilmes “Barba” Gutiérrez, ni el diputado Agustín Rossi, ni el gobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri ni, finalmente, la presidente Cristina Fernández de Kirchner se acordaron de mencionarlo. Escuché todos los discursos acá y no detecté ni una sola mención; quizás hubo alguna y se me escapó, pero en todo caso quedaría igual claro que se olvidaron de él.
Héctor J. Cámpora, presidente por unos días, mito por casi 40 años
Fuente: Wikipedia.

Si Cámpora era la cara de la izquierda peronista, ya parece haber una nueva: es la de Néstor Kirchner, el gran mencionado. Efectivamente, si nos guiamos por los discursos y no por el título del acto, se trató de un homenaje a Néstor Carlos Kirchner. Nadie se olvidó de mencionarlo a él, y quien lo hizo de manera más clara y abierta fue la actual presidente: “que este acto, de este 11 de marzo, sea en recuerdo y en homenaje a quien fuera mi compañero de toda la vida.”
Pobre Cámpora: hace 38 años le coparon el gobierno y ahora el homenaje.

viernes, 11 de marzo de 2011

Déjà vu

Leemos en los diarios de ayer que la importación de combustibles creció 711% y en los de hoy que hacen falta 8 Atuchas para cubrir el déficit de energía eléctrica. Leemos en Cortés Conde sobre las políticas económicas del primer peronismo:
“Todos los gobiernos, desde la caída de Perón, se vieron en la necesidad de restaurar cierto equilibrio fiscal, monetario y de las cuentas externas para salir de los ciclos de inflación, devaluación y recesión y hacer posible un marco macroeconómico estable, condición para un crecimiento sostenido. (…)
El gobierno provisional se enfrentaba con una multitud de problemas. Los más urgentes y serios tenían que ver con la crisis de energía y de transportes. (…) Como el gobierno subsidió los precios para evitar su incidencia en el costo de vida, su consumo subió aún más. (…) Hacia fines del gobierno peronista las importaciones de combustible alcanzaban casi un cuarto del total. (…)
Pero el problema no se limitaba a la energía. La crisis de transportes era muy seria. (…) El país, que había hecho un enorme esfuerzo de capitalización (…) vivió gastándose el capital.” (Roberto Cortés Conde, La Economía Política de la Argentina en el Siglo XX, Edhasa, 2005, pags. 213-215).
Atención: no se trata de culpar a un sector político. Se trata de que caigamos en la cuenta de que ya vivimos esto, y de que el próximo gobierno, una vez más, va a tener que limpiar el rancho cuando llegue el final de fiesta. (Y sí: las fiestas siempre terminan.) La buena noticia es que el mundo nos presenta todavía una gran oportunidad. Veremos qué hacemos con ella: si nos seguimos comiendo el capital y las ganancias del día o si invertimos para dar el salto del que somos capaces.


jueves, 10 de marzo de 2011

Ejemplo práctico sobre el valor de una imagen

Con todo el respeto que me merece el Dr. Gil Lavedra, vamos a usar una imagen suya para ilustrar el viejo dicho de que “una imagen vale más que mil palabras”. Observen la foto y el título de La Nación.


Olvidemos por un segundo lo que sabemos de Gil Lavedra y pensemos en términos de imagen. ¿Les parece que la persona representada en esa imagen es buena fuente para hablar de “progresismo”? El saco blanco, estar tomando té y – el golpe de gracia – la tetera de porcelana de la abuela lo hacen muy difícil, ¿no?


Una buena noticia

Leí hoy en el tren que el estado de Illinois se convirtió ayer en el decimosexto de los Estados Unidos que no acepta la pena de muerte.
La decisión se tomó después de dos décadas de deliberación sobre la materia y con el argumento de la falibilidad procesal. Como dijo el gobernador republicano Pat Quinn, después de mucha deliberación resultó "convencido de que es imposible diseñar un sistema que sea consistente, libre de discriminación sobre base racial, geográfica o de circunstancia económica, y que siempre acierte."

El gobernador promulga la ley.
Fuente: www.illinois.gov
Como toda empresa humana, la justicia es falible, por lo que resulta improcedente tomar una decisión irreversible por antonomasia, como es la de terminar una vida. Por más lobos que haya dando vuelta, no podemos arrogarnos el derecho de quitar una vida humana. Y no he escuchado argumento que pueda convencerme de lo contrario.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Lobos en Buenos Aires

Ayer, a eso de las 21:30, estaba leyendo Cortés Conde en la cama - y sí, claudiqué con Halperín - cuando escuché llorar a mi hija. Fui a su cuarto y la calmé, pero apenas yo amagaba con irme volvía el llanto.
Entonces, me acordé del poder curativo de la palabra: “¿qué pasó?”, pregunté, “¿por qué no querés dormir?” Sin respuesta coherente, guié: “¿tuviste un sueño feo?” “Sí.” “Con qué soñaste?” Justo antes de seguir guiando (monstruo), respondió: “había un lobo”.

Who's afraid of the big bad wolf, the big bad wolf?

“No te preocupes, hija; papá cerró la puerta con llave. Nada malo puede entrar.” Después me corregí: “No te preocupes, hija, no hay lobos en Buenos Aires.”
Lamentablemente, lo segundo me dejó mucho más cómodo que lo primero.

martes, 8 de marzo de 2011

Entrevista políticamente incorrecta

Normalmente, criticamos a las personalidades del deporte su falta de originalidad al ser entrevistados. Decir de un deportista que “no se saca el cassette”, además de comunicar algo sobre la edad del que lo dice, significa que el entrevistado responde siempre lo mismo ante cualquier pregunta.
Gregg Popovich, entrenador de Manu Ginobili y los San Antonio Spurs en la NBA, es un claro contraejemplo. Obligado a conceder entrevistas durante los partidos, responde casi siempre con monosílabos y cara de piedra, mirando hacia otro lado, esperando que la obligación termine lo antes posible para volver a hacer lo que quiere hacer: dirigir a su equipo. Ocasionalmente, además, se saca esa careta que tan incómoda le resulta y responde lo que realmente está pensando: es decir, critica sin anestesia a los periodistas que enfrenta. Uno de esos casos se registró el lunes.

Gregg Popovich y un día de furia. (The San Antonio Express-News)

El domingo, San Antonio recibió una paliza deportiva en su propio estadio. El lunes, el coach condujo un entrenamiento y después atendió a la prensa texana. Pueden ver (en inglés) la transcripción de la entrevista acá y ver el video acá (también en inglés). Después de una línea de interrogación que encontró poco original, Popovich respondió: “Así que pensaste todo eso, con todo ese equipo (de filmación), como yo mirando ese partido de porquería anoche y te quedaste despierto toda la noche pensando esa pregunta, y ¿eso es todo? ¿Esa era la pregunta? Dios mío. Necesitamos una sesión de video.” Ante eso, otro periodista trata de contraatacar y le pregunta si, tras la derrota, había tenido dificultades para dormir. Popovich, poniendo voz de niño y toda la ironía respondió: “El pequeño Greggy tuvo problemas para dormir…”
Hay que tener cuidado, entonces, cuando se pide que se saquen los cassettes, porque a veces eso puede resultar en situaciones complejas para quienes no estén a la altura de los entrevistados.

viernes, 4 de marzo de 2011

Sueños ausentes

Cada año, hay dos momentos clave en los que un presidente tiene la oportunidad y la responsabilidad de comunicar al país sus sueños y proyectos: la presentación del presupuesto y el discurso de apertura de sesiones ordinarias.
El 10 de octubre de 2010 en Clarín abordé el primer tema en una columna titulada "Trampas del gobierno". El gobierno presentó un presupuesto con una pauta inflacionaria de 10,3% que todos sabemos falsa, empezando por el mismo gobierno que acepta ahora aumentos salariales del orden del 30% a sus trabajadores.
Esta semana, en su mensaje de apertura de sesiones ordinarias, la presidente Cristina Fernández de Kirchner habló del pasado: durante cerca de una hora y media hizo un repaso de la gestión repitiendo números no siempre claros. Nos contó algunos éxitos del modelo, incluyendo el desendeudamiento, el crecimiento económico y el aumento del consumo. Dio los giros necesarios para atacar a sus adversarios preferidos, el sector agropecuario y Mauricio Macri. También habló de supuestos éxitos que no compartimos pero, sobre todo, dejó de mencionar problemas importantes que Argentina debe afrontar, como la inflación.

Amigo desconocido con quien compartimos furgón. De sus auriculares emanaba nada menos que "I was made for lovin' you", de Kiss. ¿Habrá escuchado el discurso? ¿Tendrá sueños en los que el país es protagonista?

La presidente tampoco marcó el camino para solucionar el otro gran problema actual, la inseguridad, ni hizo mención a la droga y al narcotráfico, pero por lo menos admitió el problema de la seguridad. Deslindó responsabilidades en los medios y la oposición (“no puede ser un tema de ideología ni de publicidad mediática con fines electorales”); y mostró más datos (sobre supuestos avances en cantidad de efectivos e infraestructura), pero poco más.
En lo legislativo, señaló títulos de leyes que le gustaría ver sancionadas, en temas como trabajo rural, lavado de activos y régimen penal tributario. Sólo habló tangencialmente del futuro en dos momentos: al convocar “a todos los argentinos a dar vuelta la página” y al hablar de la juventud y la posibilidad de “construir un país distinto”. Pero no quedó claro cuál es la nueva página ni qué país cree posible y deseable construir. Lo que faltó en el discurso es justamente lo que buscamos en él: una visión del país de los sueños.

jueves, 3 de marzo de 2011

Comunicaciones republicanas

La Corte Suprema de Justicia ordenó ayer al Estado Nacional no discriminar a los medios en el reparto de la publicidad o pauta oficial. La discriminación era manifiesta. Según datos de La Nación, los grupos o medios afines al gobierno reciben notablemente más dinero de publicidad oficial a pesar de tener una circulación significativamente menor.
Haciendo las cuentas, vemos $848 por lector en Página/12 y $491 en el Grupo Szpolski (Tiempo Argentino, BAE y Revista Veintitrés) pero sólo $17 para el Grupo Clarín (Clarín, Olé y La Razón) y $7 para La Nación. Los datos son elocuentes.


Esta noticia debería ser buena para todos, incluyendo a los diarios oficialistas que ahora saben que, de terminarse el kirchnerismo, podrán seguir accediendo a publicidad oficial si su circulación así lo amerita.
Este fallo, surgido de una demanda realizada por la editorial Perfil (particularmente castigada en el reparto), republicaniza la pauta oficial. Ahora, todos deberán ser iguales ante la ley más allá de la línea editorial de los medios. Lo que nos lleva a la próxima pregunta: ¿cómo republicanizar ahora los contenidos de los medios oficiales colonizados por un gobierno faccioso? ¿Cómo hacer para que la Corte se meta ahora con “6, 7, 8” y compañía?

EX POST. En Ámbito Financiero, Carlos Burgueño dice que los datos de circulación que presentan La Nación y Clarín son cuestionables. Puede ser. Sería bueno que hubiera una auditoría confiable (y someterse a ell debería ser condición para recibir pauta oficial). Pero como señalá José Crettaz, "Cifras oficiales confirman la discrecionalidad", en el segundo semestre del año pasado el Grupo Szpolski recibió $47 millones y Grupo Clarín $15,1 millones; Página/12 $20,8 millones y La Nación $5,8 millones. No hay manera que los "oficialistas" tengan 3 o 4 veces más lectores que los "opositores".

miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Alivio?

Ayer estaba preocupado por ultra kirchneristas que pensaban eternizar a la presidente en el poder e impedir que un premio Nobel inaugurara la Feria del Libro porque tiene ideas distintas.
Tuve un cierto respiro cuando la presidente desechó una reforma constitucional para buscar su re-reelección. Aclaremos, igual, que el argumento utilizado no fue el más lindo: dijo que no ve posibilidad de contar con los votos necesarios en el Congreso. Después siguió el juego de la incertidumbre sobre su candidatura en 2011, con metáfora capilar incluida: “¿Alguno me ha escuchado a mí decir que voy a ir a la reelección en 2011? Así que no se hagan los rulos.”

Ese es el tren de 7:50. Se va y me deja plantado en el andén.
Por eso, hoy llegamos un poquito tarde.

Ayer, la presidente también ordenó a sus seguidores intelectuales que frenaran el ataque a Vargas Llosa. El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, puso violín en bolsa, pero la respuesta no fue unánime. Otro de los factótums de Carta Abierta, Ricardo Förster, continuó oponiéndose porque ve “una intencionalidad política en eso” (como si no hubiera otra intencionalidad política en su producción cultural); y – siguiendo con La Nación – “el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió anoche en que Vargas Llosa "no sería la mejor elección" para inaugurar la Feria del Libro por ser un "fiel exponente de la derecha reaccionaria".”
¿Es esta orden fruto de una convicción pluralista o apenas un repliegue táctico? Por su pasado y por su presente, por Conti, por Moreno, por D’Elía, por Echegaray, por Kunkel, por el mismo Fernández y por el argumento fáctico sobre la re-reelección, es difícil creer en su convicción pluralista. Aunque por momentos frene a los más exaltados de sus defensores, no por ello creeremos que porta impecables credenciales republicanas. Por eso, el alivio es sólo parcial y momentáneo.

martes, 1 de marzo de 2011

Eternidades: gobierno y literatura

Mientras algunos apoyos políticos de este gobierno sueñan con una “Cristina eterna”, otros se oponen a que Mario Vargas Llosa abra la Feria del Libro porque no comparten sus ideas. Acallar a los adversarios y perpetuarse en el poder parece ser el desenlace de un gobierno que venía a mejorar la “calidad institucional” y que al final sólo parece buscar lo que su nombre indica: la victoria.
El problema con Vargas Llosa, dice el editor Aurelio Narvaja en una carta que rescata La Nación, es que “es un propagandista, ostensible y florido, de las ideas y las políticas de la derecha liberal.” José Pablo Feinmann también está operando en este sentido y estima que los propagandistas kirchneristas del grupo Carta Abierta también “estarán de acuerdo”.

Post dentro del post: "Avidez lectora". Hoy en el tren a Retiro ella leía un libro de metafísica (en serio) y él se asomaba para intentar leer también. Un porcentaje muy chico lee por posiciones ideológicas: la mayoría lee lo que le gusta y lo que encuentra a mano.

Claramente el problema no es ni el nivel literario del orador – último Premio Nobel de Literatura – ni su supuesto papel de propagandista, que compartiría con algunos de estos intelectuales de izquierda. En una típica muestra de la intolerancia de estos sectores llamados progresistas, consideran la invitación “agraviante para la cultura nacional y para con las preferencias democráticas y mayoritarias de nuestro pueblo”. Así, ellos se posicionan a sí mismos como los únicos intérpretes válidos de las preferencias democráticas de nuestro pueblo.
Nos enteramos de este intento de acallar a una voz contraria al gobierno el mismo día en que leemos que la senadora hiper-kirchnerista Diana Conti afirmó a Radio Dos de Rosario: “los sectores ultra K a los que pertenezco avizoramos el deseo de una reforma constitucional porque quisiéramos una Cristina eterna”. Por suerte mi biblioteca es amplia y tiene tanto Vargas Llosa como García Márquez: así puedo entender la parte de Macondo y la de La Fiesta del Chivo.