Siempre suma leer Prisma, el espacio de Enrique Valiente Noailles en el suplemento Enfoques de La Nación. Casi invariablemente, el autor logra en pocos párrafos una reflexión profunda y directa sobre el tema seleccionado. La columna de ayer se destaca especialmente, porque la visita de Sarlo a 6, 7, 8 se convierte no en un comentario deportivo sino en un llamado a la mejora del debate público en Argentina.
Tras describir los recortes de mala fe típicos del programa propagandístico oficial, Valiente Noailles señala que “Lo concreto es que el país está absolutamente empantanado en este tipo de mala fe, que ha llevado al Gobierno y propagandistas a sostener posturas cínicas y descaradas, y a algunas de sus formas opositoras, a perder buena parte de su credibilidad.” Cínica y descarada parece, por ejemplo la manera en que Tiempo Argentino tituló hoy los resultados electorales de ayer; y si no es cínica y descarada, la defensa de Sergio Szpolski a las Madres y su gestor inmobiliario es de una lealtad conmovedora: “El ataque de Clarín, La Nación y Perfil enlodando el trabajo del programa Sueños Compartidos es un intento de parricidio mediático cuyo fin es asesinar simbólicamente a las Madres y a la vida democrática que de ellas surgió.”
Tiempo: grande triunfo kirchnerista; pequeña derrota de Eliceche.
Mesura en Ámbito: si ganó el gobierno en La Rioja, perdió en Chubut.
En todo caso, es claro que Argentina necesita más y mejor debate. Ese debate debería servir para encontrar las mejores soluciones a los múltiples desafíos que enfrentamos. Pero, a más a corto plazo, el debate debería servir para que las opciones políticas se hagan más claras; para que los principales partidos pierdan un poco su “Incoherencia en el alma”, como llama Carlos Pagni a esta extraña situación en la que el peronismo es a veces gobierno y oposición al mismo tiempo; en la que el radicalismo podría ir con Das Neves en Chubut, con De Narváez en Buenos Aires y con Binner en Santa Fe; y en la que Carlos Menem llama a votar por Cristina Fernández de Kirchner.
Muy cierto el análisis Fer. Necesitamos un país en donde podamos discutir sobre bases reales de donde estamos parados, que es lo que está pasando, que es lo que necesita la gente, y no sobre que es lo que a mi me conviene que se sepa y como se sepa.
ResponderEliminarPero para eso hace falta tener humildad y huevos. Humildad para poder aceptar que uno no es dueño absoluto de la verdad y que puedo conocer una parcialidad, y que además mi opinión indefectiblemente será subjetiva (porque somos seres humanos).
Huevos para aceptar que el otro también puede estar teniendo razón, que hay verdades que por mas que no me convengan existen y hay que tratarlas, y que tengo que hacerme cargo.
Si alguno conoce un político que tenga aunque sea una de estas virtudes aviseme en que lista va que lo voto... Por ahora yo no lo encuentro.
saludos
Gracias, Pablito! Por ahora está complicado, sí, saber a quién votar para los opositores del centro a centro-derecha...
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