domingo, 15 de mayo de 2011

Mucho más que folclore

Consultado en el Senado respecto a la razón por la cual el gobierno sanciona a las consultoras económicas que confeccionan y difunden índices de inflación, el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández dijo que éstas "Le mienten al pueblo argentino y le afanan al que les paga, por eso las sancionamos".

Como decía acá: no es fácil reconstruir una instritución.

En una república, la sanción sólo puede venir en virtud de una ley. Y el encuadre legal encontrado por el gobierno para sancionarlas es cuando menos endeble: se basa en el artículo 9 de la Ley de Lealtad Comercial 22.802, que regula “la publicidad y la promoción mediante premios”. (Más sobre la cuestión legal en el artículo de mi amigo Ezequiel Cassagne en La Nación.) Y en un país liberal cualquiera debería poder calcular un índice de precios y difundirlo como le diera en gana; en cuanto a la mentira, cualquier ciudadano tiene el derecho de creer o no; y en cuanto al "afano", cualquier empresa tiene el derecho de contratar o no.
Lo patético del caso es que si unos creen y otros contratan a las consultoras es porque el que miente y con eso le roba a la gente (¿qué es la inflación sino un impuesto no votado por el Congreso?) es el gobierno. Fue este gobierno, con la destrucción de la credibilidad del Indec, el que generó la necesidad de estadísticas creíbles, creando así el negocio. El gobierno destruyó el Indec para tapar la inflación y sanciona a las consultoras para tapar la destrucción del Indec.
Pero detrás del caso hay algo peor que la inflación y la mentira: hay un desprecio por la república y un avance frente a los derechos individuales. Eso es lo que me preocupa y por eso me desespera que las multas y su defensa campechana por parte del Jefe de Gabinete se interpreten a veces apenas como una anécdota folclórica.

3 comentarios:

  1. Muy buena la entrada, sin embargo, creo que en temas donde la información impacta directamente sobre la ciudadanía en general, al menos, se debería aclarar métodos de mediciones. Quiero decir, creo que una consultora puede poner la cifra que se le antoje y como vos bien decís, será el público el que decida si creerle o no, pero el público también debería tener instrumentos para evaluar esa información.

    El sector financiero se transformó en los últimos años en una maraña incomprensible de mentiras increíbles. Esto tiene efectos directos sobre la población… ¿o acaso a los ciudadanos estadounidenses no le salió una fortuna las escandalosas “notas” que las empresas analistas de riesgo, teóricamente “expertos” en cuestiones financieras, le ponían a bancos que ventilaban papeles que no valían nada?

    Digo, nadie tiene ninguna responsabilidad en el mercado financiero? Hay aunque sea UNA sola persona presa o al menos condenada a no ejercer más la profesión de todos los “genios” que le ponían calificación AAA a bancos que se caían a pedazos? ¿Tenemos que dejar que la banca nos estafe descaradamente o el estado debería intervenir en algún momento?

    Por supuesto, nada de lo anterior tiene que ver con el delirio de multar a consultoras por el índice de inflación, ni justificar la torpe ficción del INDEC y, mucho menos, el avasallamiento de instituciones esenciales para la salud republicana de un país. Sólo digo que también hay que poner ciertos límites a publicación de determinada información pero que estos límites no estén relacionados con la información en sí misma sino con la obligatoriedad de informar de una manera completa.

    Lo de Anibal… bueno, coincido, no es una simple anécdota folclórica.

    Fede R.

    Pd: Miguel Braun hoy tira un buen Twitt al respecto. @braunmi : Anibal dice que las consultoras conspiran contra los argentinos, Tomada homologa convenios que usan sus datos. A cuál echa Cris?

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  2. Grande, Colo. Estoy totalmente de acuerdo con vos en lo que hace a la defensa del consumidor. En el debate en EEUU yo claramente hubiera favorecido el Consumer Protection financiero. Pero los índices de las consultoras no son para el público (aunque los medios los publiquen); son para que privados (empresas, sindicatos, etc.) puedan tener algún tipo de información "neutral" para fijar precios, salarios, etc. Que Ecolatina publique o no el índice no hace absolutamente nada a los precios que yo pague mañana en el súper. Por eso, no sé si tu ejemplo es totalmente válido y no creo que haga violencia a mi argumento diciendo que me parece bien regular la información financiera (en tanto es "publicidad") y pésimo multar a consultoras por difundir los resultados de sus investigaciones (que no llevan a comprar nada). Abrazo y gracias por el comentario.

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  3. Pocas medidas tan ilegítimas, infundadas y autoritarias como las multas a las consultoras. Cansa y mucho que constantemente nos tomen de ignorantes a todos, no somos el pueblo estadounidense, ya realmente no queda tanta gente a la cual mentirle, todo cae o se aclara muy rápidamente. No tiene nada que ver esa ley, nada que ver, con lo que plantean para multar a consultoras ¿multar a alguien por hacer su trabajo? peor, ¿multar a alguien porque hace su trabajo tan bien que descubre lo mal que hacés el tuyo? es patético, insultante, antidemocrático. Perdón pero no me parece una actitud muy de "centro izquierda", más bien, es lo más "gorila" que pueden hacer. Ese tipo de actitudes son las que ya no tienen justificación, y alguien tendría que decirle a este Señor que no tiene argumentos de nada últimamente. Ni hablar de sus modos.
    Me enojé.

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