Yo entiendo a quienes piden ya un aborto para la niña de 11 que quedó embarazada tras ser violada. Tiene mucho sentido: imagino el dolor de la chica, de los padres... un horror.
Ahora, por un segundo pido a los lectores que supongan que ese feto es una “vida”, que tiene “alma”. Menos, les pido menos. Pónganse en el lugar de alguien que cree que ese feto es portador de un alma. Para esa persona, el aborto sigue siendo asesinato más allá de la edad de la madre y de la forma en que fue concebido el feto. Para esa persona, la vida siempre va a valer más que el dolor de la niña, de los padres, etc. Para esa persona, dada su creencia, es racional oponerse al aborto, incluso en el caso de una niña violada de 11 años.
Yo casi siempre estoy en los puntos medios, pero en la cuestión del aborto no creo que existan muchos puntos medios porque el valor de la vida es supremo. (El único punto medio es el valor de la vida misma: cuando corre riesgo la vida de la madre.) En el fondo, si creés que hay vida desde la concepción, el aborto es asesinato; y si no creés que hay vida desde la concepción el aborto debe ser básicamente libre. Los primeros creen que los segundos son unos asesinos y los segundos creen que los primeros son gente salida del Medioevo que se opone a la libertad de millones de mujeres.
¿Cuál es mi punto? Que esta es una cuestión de valores y los argumentos sirven de poco. ¿Yo qué haría? No importa, ¿no? Lo que importa, en esta discusión, es qué cree cada uno.