Leí The Forgotten Colony, de Andrew Graham Yooll, una historia de los pueblos de habla inglesa en la Argentina. Como otro que leí hace poco, El ombligo del mundo, es un libro en el que el título es de lo mejor del libro. Que Argentina sea la colonia británica olvidada por la historiografía me parece un hallazgo.
Llegué a The
Forgotten Colony porque me dio ganas de investigar un poco sobre la
comunidad británica en la Argentina y, más precisamente, sobre los argentinos y
anglo-argentinos que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, tema que toqué
en esta nota que me publicó la Revista Seúl, pero del que sé mucho menos de lo
que me gustaría. Tras publicar aquella nota, me contactó un nieto de uno de los
excombatientes que mencionaba allí, Jack Blight. El nieto me contó cosas que me
hicieron querer saber más y buscando algo introductorio sobre las comunidades
británicas en la Argentina lo primero que apareció fue el libro de Graham
Yooll, que llegó a casa a los pocos días por Mercado Libre.
El libro es
flojo como una historia, es en cierto sentido un anecdotario y tiene muchos
agujeros. Por ejemplo, no se menciona la crisis de 1929 y lo que significó para
Argentina y para las relaciones argentino-británicas; así, los dos o tres
párrafos que dedica al tratado Roca-Runciman quedan totalmente descolgados,
sin sentido.
El argumento principal de Graham Yooll es que, aunque la influencia británica en Argentina fue muy grande, sobre todo en las áreas del comercio, la educación, el transporte y los deportes, y hasta 1914, “la comunidad británica residente [en Argentina] tiende a ser olvidada o mencionada solamente al pasar en los estudios políticos y económicos de las relaciones entre ambos países” (p. 3). Los británicos fueron influyentes en las primeras décadas tras 1810 en el comercio y luego con los ferrocarriles y los frigoríficos. En la Primera Guerra pelearon casi 5.000 anglo-argentinos (sobre una población estimada de más o menos 30.000), pero sólo aproximadamente un cuarto de ellos volvió (p. 239). El segundo golpe fue doble: la Segunda Guerra, que tuvo más de dos mil voluntarios anglo-argentinos, entre mujeres y varones, y la nacionalización de los trenes por Perón al finalizar la guerra, en lo que Graham Yooll equipara con la caída del telón. El revisionismo (Graham Yooll no entra demasiado en esto, pero algo de eso hay en la nacionalización de los trenes) primero y Malvinas después, llevan a cambiar la valoración de la relación: de ser parte clave de los que hicieron el país, los británicos pasan a ser imperialistas y usurpadores. De vuelta, Graham Yooll dice sólo parte de todo esto, y lo completo yo con el cambio de ideas post-1945 y el impacto de 1929, del que el autor no dice nada. Después, claro, vendría Malvinas.
En
definitiva, no es una gran historia del tema, pero despierta ideas y me abre el
camino para seguir investigando.
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