Normalmente, criticamos a las personalidades del deporte su falta de originalidad al ser entrevistados. Decir de un deportista que “no se saca el cassette”, además de comunicar algo sobre la edad del que lo dice, significa que el entrevistado responde siempre lo mismo ante cualquier pregunta.
Gregg Popovich, entrenador de Manu Ginobili y los San Antonio Spurs en la NBA, es un claro contraejemplo. Obligado a conceder entrevistas durante los partidos, responde casi siempre con monosílabos y cara de piedra, mirando hacia otro lado, esperando que la obligación termine lo antes posible para volver a hacer lo que quiere hacer: dirigir a su equipo. Ocasionalmente, además, se saca esa careta que tan incómoda le resulta y responde lo que realmente está pensando: es decir, critica sin anestesia a los periodistas que enfrenta. Uno de esos casos se registró el lunes.
Gregg Popovich y un día de furia. (The San Antonio Express-News)
El domingo, San Antonio recibió una paliza deportiva en su propio estadio. El lunes, el coach condujo un entrenamiento y después atendió a la prensa texana. Pueden ver (en inglés) la transcripción de la entrevista acá y ver el video acá (también en inglés). Después de una línea de interrogación que encontró poco original, Popovich respondió: “Así que pensaste todo eso, con todo ese equipo (de filmación), como yo mirando ese partido de porquería anoche y te quedaste despierto toda la noche pensando esa pregunta, y ¿eso es todo? ¿Esa era la pregunta? Dios mío. Necesitamos una sesión de video.” Ante eso, otro periodista trata de contraatacar y le pregunta si, tras la derrota, había tenido dificultades para dormir. Popovich, poniendo voz de niño y toda la ironía respondió: “El pequeño Greggy tuvo problemas para dormir…”
Hay que tener cuidado, entonces, cuando se pide que se saquen los cassettes, porque a veces eso puede resultar en situaciones complejas para quienes no estén a la altura de los entrevistados.
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