La Feria del Libro debe estar buenísima, supongo, porque está llena de gente. Pero después de ir hoy por primera vez en años (¿o décadas?) me acordé por qué faltaba regularmente: me encantan los libros y me encanta leer pero no me gusta la Feria del Libro.
La verdad es que no sé qué se hace en la feria, no sé cómo feriar. No me gusta ir a charlas de escritores, me gusta leerlos. Nunca identifiqué libros por editoriales; cuando la gente me dice es un libro de Alfaguara o Paidós o Eudeba, salvo rarísimas excepciones, eso no me significa nada en la cabeza; entonces, mi cerebrito no discrimina al ver un stand de una u otra editorial. Finalmente, soy un lector más bien ordenado; tengo mis temas, mis autores, mis épocas o nacionalidades, y sólo de a poco voy incorporando alguna etiqueta nueva; así que pueden aparecer cosas espectaculares a grandes precios en una mesa de saldos sin que se me mueva un pelo. En conclusión, yo no estoy hecho para la Feria del Libro: me pierdo, me mareo y encuentro poco y nada.
¿Qué me llevo? Dejé ahí un par de horas, pagué $13 la entrada gracias al Club de Lectores de La Nación; $32 por un tostado y un vasito de Coca en un boliche y $15 por "100.000 ejemplares por hora. memorias de un redactor de 'crítica' el diario de botana" de Roberto A. Tálice, que me interesa porque roza mi tema de tesis de Maestría. También me llevé el aprendizaje de que eso no es para mí. Y, finalmente, me traje del stand de Eudeba una foto de los libros de Axel para compartir con los amigos de 7:50 a Retiro.
Los libros de Axel Kicillof en un lugar prominente del stand de Eudeba.
"De Smith a Marx" y "Fundamentos de la Teoría General".
Don no se enoje, pero es evidente que cualquiera puede leer un libro, pero leerlo, incluso entenderlo, incluso ser un capo en el tema no nos hace mas capaz.
ResponderEliminarPor ejemplo: para manejar un auto, no necesito saber del motor, incluso si me explican detalladamente como manejarlo no me hace un conductor,e incluso un experto conductor, necesita ver el camino, leer las señales, acostumbrarse al auto y al trafico.
En la argentina de hoy, en economia, han decidido, tapar el parabrisas, (ya no existen estadistica fiables), cambiar las señales, (el sistema de precios esta casi totalmente intervenido) y por ultimo, quizas alguien los sepa, nadie sabe realmente quien conduce, o sea nadie es responsable. Nos vamos a pegar una piña de novela, que es lo que son esos libros para Alex y el relata un cuento, es un bardo.
Saludos.