Hace
unos meses, le comenté a un amigo americano que estaba planeando un viaje a la
ciudad sureña de Savannah para visitar a amigos que se mudaron para allá. El americano me dijo que tenía que leer Midnight in the garden of good
& evil, libro menos conocido que la película que se hizo sobre él. Además, mi amigo americano me llevó el libro la
próxima vez que vino a casa.
Mi
amigo tenía razón: quien vaya a Savannah tiene que leer ese libro, por lo
menos la primera mitad. En la primera mitad el autor describe una serie de
personajes y, a través de ellos, la esencia de una ciudad particular. Entre
otros personajes hay un pareja que tiene un affaire desde hace años del que toda la
ciudad está al tanto pero que igual ocultan de exactamente la misma manera
todos los días. Un señor a quien le dejaron en herencia una suma de dinero con
la obligación de pasear a un perro; urgido por un juez, el hombre lo sigue paseando años después de muerto el can para seguir cobrando la pensión. El señor,
perfectamente vestido, va por la calle con una correa sin perro y toda la
ciudad le pregunta al cruzárselo si sigue paseando al perro. Una pianista y
cantante que va de un lado a otro del estado de Georgia con un repertorio
infinito, firme creyente del poder de la música: "Cuando cantás una canción podés traer de
vuelta recuerdos de cuando la gente se enamoró. Ahí es donde está el poder." (p. 90) O un drag-queen con
actitud, que termina su acto diciendo: "Si te gustó el show (...) gracias
desde el fondo de mi corazón y sólo acordate de mi nombre, La Dama Chablis. Si
no te gustó el show, tesoro, mi nombre es Nancy Reagan y andá a la puta que te
parió." (p. 119)
Mercer House: ejemplo de la arquitectura de Savannah y escenario principal de la segunda parte del libro. |
En
esa primera parte del libro aparece la esencia de la ciudad. Una ciudad
distinguida pero que sabe divertirse. "En Macon te preguntan '¿A qué
iglesia vas?' En Augusta te preguntan el apellido de soltera de tu abuela. Pero
en Savannah la primera pregunta que te hace la gente es '¿Qué querés
tomar?'" (p. 31) Es una ciudad que, según el autor, decidió mantenerse aislada
del resto del mundo y del progreso por varias razones: "El
orgullo era parte de ello. La indiferencia también, además de la arrogancia.
Pero debajo de todo ello Savannah tenía un sólo motivo: preservar un estilo de
vida que creía bajo sitio de todos lados." (p. 387) Cierto o no, la ciudad
mantuvo un centro histórico hermoso. Sólo Savannah y Charleston se salvaron
durante la Guerra Civil, en la que el general Sherman quemó buena parte de las
ciudades del Sur. El resultado es un centro de unas 20 o 30 cuadras por 20 o 30
realmente hermoso, con 22 plazas de gran belleza y casas históricas
restauradas.
La
segunda parte del libro relata una historia de crimen verdadera, al estilo de In Cold Blood, pero sin la
fuerza de ese clásico. Así, como novela pierde interés y fuerza a medida que
pasan las páginas. Sin embargo, mientras escribo esto en el avión de vuelta,
detecto que en el camino, y sin saber muy bien cómo, parece que he recuperado
la capacidad de leer de la que dudaba en este post. Ojalá: después de leer esta
ciudad quiero leer mucho más mundo.
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