"Primero, voy a contar sobre el robo que cometieron mis
padres. Después sobre los asesinatos, que pasaron después." Así empieza Canadá, de Richard Ford. Una
pareja de mellizos de 15 años, un varón (Dell) y una mujer (Berner), pasan de
vivir en una familia normal a tener a sus padres en la cárcel. Uno sigue el
camino que le marca la madre, la otra elige el propio; ambos tienen problemas y
desarrollan sus vidas como pueden.
Uno de los grandes temas del libro es la difusa frontera entre el
bien y el mal, o la normalidad y el caos. "Es mejor ver nuestra vida y las
actividades que le dieron fin como dos lados de una cosa que deben ser consideradas
en la mente simultáneamente para comprender correctamente - el lado que era
normal y el lado que era desastroso. Uno tan cerca del otro." (p. 32)
"El preludio a cosas muy malas puede ser ridículo (...) pero también puede
ser común y corriente. Lo que vale la pena ser reconocido, dado que indica
dónde se originan muchos eventos malos: desde una distancia de apenas una
pulgada de las cosas de todos los días." (p. 360)
Y esos pequeños eventos, esos pequeños deslizamientos fuera de la
normalidad ("Los eventos que cambian una vida muchas veces no parecen ser
lo que son" - p. 228) pueden ser interpretados como parte del destino o
como algo que nos pone frente a la necesidad de elegir. ¿Hay destino, hay
libertad o el destino es el carácter, la personalidad? "Si había un diseño
oculto, vivir nunca lo iluminó. Mucho más fácil es pensar en el ajedrez - el
verdadero carácter de las piezas permaneciendo siempre como fue previsto, un
poder superior moviendo todo alrededor." (p. 202)
El tercer tema es otra frontera, aquella entre pertenecer y
adaptarse, y el camino que toma el narrador es el de adaptarse en busca de la
normalidad. "Mi arrogancia es 'cruzar una frontera'; adaptación,
desarrollo desde una forma de vida que no funciona hacia una que sí. También
puede ser sobre cruzar una línea y nunca más poder volver." (p. 395) Los
tres temas son como la trama de una vida, que tiene sentido para el que la
vive, para el que la cuenta: "pensá lo cerca que está el mal de las cosas
normales que no tienen nada que ver con el mal. A través de todos estos eventos
memorables, la vida normal era lo que yo estaba intentando preservar para mí.
Cuando pienso en esos tiempos (...) es todo de una pieza, como una partitura
con movimientos, o un rompecabezas, donde yo estoy intentando restaurar y
mantener mi vida en un estado entero y aceptable, más allá de las fronteras que
crucé. Sé que soy sólo yo el que hace esas conexiones. Pero no intentar
hacerlas es condenarse a uno mismo a las olas que te tiran y te estrellan
contra las rocas de la desesperanza." (p.
386)
Esos chicos ahí tirados construyen una vida. En una vida, en cualquier vida, todo puede pasar. Porque "Es
un misterio cómo somos. Un misterio." (p. 71) Y porque "cualquier
cosa puede seguirse de cualquier cosa." (p. 316) Por eso: "Lo
intentamos, como dijo mi hermana. Lo intentamos. Todos nosotros. Lo
intentamos." (p. 418)
Originales de las citas usadas
"If there was a hidden design, living never shed light on it. Much
easier to think about chess - the true character of the men always staying the
way they were intended, a higher power moving everything around." (p. 202)
"It's best to see our life and the activities that ended it, as two
sides of one thing that have to be held in the mind simultaneously to properly
understand - the side that was normal and the side that was disastrous. One so
close to the other." (p. 32)
"The prelude to very bad things can be ridiculous (...) but can
also be casual and unremarkable. Which is worth recognizing, since it indicates
where many bad events originate: from just an inch away from the
everyday." (p. 360)
"Life-changing events often don't seem what they are." (p. 228)
"My conceit is "crossing a border"; adaptation,
development from a way of living that doesn't work towards one that does. It
can also be about crossing a line and never being able to come back." (p.
395)
"think how close evil is to the normal goings-on that have nothing
to do with evil. Through all these memorable events, normal life was what I was
seeking to preserve for myself. When I think of those times (...) it is all of
a piece, like a musical score with movements, or a puzzle, wherein I am seeking
to restore and maintain my life in a whole and acceptable state, regardless of
the frontiers I've crossed. I know it's only me who makes this connections. But
not to try to make them is to commit yourself to the waves that toss you and
dash you against the rocks of despair." (p. 386)
"It's a mystery how we are. A mystery." (p. 71)
"anything at all can follow anything at all." (p. 316)
"We try, as my sister said. We try. All of us. We try." (p.
418)
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