Nuestra historia
de lecturas está, como la historia del mundo, sujeta a condiciones
estructurales y a las fuerzas de la contingencia. Hace décadas, de chiquito, me
trajeron de un viaje réplicas de mapas y documentos de la Guerra Civil
Americana; hace unos años compré un librito con escritos de Lincoln; hace unos
meses a una hija le asignaron leer su biografía; hace unas semanas le pregunté
a Mark Healey (@HealeyParera) qué libro recomendaba como historia general del
período y así llegué a The Battle Cry of
Freedom, de James McPherson.
The
Battle Cry of Freedom
es un librazo de historia sobre un período complejísimo de esa nación tan
compleja como es Estados Unidos. Los libros generales sobre episodios como estos
son dificilísimos de escribir; uno quiere al mismo tiempo mantener una
narrativa más o menos cronológica pero al mismo tiempo tratar en profundidad
los temas más complejos que se relacionan con los eventos. McPherson logra
hacerlo, perdiéndose (para un neófito) bastante poco de lo narrativo. El libro
se lee increíblemente bien, y aprendemos sobre las economías de los
beligerantes, las cuestiones jurídicas y constitucionales, la formáción de los
ejércitos, los armamentos y tácticas, los generales, la medicina y miles de
cuestiones más.
A los no
americanos nos cuesta entender la magnitud y complejidad de esta guerra que
duró más de 4 años y que mató a más soldados americanos que todas las demás guerras sumadas, unos 360.000 yanquis y unos 260.000 confederados. Y lo que
la hace más difícil de entender es su doble característica de guerra de pueblos
(con conscripción y movilización total) y guerra política (con fines políticos
que van cambiando, con elecciones mientras se seguía peleando, con decisiones
judiciales y casos de derechos civiles, y hasta con comercio entre beligerantes
semi-aceptado por los gobiernos).
La causa principal
fue estructural: “La cuestion de la esclavitud probablemente hubiera causado
tarde o temprano un enfrentamiento entre el Norte y el Sur”. Social, política y
económicamente era imposible mantener una sociedad esclavista y otra de hombres
libres unidas por siempre. Pero la guerra no nació para abolir la esclavitud ni
era esa un objetivo de guerra del Norte ni de Lincoln, quien “se había movido
de a poco hacia la izquierda durante la guerra, desde la no emancipación a una
emancipación limitada con colonización y después hasta emancipación universal
con sufragio limitado.”
El desarrollo fue
cambiante y complejo, con escenarios múltiples, cambios tecnológicos y el
preludio a la movilización total de las guerras del siglo XX. De hecho, durante
la propia contienda se produce una transición desde una guerra parecida a las
napoleónicas hacia algo cada vez más similar a la primera guerra mundial
(trincheras y atrición). McPherson comenta pero pone en duda las principales
explicaciones de la victoria del Norte: la mayor fortaleza económica, tamaño y
capacidad industrial del Norte; la supuesta desunión de los confederados; la
idea de que habría habido un mejor liderazgo civil y militar en el Norte. Al
final del día, sin embargo, el resultado fue contingente: “en diversos momentos
críticos durante la guerra los resultados podrían haber sido totalmente
diferentes. (…) La victoria del Norte y la derrota del Sur en la guerra no
puede ser entendida sin la contingencia que pendía de cada campaña, de cada batalla,
de cada elección, cada decisión durante la guerra.” Contingencia muchas veces
relacionada con errores; una y otra vez los generales se equivocan,
desaprovechan oportunidades, mandan a miles de soldados a la muerte sin
posibilidades, en parte, pero no sólo, debido a el increíble amateurismo de
buena parte de la dirigencia civil y militar.
Una curiosidad de
la historia es que resultados contingentes pueden tener consecuencias profundas
y duraderas. El triunfo del Norte no significó nada más (nada menos) que el fin
de la secesión y de la esclavitud sino que significó “una transformación más
amplia de la sociedad y la política norteamericana”. Hubo un “cambio radical
del poder del Sur al Norte” y cambió sustancialmente el gobierno: “La vieja
república federal en la cual el estado nacional raramente tocaba al ciudadano
promedio a través del correo dio lugar a una unidad política más centralizada
que cobraba impuestos a las personas de forma directa y que creó una
administración de ingresos para hacerlo, llamaba a hombres a las armas a través
de la conscripción, expandió la jurisdicción federal de las cortes, creó una
moneda nacional y un sistema nacional de bancos y estableció la primera agencia
nacional para el bienestar social”. La guerra civil forjó la economía, las
instituciones y hasta el partido y la ideología (“el partido Republicano, con
su ideología de capitalismo compettivo, egalitario y de trabajo libre”) que
preparían a los Estados Unidos para, medio siglo más tarde, sacarle el rol de
imperio a Gran Bretaña.
Pudo ser de otra
manera. Nuestras vidas también pueden ser diferentes.
Originales de
las citas usadas
“The slavery issue would probably have caused an
eventual showdown between North and South”.
“He had moved steadily leftward during the war, from
no emancipation to limited emancipation with colonization and then to universal
emancipation with limited suffrage.”
“at numerous critical points during the war things
might have gone altogether differently. (…) Northern victory and southern
defeat in the war cannot be understood apart from the contingency that hung
over every campaign, every battle, every election, every decision during the
war.”
“These results signified a broader transformation of
American society and polity”.
“radical shift of political power from South to North.”
“The old federal republic in which the national
government had rarely touched the average citizen except through the
post-office gave way to a more centralized polity that taxed the people
directly and created an internal revenue bureau to collect these taxes, drafted
men into the army, expanded the jurisdiction of federal courts, created a
national currency and a national banking system, and established the first
national agency for social welfare”.
“The accession to power of the Republican party, with
its ideology of competitive, egalitarian, free-labor capitalism, was a signal
to the South that the northern majority had turned irrevocably toward this
frightening, revolutionary future.”
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