Hay algo muy positivo para decir de este tipo de colecciones temáticas: diferentes miradas con la literatura sobre el mismo tema te muestran, justamente, cómo la literatura puede abordar la vida misma. Además, a veces pasa con las colecciones de cuentos de un autor que uno no sé si se cansa, o se aburre, pero algo así; como que querés algo diferente. Pues bien, acá tenés eso, podés pasar de un estilo a otro muy distinto, miradas, tonos, de todo. Claro, a veces hay saltos de calidad, y no es la excepción de esta colección, donde hay cuentos que me parecieron bellísimos tanto de consagrados (Raymond Carver, E. L. Doctorow, Vladimir Nabokov, Franz Kafka) como de autores que yo no conocía (Andre Dubus, Jim Shepard). Otros me gustaron menos, incluyendo los de algunos consagrados (John Updike).
El segundo comentario general es que yo esperaba (y quien me lo regaló también) que serían más historias de padres hablando de paternidad que de hijos hablando de sus padres. Pero, aunque por poco, fueron más los cuentos desde la perspectiva del hijo que desde la perspectiva del padre. Algunos, como el de Carver, hacen que el padre, al pasar algo con su hijo, reflexione sobre su padre y sobre su rol como hijo; y en dos o tres se da la inversa, que la reflexión del hijo sobre su padre oriente una reflexión sobre su papel como padres. Se ve que nunca nos podemos separar demasiado.
Otra cosa interesante es que hay algunos cuentos casi pintorescos, el relato de familias felices (Ron Carlson, “The H Street Sledding Record”) y se llega hasta el otro extremo; ahí está, obviamente, “El Juicio” o “El veredicto” de Kafka: un padre severo acusa a su hijo de deshonrar a la madre, traicionar a su amigo y querer matar al padre; el padre sentencia al hijo a morir ahogado y el hijo se suicida tirándose al río. En “A Little Cloud” James Joyce transmite a un padre que se siente atrapado en la paternidad: “Preso por toda la vida.” / “He was a prisoner for life.” (p. 211). Otro padre poco feliz con su paternidad es el de “Sorry?”, de Helen Simpson: “El tema es que él había sido el proveedor. Los hijos necesitan a sus madres. Es verdad que él no se había interesado mucho en ellas, pero bueno, francamente, ellas no habían sido demasiado interesantes. ¿Se suponía que tenía que fingir? Ninguna de las dos había logrado mucho. Y él tenía su vida de la que encargarse.” / “The thing is, he had been the breadwinner. Children needed their mothers. It was true he hadn’t been very interested in them, but then, frankly, they hadn't been very interesting. Was he supposed to pretend? Neither of them had amounted to much. And, he had had his own life to get on with.” (p. 270).
Uno de mis favoritos de la colección es “Bicycles, Muscles, Cigarettes” (“Bicicletas, músculos, cigarrillos”), de Raymond Carver. Un padre que recientemente dejó de fumar tiene que ver qué macana se mandó su hijo, junto con otros, con la bicicleta de un vecino. Termina peleándose a trompadas con el padre de otro de los chicos. Después de la pelea se acuerda de la vez que vio a su padre peleándose con otro hombre y cuando pone al hijo a dormir, el hijo le pregunta si la relación del padre con el abuelo era parecida a la de él con el padre; y termina diciéndole que le hubiera gustado conocerlo cuando tenía su edad.
Otro es “A father's story” ("La historia de un padre"), de Andre Dubus, de cuya existencia no me había enterado hasta leer este cuento, donde un padre profundamente religioso se encuentra ante un dilema ético: ¿defender a su hija o hacer lo correcto, o será que acaso hacer lo correcto es siempre defender a la hija? Un par de citas de este cuento que me interpeló fuerte como padre de hijas:
“Jennifer tiene veinte y me preocupo por ella de la manera en que los padres nos preocupamos de las hijas, pero no de los hijos. Quiero saber en qué anda, y al mismo tiempo no.” / “Jennifer is twenty, and I worry about her the way fathers worry about daughters but not sons. I want to know what she’s up to, and at the same time I don't” (p. 105).
"era a ser mujeres a lo que estaban entrando, el profundo bosque de serlo, y más allá de cuántas mujeres y hombres también estén diciendo estos días que hay poca diferencia entre nosotros, la verdad es que los hombres se mueven en ese bosque sólo por senderos claramente demarcados, mientras que las mujeres se mueven en él como pájaros". / “it was womanhood they were entering, the deep forest of it, and no matter how many women and men too are saying these days that there is little difference between us, the truth is that men find their way into that forest only on clearly marked trails, while women move about in it like birds” (p. 106).
“cuando tocó a mi puerta, y me llamó, despertó algo que había fluido latente en mi sangre desde su nacimiento, y entonces lo que se levantó de la cama no fue el dueño de un establo ni un católico ni ningún otro Luke Ripley con quien había vivido por largo tiempo, sino el padre de una chica” / “when she knocked on my door, then called me, she woke what had flowed dormant in my blood since her birth, so that what rose from the bed was not a stable owner or a Catholic or any other Luke Ripley I had lived with for a long time, but the father of a girl” (p. 123).
Me gustó mucho “The Writer in the Family” (“El escritor de la familia”), de E. L. Doctorow: cuando el padre se muere, una tía le pide al hijo que escriba cartas firmadas por su padre para darle a su abuela, para que la abuela no sufra por la muerte de su hijo. En el medio el chico descubre algo sobre su padre y sobre sí mismo. Contiene esta cita genial: “Nunca había ido al Oeste. Nunca había viajado a ningún lado. En su generación la gran travesía era desde la clase trabajadora a la clase profesional". / “He had never been west. He had never traveled anywhere. In his generation the great journey was from the working class to the professional class.” (p. 128).
También me gustó “Christmas” de Vladimir Nabokov. Es Navidad y Stepsov deambula por su casa de campo sufriendo por la reciente muerte de su hijo pequeño. Descubre su colección de mariposas (es Nabokov, cómo no va a haber mariposas) y que el hijo estuvo enamorado. Un cuento lleno de simbolismo sobre la vida y la muerte.
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