La última vez que lloré en serio fue el 22 de febrero de 2006, hace exactamente cinco años. Lloré como un niño. Lloré entero. Lloraron mis ojos y mis músculos y mis huesos, porque fue el día más emocionante de mi vida, porque nació mi primogénita, Lucrecia. Después nació su hermana, Malena, y en unos meses vendrá otro hermano o hermana. Pero ese día me cambió como ningún otro. Hoy, junto con su cumpleaños, festejo mi paternidad y la capacidad de sentir así, con todo el cuerpo.
El post más cortito y más lindo del mundo! Me encantó!
ResponderEliminarFeliz cumple a Lucre!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarMandele un feliz cumple a Lucre de mi parte sr. mantenimiento, muy lindo el post por cierto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Martín
y yo lloré recién cuando lo leí...pero sólo un poquito y yo lloro muy seguido...a veces de dolor, pero más seguido de emoción y a veces de alegría...es lindo llorar y como dice Moria, si querés llorar, shorá. Juana Santillán
ResponderEliminar