martes, 22 de febrero de 2011

La última vez que lloré

La última vez que lloré en serio fue el 22 de febrero de 2006, hace exactamente cinco años. Lloré como un niño. Lloré entero. Lloraron mis ojos y mis músculos y mis huesos, porque fue el día más emocionante de mi vida, porque nació mi primogénita, Lucrecia. Después nació su hermana, Malena, y en unos meses vendrá otro hermano o hermana. Pero ese día me cambió como ningún otro. Hoy, junto con su cumpleaños, festejo mi paternidad y la capacidad de sentir así, con todo el cuerpo.

5 comentarios:

  1. El post más cortito y más lindo del mundo! Me encantó!

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  2. Mandele un feliz cumple a Lucre de mi parte sr. mantenimiento, muy lindo el post por cierto.
    Un abrazo,
    Martín

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  3. y yo lloré recién cuando lo leí...pero sólo un poquito y yo lloro muy seguido...a veces de dolor, pero más seguido de emoción y a veces de alegría...es lindo llorar y como dice Moria, si querés llorar, shorá. Juana Santillán

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