lunes, 16 de septiembre de 2013

Poetas vivos


¿Cómo voy a escribir un apunte de lectura de un libro de poesía si no sé nada de poesía?, pensé. Hasta que me acordé que escribo apuntes de lecturas de novelas: ¿quién dijo que estoy capacitado para hacerlo? Así que voy a decir lo que me parece, como siempre, y lo que me parece es que me gustó el libro doble De tal palo / Basta de escribir novelas de Iván Noble y Washington Cucurto, publicado por los amigos deGarrincha Club.
Es poesía de poetas vivos. Me sorprendió gratamente Noble, a quien admito le tenía algún prejuicio. Nos habla de linajes cualunques, de padres e hijos, de escenas de esposos frente a paquetes de queso rallado, vecinos desagradables, de descubrirse a uno mismo y de cumplir cuarenta, de cuarentones que se separan y ven chicas de veinte. De todo eso está hecha la vida y la poesía (aunque discrepo, Sr. Noble, con eso de que "la poesía se hace a solas", p. 43.)
Cucu es Cucu. Es una cosa única pero también lo leí así, como poesía muy viva, donde se pelea con las madres de sus hijas, se las mete a otras y hace sentir mal a su suegra ("Cómo sufre una mujer cuando se la ponen a otra", p.26), come cucuruchos con su hijo en el McDonald's de Almagro, y toman vida las bailantas y las genias del taller de Santi Llach, "El gurú de la excitación". 
Yo no sé nada de poesía pero hay que leerla, hay que leer a poetas vivos, con sus imágenes y sonidos con palabras y sentidos, son siempre miradas distintas, a veces ancladas y otras aladas, nos traen olores, sabores, colores. Y algo así me pasó con este hermoso libro.

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