jueves, 19 de julio de 2012

Vidas alternativas



Acabo de terminar de leer Counterlife, de Philip Roth, que podría ser traducido como Vidas Alternativas. Un hermano dentista que vive una típica vida familiar suburbana norteamericana se transforma en un colono judío en Israel. El otro hermano, novelista crítico, siempre al filo de la sociedad, decide a los 45 casarse y tener un hijo. ¿Qué lleva a los hermanos a cambiar? Una cirugía para zafar de la impotencia sexual pero que puede haber resultado fatal. El lector no sabe muy bien qué sucede y qué no porque todas los escenarios están abiertos, en esta novela como en nuestras vidas: “La construcción de una vida alternativa que es el propio anti-mito de cada uno está en su mismo núcleo.” (p. 147)

El dentista se pregunta por qué su vida de clase media es denigrada: “Enrique se preguntaba por qué, para esa elite intelectual, parece una joda ser un buen hijo y esposo. ¿Qué es lo que está mal con una vida normal? ¿Es el deber una idea sin valor, somos realmente una mierda los decentes y obedientes...?” El novelista, más consciente de que todo puede ser ficcionado, responde así en una conversación hipotética con su hermano convertido al fundamentalismo judío: “Mientras hablaba yo pensaba, el tipo de historias en las que la gente convierte la vida, el tipo de vidas en que la gente convierte a las historias.” (p. 111)

El libro se complica porque el personaje principal es un novelista y no sabemos a ciencia cierta qué de lo escrito es la novela y qué la crítica de la novela. Si la operación la tuvo el dentista tenemos su muerte con entierro y panegírico y también lo tenemos habiendo sobrevivido e instalado en Israel. Si fue el novelista quien tuvo la operación, lo tenemos sobreviviendo y tratando de construir su vida suburbana; pero también muriendo, y al hermano y a la amante revisando y criticando escritos que forman parte de esta misma novela. Es la construcción de la ficción como parte de la ficción en una novela sobre la construcción de vidas alternativas, porque para un novelista nunca parece haber mucha distancia: “lo copié en mis notas, en ese depósito de mi fábrica de narrativa que nunca para de crecer, donde no hay una demarcación clara que divida eventos que realmente ocurrieron y fueron finalmente consignados a la imaginación de imaginaciones que son tratadas como si realmente hubieran ocurrido – la memoria tan entrelazada con la fantasía como en el cerebro.” (p. 264)

La novela no me parece de lo mejor que leí de Roth (Patrimony me gustó más, por ejemplo, y American Pastoral, The Professor of Desire, The Human Stain...) Quizás, en parte, por esta complicación adicional que se produce al mezclar la ficción con la ficción de la ficción. Complicación que parece innecesaria, sobre todo si le creemos al personaje novelista y a lo que parece también el mismo Roth cuando dice, al final: “Siendo serios, tan serios como la muerte, todos creamos mundos imaginados, a menudo verdes y como pechos maternos, donde podemos finalmente ser ‘nosotros mismos’. Una más de nuestras búsquedas mitológicas.” (p. 322) En todo caso, no creo que haya encontrado una novela mitológica pero sí algo muy interesante y muchas perlas como las siguientes.

  • El país. “Disillusionment is a way of caring for one’s country too.” (p. 158) “El desencanto también es una manera de querer al país.”
  • El trabajo del novelista. “Most people (beginning with the novelist – himself, his family, just about everybody he knows) are absolutely unoriginal, and his job is to make them appear otherwise.” (p. 156) “La mayoría de la gente (empezando por el novelista – él, su familia y casi todos sus conocidos) carecen absolutamente de originalidad, y su trabjo es que parezca lo contrario.”
  • Qué quieren los hombres. “Every man’s dream is as follows: she is fantastically good-looking, she does not age, she is fun and lively and interesting, but above all, she doesn’t give a fellow a hard time.” (p. 201) “El sueño de todos los hombres es el siguiente: ella está buenísima, ella no envejece, es divertida y tiene onda y es interesante, pero sobre todo ella no le rompe las pelotas al pibe.”
  • La muerte es inverosimil. “even as an adult one continues, like a child, to believe that when someone dies it’s some kind of trick, that death isn’t entirely death, that they are in the box and not in the box, that they are somehow capable of jumping out from behind the door and crying, ‘Had you fooled!’ or turning up on the street to follow you around. (p. 221) “incluso de adulto uno sigue, como un niño, creyendo que cuando alguien muere hay algún tipo de truco, que la muerte no es totalmente la muerte, que están en el cajón y no están en el cajón, que de alguna manera pueden saltar de atrás de una puerta y gritar ‘¡Era una joda!’ o aparecer en una calle y seguirte por un rato.”
  • El adulterio. “He was experienced enough and old enough to understand that affairs, adultery, whatever you call it, take a lot of built-in pressure out of marriage and teach even the least imaginative that this idea of exclusivity isn’t God-given but a social creation rigorously honored at this point only by people too pathetic to challenge it.” (p. 234) “Era suficientemente experimentado y suficientemente viejo para entender que los amoríos, el adulterio, como quieran llamarlo, sacan un montón de presión acumulada del matrimonio y enseñan incluso a los menos imaginativos que esta idea de exclusividad no viene de Dios sino que es una creación social honrada rigurosamente a este punto sólo por quienes son demasiado patéticos como para enfrentarla.”
  • La estupidez. “Maria had said that it was just too stupid, but stupidity happens unfortunately to be real, and no less capable of governing the mind than fear, lust, or anything else.” (p. 306) “María había dicho que era todo demasiado estúpido, pero resulta que la estupidez es real, y no menos capaz de gobernar la mente que el miedo, la lujuria o cualquier otra cosa.”


Los originales de las citas del comentario
  • “The construction of a counterlife that is one own’s anti-myth was at its very core.” (p. 147)
  • “Why, asked Henry, is being a good son and husband such a big joke to that society of intellectual elite? What’s so wrong with a straightforward life? Is duty necessarily such a cheap idea, is the decent and the dutiful really shit...?” (p. 222)
  • “As he spoke I was thinking, the kind of stories that people turn life into, the kind of lives that people turn stories into.” (p. 111)
  • “In dead seriousness, we all create imagined worlds, often green and breastlike, where we may finally be ‘ourselves’. Yet another of our mythological pursuits.” (p 322)


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