Quería escribir algo sobre lo de
ayer pero me parece que Roberto Gargarella, constitucionalista con quien muchas
veces discrepo, lo dijo muy bien acá: "El valor de la protesta, siempre". Sobre todo estoy de acuerdo con su defensa de una democracia que
sea mucho más que el voto, con respeto a las minorías, con debate y
deliberación y con un celo total por la defensa de la libertad de expresión.
Van algunas citas:
"La democracia empieza con el voto,
no termina allí, por más que les pese a estos neo-conservadores que se creen de
avanzada."
"La democracia debe alimentarse,
sobre todo, de las voces de los críticos, y por ello esas voces necesitan de
una especial protección. Las decisiones válidas, por su parte, necesitan
nutrirse especialmente de pensamiento crítico: por eso el Congreso debe dar
lugar amplio para tales voces, y las mayorías deben atender esos reclamos, o
dar justificada respuesta de por qué no los atiende. Ésta, claramente, no es la
concepción de la democracia que defienden el gobierno y sus amigos. Por ello,
en el Congreso no se interesan por discutir: simplemente imponen, porque asumen
que no tienen nada que aprender de sus críticos."
"Ellos ven a la democracia como la
ven los conservadores: como elecciones periódicas, y el que gana se lleva todo.
Y que los movimientos de protesta se organicen en un partido político, y se
animen a ganarles las elecciones. Difícil encontrar una concepción más
conservadora de la democracia, una aproximación más pobre al ideal del debate inclusivo y robusto, una visión más limitativa de la protesta."
Ahora, corresponde a todos los que tenemos esta visión de democracia, en la oposición y en la sociedad, a defenderla, a defender la Constitución y a presentar alternativas reales, sólidas y superadoras.
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