Hoy viajé con alguien que abandonó Bellas Artes o Letras, porque las letras también son un arte. El tipo parecía estar orgulloso de ese abandono y quizás hace bien. Peor sería abandonar el arte y casi todos lo hacemos; casi todos abandonamos al arte por los negocios o por el poder porque casi todos podemos hacer arte, porque somos humanos y los humanos podemos matar pero también hacer arte; en cambio los animales a veces matan, es cierto, pero no pintan ni esculpen ni filman ni escriben ni cantan ni fabrican violines para tocar el concierto N°1 para violín de Max Bruch Opus 26.
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